A pesar del asesinato del General Suleimani, los iraníes celebraron los 41 años de la Revolución Islámica encabezada por el Imam Jomeini que logró derrocar a una dinastía que se aprovechó del pueblo por años. La presencia de las mujeres en el proceso fue importantísima pero nada se dice al respecto, tal vez por falta de información traducida o por la confusión que muchas veces se tiene al pensar que las mujeres musulmanas son oprimidas. Pero lo cierto es que unos años antes de que se desarrollara la revolución islámica masivamente, las mujeres de Mashhad protestaron contra el Sha en lo que marcó el inicio de la revolución.
Por Valeria Rodríguez *
Sería erróneo pensar que la revolución tan solo estalló, sino que fue un proceso que se fue dando de a poco en diferentes ámbitos de la vida iraní como fueron las mezquitas donde los viernes se lleva adelante la oración comunitaria donde los Sheijes históricamente hablan de política, en los bazares, principal fuente económica, en las escuelas y fundamentalmente en las calles.
El Sha Reza Pahlevi, también conocido como el “gendarme de los Estados Unidos” intentó imponer medidas occidentales a una sociedad que los resistió, la medida que generó que las mujeres se levantaran fue la de quitarles el velo, ése fue el puntapié inicial del derrocamiento de Pahlevi.
Tras la victoria de la revolución se celebró un referéndum universal que arrojó el 89 por ciento de aceptación a la incorporación de un Sistema Islámico, único en su estilo, con cambio de bandera, himno e incluso nombre del país.
Las Mujeres de Mashhad
Durante el gobierno del Shah anterior, el cual contaba con apoyo de Gran Bretaña, se habían incorporado una serie de medidas occidentalistas como la imposición de la ropa occidental,ésta medida había sido resistida por muchas mujeres y ante esto durante el posterior gobierno fueron las fuerzas policiales Savak, las encargadas de quitar los velos a las mujeres que lo utilizaran.
Ante un nuevo aniversario de la ley anti velo, en 1976, las mujeres de Mashhad llevaron adelante la primer manifestación contra las políticas del Sha. No es casualidad que se haya llevado a cabo en esta ciudad ya que después de Qom es una de las más importantes en lo que refiere a la historia religiosa.
Mashhad se encuentra ubicada al noreste del país en la provincia de Jorasan Rezavi, allí se encuentra ubicado el santuario del octavo Imam considerado como el sucesor del Profeta.
La manifestación se venía desarrollando tímidamente todos los años pero particularmente ese año se convirtió en masiva tras la violencia de la policía Savak que arrestó a 17 mujeres que fueron enviadas a la comisaría n°5 de la ciudad.
Una de ellas fue Sedigheh Moghaddasi, hija de un importante clérigo que en una entrevista realizada el año pasado por la agencia iraní Tasmin News contó cómo se había desarrollado la manifestación.
“Fue espontánea, primero éramos unas pocas mujeres que protestamos por el día del descubrimiento del velo, llevamos pancartas y banderas que al abrirlas llamaron la atención de otras mujeres que caminaban por allí, se acercaron y se unieron a nuestra protesta, es así que llegamos a ser 300 mujeres. La policía Savak nos reprimió fuertemente y fui una de las mujeres que terminó arrestada.” Dijo Moghaddasi.
Tras esa acción comenzó un proceso de organización de las mujeres que comenzaron a reunirse en las casas de los clérigos y llevaron a cabo tres días más de protesta que fueron silenciadas por los medios de comunicación de la época.
En una de las pocas notas que se encuentran en idioma persa hay un discurso de la entonces secretaria de la primera Organización de Mujeres de Jorasán que justamente critica el silenciamiento mediático.
“Las mujeres somos el 50 por ciento de la fuerza activa del país, seguiremos luchando para frustrar la propaganda extranjera”, dijo.
Durante los tres días posteriores al arresto de las mujeres que protestaron contra el Sha, miles de mujeres con sus familias se sentaron alrededor del santuario así como en la plaza de los mártires de Mashhad portando carteles que decían “ Nosotras, las mujeres de Jorasán queremos la libertad de nuestras hermanas encarceladas”.
La presión social fue mucha y a pesar de que el Sha contaba con el apoyo político de Estados Unidos, los levantamientos populares fueron cada vez más multitudinarios, principalmente en las ciudades religiosas como Mashhad y Qom, donde se encuentran las principales escuelas religiosas que formaron a los clérigo y sabios como Jomeini que impulsaron la revolución y donde curiosamente se encuentra la tumba de la hermana del octavo Imam que se encuentra en Mashhad.
El regreso de Jomeini
Luego del regreso de Jomeini que había sido exiliado en Francia, donde algunos sostienen que conoció al General Perón, la revolución termina de asentarse y hacerse carne en la sociedad iraní.
Jomeini en sus memorias le presta especial importancia al papel de la mujer como punto de inflexión y primer paso en la revolución iraní.
“Los mujeres fueron fundamentales en nuestro movimiento, ellas estaban en la primera línea y fueron seguidas por los hombres” dice en uno de los párrafos de las memorias de la revolución.
Para Jomeini, la presencia de la mujer fue el requisito fundamental para el desarrollo de la revolución, “Debemos nuestra victoria a las mujeres, los hombres estuvieron en las calles por ellas” dice otro párrafo de sus memorias.
La revolución islámica es anticolonialista y antiimperialista y puede verse en el accionar de las mujeres que se negaban a la imposición de una vestimenta occidental (aunque había un sector que lo apoyaba) y las manifestaciones populares contra la presencia de los Estados Unidos como fue la toma de la embajada en Teherán.
El componente religioso fue fundamental en la lucha antiimperialista de Irán que aún hoy a 41 años de la gesta revolucionaria y apretada por las sanciones económicas, la propaganda occidental y los golpes al ego revolucionario continúa resistiendo.
* Politóloga, columnista en Feas, Sucias y Malas (sábados 10 am por Radio Gráfica).
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