Mara Ruíz Malec, economista del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA), dialogó en Vamos al Frente sobre las nuevas medidas de control cambiario que dio a conocer el gobierno; este domingo por decreto en el Boletín Oficial.
Entrevistada por Ariel Velázquez, indicó que las medidas gubernamentales “tienen un rol prudencial cuando tu economía no produce dólares y los necesita. La Argentina tiene un historial de devaluaciones e inflaciones muy arraigada en la memoria de todos. La tendencia a dolarizar las cosas es muy fuerte, entonces los controles de capitales lo que hacen es intentar que, ante escenarios disruptivos, el dólar no se mueva tanto y no termine generando estas situaciones caóticas”.
Cuando asumió Mauricio Macri, el 10 de diciembre del 2015, inició una serie de levantamiento de controles, lo que según la especialista “demuestra que liberalizar a los mercados tiene efectos terribles sobre la vida de los ciudadanos y ciudadanas. Esos dólares también entraron en su momento porque tenían la posibilidad de irse de un día para el otro”.
“Liberalizar a los mercados tiene efectos terribles sobre la vida de los ciudadanos y ciudadanas”
“Bienvenido sea volver a regular un poco esta variable que nos dimos cuenta, a lo largo de estos 4 años, es tan importante para la vida de los argentinos”, expresó Ruíz Malec.
Sobre las consecuencias de los controles, la economista explicó que “tienen costos económicos donde se genera un dólar paralelo. El problema de los controles no es que algunos dólares no puedan salir, sino que algunos dólares se niegan a entrar. Eso es lo que hay que calibrar. En términos de bienestar, la mayoría de los argentinos y argentinas no compran dólares porque la mayoría no puede ahorrar. Un visto bueno que nos dice que no es tan grave tener controles”.
También aseguró que el movimiento abrupto del dólar “te afecta la cadena productiva, los costos, la capacidad de compra del salario y, eventualmente, también el empleo”. En esa línea resaltó la importancia de calibrar medidas que sean eficientes porque “no es controlar por controlar. Cada momento de la Argentina necesitará de unas medidas y no de otras. Tenemos que lograr parar la salida de la manera más amistosa posible. Cuidando a los que menos tienen y a su vez que no funcione como un desincentivo a la entrada porque necesitamos los dólares para producir y para importar no solo bienes finales sino componentes de los bienes que se producen localmente. Encontrar ese paquete de medidas que nos de ese equilibrio”.
El movimiento abrupto del dólar “te afecta la cadena productiva, los costos, la capacidad de compra del salario y, eventualmente, también el empleo”
Finalmente indicó que los dólares “están concentrados en un grupo pequeño de la población. La capacidad de compra de más 10 mil dólares por mes, que estamos hablando de más de 600 mil pesos, también lo hace un sector concentrado. Definitivamente, también, hay un grupo de personas jurídicas que son las que mueven el mercado”.
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