En el marco de la media sanción en la Cámara de Diputados de la Ley de Emergencia Alimentaria, Natalia Quinto, referente de La Boca Resiste y Propone (LBRP), aseguró que “es una demanda que en los diez años anteriores no teníamos”.
“Demandas sobre distintos problemas venimos tomando desde siempre, pero este último año y medio los problemas son cada vez más complejos y de más difícil resolución”, señaló Quinto, a la vez que remarcó que se está discutiendo un derecho primario y que desde su organización viven con angustia no contar con recursos propios como para ayudar en esa emergencia que es el hambre.
Tras afirmar que los vecinos “no tienen energía, porque estos últimos tres años han sido tan duros, la han pasado tan mal”, Natalia se niega a naturalizar que haya personas sin comer y e incentiva a “pelear hasta el último aliento” para modificar la situación.
En diálogo con Lucas Molinari, le respondió a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich: “En el barrio de La Boca, el que tiene hambre tiene que hacer una cola tremenda en Pavón y Entre Ríos para que le den un turno, una derivación y esperar a que haya cupo en ese comedor”, en referencia a sus dichos de la semana pasada.
“El gobierno porteño trabó todas las vías de acceso a la vivienda”
Con respecto a uno de los temas que más la atañen, el desalojo en la Ciudad de Buenos Aires, Quinto aseguró que en lo que va del año, ya hubo por lo menos 50 desalojos: “Hay un promedio de tres por semana con sentencia firme desde hace un año y medio”.
Actualmente, LBRP acompaña a familias de 220 casas en proceso de desalojo y pide que se actúe sobre los datos que arrojó el relevamiento del IVC sobre viviendas ociosas: “Hay que tomar medidas concretas que tiendan a regularizar, a diversificar el mercado inmobiliario para que las familias puedan acceder al derecho a la vivienda”.
Al profundizar sobre este tema, la referente popular manifestó que la falta de regulación por parte del Estado en el mercado inmobiliario generó una barrera que no le permite a las familias de los sectores bajos acceder siquiera al alquiler formal sometiéndolas a pagar lo que los propietarios quieran (en alquileres informales). “En la Ciudad, el gobierno trabó todas las vías de acceso a la vivienda, como los créditos y las compras colectivas”, confirmó, antes de proponer: “Hay que votar de otra manera”.
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