El secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) a nivel nacional y dirigente de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A) Hugo “Cachorro” Godoy señaló en Radio Gráfica que la unidad del movimiento obrero “no tiene que ser la mera formalidad de una sigla, sino la potencia de una clase trabajadora protagonista de los cambios”, en relación al posible regreso de la CTA de los Trabajadores a la Confederación General del Trabajo (CGT), el tema central del debate del Congreso de la Central obrera que lidera Hugo Yasky previsto para hoy jueves en el Micro-estadio de Lanús.
En comunicación con Lucas Molinari y Víctor Mastrángelo en Punto de Partida, Godoy analizó que “los cuatro años de macrismo demostraron que la unidad de la clase trabajadora se da en las luchas y en la calle”, y no como resultado de acuerdos entre conducciones gremiales, en una crítica implícita a lo que el Congreso de la CTA de los Trabajadores va a resolver en algunas horas en la zona sur del conurbano bonaerense.
Hay que recordar, que la emergencia de ambas CTA fue la consecuencia de una escisión política producida en el año 2010, una ruptura alrededor de cómo debía posicionarse el movimiento obrero frente al gobierno de Cristina Kirchner. La CTA-A mantuvo un posicionamiento crítico respecto de las políticas de la última etapa kichnerista, que se tradujeron en una oposición a que los trabajadores paguen impuestos a las ganancias, el rechazo al acuerdo con Chevron para explotar petróleo no convencional en Vaca Muerta y la Ley “Antiterrorista”, entre otros aspectos.
Ambos sectores, incluso el que lidera Pablo Micheli dentro de la CTA-A, pero con un férreo enfrentamiento con “Cachorro” Godoy desde hace mucho tiempo, confluyen en el Frente de Todos y en el apoyo a la fórmula presidencial de Alberto Fernández y Cristina Fernández. Sin embargo, se mantienen distanciados por diferencias políticas y por diferentes concepciones acerca de cómo debe ser la construcción de las clases trabajadoras en la Argentina. La persistencia de estas divisiones plantea, en esta coyuntura de muy posible cambio de gobierno nacional, un enorme desafío político para Alberto Fernández y su objetivo de Pacto Social que va a requerir al interior de las diversas organizaciones de trabajadores asalariados y no asalariados un alto nivel de unidad y articulación. Interrogantes que sólo la experiencia efectiva podrá develar, sumado a que la decisión que resuelva la CTA de los Trabajadores deberá encontrar respuesta positiva por parte de quienes conducen la Central de calle Azopardo, algo que todavía no se ha hecho evidente.
“Los cuatro años de macrismo demostraron que la unidad de la clase trabajadora se da en las luchas y en la calle”
“Hay que hacer realidad un nuevo modelo sindical en la Argentina”, insistió Godoy, “que incorpore las nuevas realidades de la organización de trabajadores en los barrios y en las cooperativas”, abogó el dirigente estatal, cuya Central ha desplegado una articulación importante en los años de resistencia al macrismo con las organizaciones y movimientos de la economía popular, entre ellos, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Frente Popular Darío Santillán (FPDS) y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL).
Como parte de ese nuevo modelo, “se tiene que requerir la elección directa de autoridades en las centrales”, explicó el estatal.
En otro orden de cosas, Godoy denunció la efectivización en la planta jerárquica del estado de 2500 funcionarios del gobierno nacional, una resolución aprobada por un decreto de Macri en el último mes para funcionarios jerárquicos del Estado. “La mayoría de los funcionarios fueron puestos a dedo por Macri”, narró, y añadió que “con estos convenios van a poder hacer un concurso a medida para perdurar en los cargos, y eso implica que en un eventual próximo gobierno sean los que pongan trabas para que se produzcan los cambios que requiere organizar al Estado de una manera diferente”, elucidó Godoy. “Pedimos que se anule” el decretó, reclamó el dirigente de la CTA-A.
Por otro lado, el gremialista marcó las prioridades para cuando se reúnan con el próximo gobierno: “Pedimos la reincorporación de los trabajadores despedidos del Estado y que se reestablezcan las políticas públicas recortadas por el gobierno de Macri”.
En ese sentido, Godoy opinó que “sigue pendiente la modificación de la ley sindical en la Argentina, en particular, los cuatro artículos que limitan la libre organización de los trabajadores”.
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