No conforme con la reducción de presupuesto a las Provincias, el ajuste en la coparticipación y el destrato económico y político al interior del país, el macrismo reflota una vieja discusión nacional mediante una medida unilateral y centralista. “El Puerto de Buenos Aires se transferiría a la Ciudad pero además se estaría definiendo la enajenación de algunos sectores para un proyecto inmobiliario. Esa es la información que tenemos” cuenta Adrián Silva, secretario general de la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles y Puertos (APDFA), que dialogó con Radio Gráfica.
En la transformación del sistema portuario de los años noventa se han provincializado y se han formado consorcios de gestión de casi la totalidad de los puertos de la Argentina. Si bien se concesionaron las terminales operadoras, el único puerto que quedó en manos del Estado nacional es el Puerto de Buenos Aires. “Esto sería un cambio patrimonial al que nos oponemos por una cuestión de soberanía. No estuvimos de acuerdo con lo que ocurrió en los noventa, no quedamos conformes con la política portuaria de proyectos anteriores y creemos que el gobierno hoy no tiene la legitimidad necesaria para tomar esta decisión tan trascendente” destacó Silva.
Esta decisión que estarían tomando el ministro de Transporte Guillermo Dietrich con la venia de Mauricio Macri, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y distintos desarrolladores inmobiliarios amigos de la gestión, ha generado un fuerte rechazo y probables acciones judiciales. “Si con toda la información arriba de la mesa consideramos que se está violando la ley por hacerlo por fuera del Congreso, y aún más si están enajenando bienes del Estado para un proyecto inmobiliario, haremos la presentación legal correspondiente” comentó el dirigente que considera que esta medida obedece a intereses puntuales.
“Se intentan tomar estas decisiones para beneficiar a determinados grupos económicos y para condicionar ciertas políticas. Aspiramos a que la Administración General de Puertos sea rector de la política, con esto intentan disminuir la presencia del Estado en proyectos estratégicos”
Según indica el entrevistado, la actividad portuaria es rentable contrariamente a lo que sucede en el sistema ferroviario. “Una actividad que es rentable para el Estado nacional dejaría esos recursos en la Ciudad de Buenos Aires”, y lo más grave es que se trata de una decisión “que altera y condiciona cualquier política estratégica que quiera revitalizar al sector”.
Alberto Fernández ha conquistado una diferencia casi irreversible en las últimas elecciones y ha dado importantes señales de federalismo en el camino hacia una nueva gestión, Silva encuentra también allí un punto a destacar: “En un momento en que el candidato más votado está hablando de dar señales federales, de descentralización, se toma una decisión unitaria. Vuelve a condicionar a las economías regionales pensando sólo en el Puerto y en la Capital. Donde hay puertos y ferrocarriles hay desarrollo, donde hay puertos eficientes manejados por el interés nacional se adecuan los costos y se beneficia al interior.
“Estos son manotazos de ahogado para traer beneficios a negocios propios o condicionar la política futura”
Finalmente, el hombre de la Corriente Federal señaló que se está tomando contacto con los gremios que representan a los trabajadores del sector: “Planteamos nuestra posición rápidamente para avanzar en una postura conjunta”.
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