Un escándalo imposible de mensurar hasta donde escalará. La firma de agronegocios Vicentín, ingresó en convocatoria de acreedores, dejando una deuda de 350 millones de dólares con el Banco Nación en un crédito otorgado en condiciones irregulares. Ante esta situación, se suman los pedidos para que el Estado ejecute las deudas y tome el paquete accionario de una empresa de enorme valor estratégico en la exportación de productos agrícolas y en la producción local de alimentos.
La noticia tomó temperatura en los tórridos días de enero y promete ir escalando hasta convertirse en un escándalo de enorme proporciones políticas. La firma Vicentín, dedicada a los agronegocios y un actor importante en la exportación de alimentos, declaró la convocatoria de acreedores aduciendo “stress financiero”. Esta medida dejó un tendal de acreedores, entre ellos el Banco Nación que bajo la gestión de Javier González Fraga le otorgó un crédito de 350 millones de dólares en modo irregular y que la empresa con base en el norte santafesino aduce no poder devolver.
El escándalo tiene variadas aristas, complicidades políticas y proyectos de resolución de la situación. En primer lugar apuntan a Javier González Fraga, titular del Banco Nación al momento de dar el crédito. La misma persona que en algún momento señaló de modo brutal que durante los gobierno kirchneristas le habían hecho creer a la gente común que podía comprar un celular o LCD, avaló un crédito de 350 millones de dólares en forma irregular a una empresa que poco tiempo después entró en cesación de pagos. Por lo menos dudoso. La jugada no pasa un eventual análisis de VAR.
Otro punto que agiganta el manto de sospecha es que Vicentín ha sido el principal aportante de la campaña presidencial de Mauricio Macri en 2019 con 13,5 millones de pesos declarados. Según la ley de Financiamiento Político sancionado en 2019 esta cifra no podía superar los 4,5 millones de pesos, situación que Vicentín eludió distribuyendo los aportes desde sus múltiples firmas subsididarias.
A partir de la negativa a devolver el crédito, desde muchos sectores comienzan a plantear que se ejecute el crédito impago tomando el control accionario desde el Estado en una empresa de carácter estratégico. Que sea una productora de alimentos, con un fuerte peso en las exportaciones ligadas al agronegocio podría abrir al Estado mayores herramientas para actuar en ambos mercados.
LAS IRREGULARIDADES, LA POSIBILIDADES DE EXPROPIACIÓN DE UNA EMPRESA ESTRATÉGICA
El flamante director del Banco Nación, Claudio Lozano, realizó un informe en el cual detalló las irregularidades del crédito. “Hay un manejo extraño de la empresa en haber dejado de afrontar el crédito, declararse en cesación de pagos y en el manejo irregular que hubo desde el Banco Nación. Debería haberse frenado el proceso de refinanciación de este crédito porque ya se había excedido la norma existente”, explicó Lozano.
A su vez indicó que “el nivel de endeudamiento en dólares de la empresa es muy importante, pero también es cierto que son exportadores. El 87% de las ventas que realice son destinadas al mercado mundial”, por lo cual el acceso a las divisas no sería un inconveniente.
Respecto a las acciones dentro del propio Banco Nación apuntó contra la anterior administración. “Iniciamos un sumario interno en el banco para evaluar las responsabilidades porque hay otro elemento extraño en el crédito que es que se trata de un crédito autorizado por la línea gerencial y no por un acto administrativo del directorio”, explicó en una situación en la cual inevitablemente González Fraga deberá dar explicaciones públicas, administrativas y muy probablemente en la Justicia.
Claudio Lozano: “Hay un manejo extraño de la empresa en haber dejado de afrontar el crédito, declararse en cesación de pagos y en el manejo irregular que hubo desde el Banco Nación”.
A su vez, el senador de la provincia de Buenos Aires por el Frente de Todos y ex intendente de San Antonio de Areco, Francisco “Paco” Durañona, ingresó al debate reclamando la expropiación, “situación que contempla la legislación argentina”, aclaró.
En diálogo con Radio Gráfica describió, “esta previsto en la legislación argentina, están las condiciones dadas para garantizar los intereses del Estado cobrándolos”. En este caso haciéndose del paquete accionaria de Vicentín.
“Es uno de los grandes actores del agronegocio en el mundo, con un rol estratégico en el control de puertos, en la exportación de granos y a través de distintas subsidiarias se dedica a la producción de alimentos”, señala sobre la importancia de esta empresa.
“Aquí hubo una enorme irregularidad que tiene que ser investigada. Los créditos fueron otorgados sin garantías hipotecarias, como se acostumbra. Además, es inverosímil la posición que esgrime Vicentín de un stress financiero, cuando analizamos el rubro al que se dedica y los niveles de facturación que tiene”, arremete Durañona.
“Las mismas firmas, responsables tanto en el Banco Nación como en el Provincia, que autorizaron este crédito ya sabían de la irregularidad”, subraya.
“La empresa tiene 15 mil trabajadores, que no sea moneda de cambio despedir”, advierte. También expresó que “a estos grandes jugadores se les permite resolver la cuestión con bastante facilidad dejando de lado obligaciones con los bancos oficiales y la AFIP”, algo que manifestó que es necesario evitar.
LA MIRADA DESDE LAS ORGANIZACIONES DE PEQUEÑOS PRODUCTORES RURALES
En tiempos de emergencia alimentaria, de niveles de pobreza cercanos al 40% y niveles de inflación que en el 2019 alcanzó el récord en 28 años del 53,8% desde organizaciones populares ligadas a la producción de alimentos reclaman la estatización de Vicentín a partir de las irregularidades y por su carácter estratégico.
Lautaro Leveratto, coordinador nacional del MTE Rural e integrante de UTEP en diálogo con Radio Gráfica, sostuvo que “esta situación genera una oportunidad para que la empresa quede en manos del Estado que dejaría de ser un mero controlador en el sector, para transformarse en un actor central”, además explicó que la decisión implicaría que el gobierno se hiciera de “una herramienta fundamental en la lucha contra el hambre”.
Lautaro Leveratto: “Esta situación genera una oportunidad para que la empresa quede en manos del Estado que dejaría de ser un mero controlador en el sector, para transformarse en un actor central”.
“Los que estamos en el sector rural conocemos a Vicentín, una empresa muy importante en la comercialización de oleaginosas, cereales, aceite, que en los últimos años estuvo rankeada entre las mas importantes en la comercialización de estos productos. Tuvo créditos fáciles cuando habían desaparecido el crédito agropecuario durante el gobierno de Macri”, explicó. “Obtuvo 350 millones de dólares de crédito, se decidió beneficiar a esta empresa que se dedicó a la especulación financiera mientras se perjudicaban miles de pequeño y medianos productores”, disparó el referente del MTE.
“Esta situación genera una oportunidad para que el Estado pueda hacer efectiva la quiebra y quede gestionada por los trabajadores de la empresa y en manos del Estado. El Estado podría tener una pata en el sector muy importante gestionando alimentos como el aceite y la exportación de granos sin tener que estar siempre especulando con las retenciones, liquidación de divisas. Sería un actor más que un mero controlador como es hoy”, concluyó.
Primeros capítulos de una polémica y un debate que promete tener varios más por delante.
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