Por Carlos Aira (*)
Finalizó la Copa América 2019. Quedará en la historia por todas las sospechas alrededor del torneo. La más confusa. Lo lamento por el pueblo brasileño. Un pueblo tan futbolero que no pudo concurrir a las canchas. El modelo FIFA es de exclusión: entradas carísimas para selectos que pueden pagar entradas carísimas.
Lo lamento también por este gran equipo de Brasil. Desde el palazo que significó el 1-7 ante Alemania en la Copa del Mundo 2014; Tite reencontró a Brasil con fútbol. Tal vez sin el jogo bonito de otras épocas. Si el espíritu de un fútbol adaptado al tiempo que le toca.
Lamento que el fútbol brasileño haya aceptado al presidente Jair Bolsonaro festejando en el césped como un futbolista más. Apropiándose en forma desvergonzada de un éxito deportivo cuando el rechazo popular es apreciable. Toda apropiación tiene un costo. Al fútbol argentino aun le duele la imagen de Jorge Rafael Videla entregando la Copa del Mundo 1978. Brasil deberá analizar hacia adentro la imágen final de la Copa América 2019.
Es tan dificil explicar el momento del fútbol sudamericano… Está todo atravesado. En ese rompecabezas, el juego que amamos.
El juego que amamos está atravesado por el VAR. El VAR debiera ser una herramienta que ayude a brindar justicia; pero el VAR, que demostró ser falibre y manipulable, está atravesado por la Conmebol. La entidad madre del fútbol sudamericano, desde qué en 2015 fue virtualmente intervenida por la justicia neoyorkina en la causa FIFA-GATE, responde a diversos intereses globales.
El titular de la Conmebol es Alejandro Dominguez. 47 años, hijo de una tradicional familia paraguaya, fue el hombre elegido por FIFA para remozar la imagen de la conducción del fútbol sudamericano. Línea directa con Gianni Infantino y Mauricio Macri, a quién considera amigo personal. Dato esclarecedor para comprender lo que viene.
Conmebol está atravesada por su pésima relación con la Asociación del Fútbol Argentino…
La AFA, que sigue disputando la sucesión de Julio Grondona, está atravesado por sus internas: Superliga contra Claudio Tapia y su círculo íntimo. Rivales explícitos, como Rodolfo D´Onofrio, quién juega su partido en Conmebol y FIFA. Alrededor, satélites que ponen huevos en ambas canastas. También está el gobierno de Mauricio Macri, que juega junto a Superliga y Conmebol porque tiene sentido en calle Viamonte alguien que no le es afín.
¿Se dieron cuenta que sólo AFA se quejó del VAR? Dirigentes, entrenadores, jugadores de todas las selecciones se cuidaron de no decir nada. Salvo AFA y Lionel Messi. Las palabras del capitán tuvieron una reververancia propia de quién grita en un lugar sacro. Tan así que La Nación se quejó de la maradonización del rosarino y por primera vez le realizó una crítica a sus modos y formas.
Tapia sabe que su lugar no está seguro. Se encuentra cercado. Tanto por el frente interno como externo. Son muchos actores en contra. Lo sabe. La defensa que encontró fue un contragolpe explicitando lo que en otro momento hubiera sido mesa chica: las miserias Conmebol.
Claudio Tapia hoy sostiene una bandera que no es la bandera que nadie quiere en el negocio global del fútbol. Hay que decirlo. Lo hace presidiendo la asociación donde surge parte de la materia prima de excelencia de éste negocio. Donde existe una pasión que no es necesario forzar. En Argentina, los clubes tienen como dueños sus masas societarias. En noviembre de 2018, cuando quisieron ir a fondo por el cambio estatutario que permitiera el ingreso de las SAD, una hábil maniobra interna de AFA desbarató la operación.
En España, ejemplo sempiterno para nuestro país, el 30 de junio de 1992, por Cédula Real el traspaso a SAD fue compulsivo. Si los clubes tenían deudas, obligatoriamente debían transformarse en empresas. Reitero: la bandera sostenido hoy por AFA impide a magnates globales adquirir estructuras inmensas tangibles, como un estadio o ciudad deportiva, o sentimientos forjados durante generaciones.
¿Se dimensiona? Tomemos como ejemplo el Club Atlético Lanús. Un inmenso polo social, deportivo y estructural. Para el negocio global del fútbol, la reglamentación AFA impide que un magnate compre una institución que podría tener cartel de venta.
Una AFA que también está atravesada por situaciones de verguenza. El Caso Real Pilar amerita una investigación. El campeonato organizado por el Consejo Federal – indirectamente afiliado a AFA – abre flancos muy claros para dar cuenta que nada es transparente. El último Argentino A debió considerarse nulo. Por donde se lo mire.
Que lindo es el fútbol. Una lástima que tengamos que brindar un enfoque sobre roscas y miserias. De Bolsonaro a Real Pilar.
(*) Conductor de Abrí la Cancha / Colectivo de Dirección de Radio Gráfica.
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