La Casa Popular Valeria, ubicada en el barrio Sarmiento Norte de la localidad de Olavarría, fue inaugurada la primera semana de febrero de 2019 en homenaje a Valeria Cazola, asesinada la madrugada del 12 de junio de 2008. Su hija Valentina Gallina, asesinada por su pareja este fin de semana, participaba del espacio, que fue creado con el propósito de brindar contención y acompañamiento a las mujeres y disidencias en situación de vulnerabilidad.
“Es un momento crítico familiar y para la organización. Sentimos que podríamos haber hecho algo más y automáticamente nos damos cuenta que si acá hay una culpa, es la del Estado y la desidia, que ha empeorado la situación en los últimos 4 años”, expresó Hosanna Cazola, integrante de Casa Popular Valeria y prima de Valentina Gallina, en Radio Gráfica.
En comunicación con Lucas Molinari, Hosanna manifestó que “hace 11 años que el Estado llega tarde no sólo en términos de erradicación de la violencia, de prevención sino en la perspectiva de género de todos los estamentos”.
“Hace 11 años que el Estado llega tarde”
El sábado cerca del mediodía la policía local recibió un llamado de alerta de que una joven se encontraba desvanecida en un inmueble de la calle 108, en el barrio Isaura, Olavarría. Cuando llegaron, Pais intentó desviar la investigación diciendo que un grupo de personas había ingresado al lugar efectuando disparos y que uno había impactado contra Valentina. Sin embargo, las pericias lo desmintieron y dieron cuenta que el cuerpo tenía “lesiones de larga data”.
Según indicó el Observatorio de las Violencias de Género Ahora Que Sí Nos Ven, una mujer es asesinada cada 22 horas y, recién comenzado el 2020, la tendencia pareciera mantenerse. El caso más reciente: el femicidio de Valentina Gallina (19), que fue asesinada a golpes por su pareja, Diego Alejandro Pais (29).
La integrante de Casa Popular Valeria aseguró que la situación que están atravesando las pibas en los barrios es “urgente” y “terrible”. “Se sienten completamente excluidas de todo el sistema de denuncia, de contención en las oficinas de género del Estado. Llegan a nuestra casa. La intención es enorme pero los brazos son cortos”.
EC/UA/RG
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