Hace 70 años. Perón, mediante el decreto 29.337, suspendía el cobro de aranceles y establecía la gratuidad de las universidades bajo responsabilidad estatal. Este suceso se convirtió en uno de los pilares más característicos del sistema educativo argentino.
Yamile Socolovsky, secretaria de Relaciones Internacionales de CONADU, celebró el 70ª aniversario de la gratuidad universitaria en los Especiales de la Gráfica “es un aniversario muy especial en este contexto. Estamos, finalmente, logrando que terminen estos cuatro años de gobierno antipopular. A puertas de empezar un nuevo período político y esperanzador para nuestro país. Reivindicando los 70 años que han sido tan denostados por el gobierno de Mauricio Macri. Con la referencia, para entender, lo que representa la Universidad pública en Argentina”.
El Estado le abrió las puertas al pueblo con la universidad. Sin embargo, se presenta una dificultad para el profesional que la gratuidad le permitió obtener un título y es el distanciamiento de su origen social, de la vida laboral de su familia. Socolovsky sostuvo “eso es parte de lo que pasa. Abrir las puertas a los hijos e hijas de la clase trabajadora para que llegaran a la Universidad era también abrir las puertas a una disputa por la Universidad. No sólo para que pudieran estudiar y tener derecho a imaginar un futuro diferente, sino también para poder transformarla y dejara de ser un reducto de las élites”.
En la misma línea, agregó “se disputan históricamente, desde hace 60 años, dos proyectos. El proyecto de Universidad popular, puesta en función del desarrollo soberano de nuestra patria. Y por otro lado, una Universidad elitista vinculada a la perspectiva colonial que reproduce, en el plano de la formación académica y profesional, la dependencia de nuestros países. Y esa tensión está presente en el mundo universitario. Entonces tenemos profesionales que se gradúan, se desclasan y terminan siendo abogados, contadores, economistas, médicos trabajando contra los intereses de su propio pueblo y de su propia clase. Y graduados y graduadas que forman dentro de la Universidad un altísimo compromiso con las necesidades de su gente y capacidad de construir, sobre el mundo y nuestra realidad, una perspectiva alternativa. Eso también hay que verlo”
Entrevistada por Gabriel Fernández, la integrante de CONADU refirió sobre la transformación que ha experimentado la Universidad “en los años 60 y 70, pudo empezar a modificar una historia- de darle la espalda a nuestro pueblo- donde un sector del movimiento universitario pudo encontrarse con el movimiento popular en el lugar de los proscriptos, de los perseguidos y de los rebeldes. Esos hijos e hijas de trabajadores que pudieron en la década ganada llegar a la Universidad y también avanzar en esta transformación democrática y resistieron al embate del neoliberalismo, cuando nos quiso hacer creer que no teníamos derecho a muchas cosas y tampoco a la Universidad. La gente fue a las calles a decir “la Universidad la defendemos porque también es nuestra”. Esa Universidad está convulsionada por esa fuerza transformadora que siempre representan los sectores populares, en el seno de una institución que no fue pensada para eso y que por lo tanto hay que transformar”.
Sobre las discusiones dentro de la docencia y el debate de los contenidos de la educación pública, Yamile manifestó “es una discusión que está presente y que desde el sindicato promovemos. No solo el tema de los contenidos. También, hay una cantidad de factores que conspiran contra la posibilidad de generar esta democratización, este compromiso, esta revisión de las perspectivas que tiene que ver con los contenidos y con las formas de evaluación en el mundo académico que condiciona hacia donde se dirigen los esfuerzos de los docentes e investigadores.
Añadió “es un dispositivo que se instaló en la década del 90 no sólo en Argentina, sino en las universidades de toda la región y en el mundo. En estos momentos es una de las claves de la discusión que estamos dando para ver como podemos empezar de una manera efectiva a generar un cambio en la orientación de las prácticas académicas. También, discutimos como en las universidades se puede desarrollar- de una manera más efectiva- una perspectiva pedagógica sobre la enseñanza en la propia universidad que esté a tono con la idea- estudiar en la Universidad es un derecho- y que por lo tanto exige a las instituciones y a los docentes generar capacidades para garantizar que los estudiantes, que llegan a la universidad, puedan ser debidamente acompañados y el derecho a la educación se haga una realidad”.
Finalmente, refirió sobre los planes de estudio y los modos de financiamiento en la universidad: “muchas veces condicionan la orientación de las actividades que se hacen y por eso tenemos en nuestras universidades públicas, coexistiendo actividades que son de algún modo orientadas por la preocupación del interés general y otras actividades- en alguna zonas de la Universidad- que están condicionadas o determinadas por intereses particulares y en muchos casos por intereses económicos. Todo eso es materia de discusión, hay q sostener y profundizar- en esta etapa- si creemos que las universidades tienen un rol que cumplir para ayudar a recuperar la soberanía, capacidad productiva y desarrollo social y cultural en nuestro país”.
LI/GF/RG
Discusión acerca de esta noticia