Por Carlos Aira (*)
El terremoto Diego Armando Maradona. Pasó su presentación y primer partido oficial dirigiendo Gimnasia. Difícil misión quedar impasible ante él. En estas semanas se dijo de todo. Se escribió de todo. Sobre todo el arco progresista liberal. Un torrente de palabras y explicaciones proclamando desconcierto.
Intelectualidad puesta a descifrar a Maradona. Dimes y diretes. Frases del tipo: “amo al jugador pero su vida y entorno…”. Confusión explícita en forma de interminables caracoleos semánticos. Explicaciones sesudas. Paternalismo moral.
Parece que el progresismo no comprende a Diego Maradona. La sobre-ideologización no ayuda. Diego puede ayudar a construir mil figuras. Pero su imagen es simple y sin dobleces. Este regreso al fútbol tiene un común denominador, explícito en la simbiosis tribunas-Maradona: amor. ¿Se explica el amor?
El problema es explicar a Maradona sin comprender al pueblo que lo ama. Diego es pueblo. Con todos sus defectos, vicios, partes blancas y negras. Una relación de iguales. Por eso el pueblo argentino lo idolatra y acepta como es. Sin hipocresías.
Palabras y palabras que alimentan la confusión de los eruditos. Complejas teorías sociológicas. Excesos, mujeres e hijas para adornar el combo. Todo en el mismo lodo, sin comprender que Maradona es simple, práctico y popular. Igual que sus pares que lo quieren y respetan tal cual es. Sin ideologización. Diego es una identificación que se admira. Como dijo Martín García en La Señal: “te admiro porque sos peor que yo y aun así sos el mejor y te mostrar como sos“. Sin verguenzas. Admitiendo defectos.
Maradona pone en un intríngulis de difícil resolución al progresismo liberal. Se encuentra en el mismo callejón que les genera el peronismo: no lo puede criticar, tampoco aceptar. Cuantos peronismos ha descrito esta misma ralea de escribas. Seguramente, la misma cantidad de Diegos que ha identificado. Diego, al igual que el peronismo, es muy simple. Tan simple que no se comprende. El hombre que está solo y espera. Las miles de gotas de una nación parido en Villa Fiorito.
Mientras tanto, siguen los ríos de tinta explicando a Diego Armando Maradona…
(*) Conductor de Abrí la Cancha – Colectivo de Dirección de Radio Gráfica.
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