Ricardo Aronskind, economista y especialista en Relaciones Internacionales, dialogó en Radio Gráfica sobre el escenario económico que recibirá Alberto Fernández y los desafíos para el próximo gobierno.
Entrevistado por Gabriel Fernández y equipo en Ya Nada Será Igual, el economista señaló las primeras medidas deberían tomarse “hay que tratar de desacelerar la inflación. Bajarla a varios niveles no se va a poder porque, aparte, hay que reacomodar salarios. Generar varios retoques para que la economía vuelva a tener un impulso expansivo y eso, en general, tiene un impacto inflacionario. Sería hasta injusto pedirle al próximo gobierno que trabaje drásticamente; hay un combate clave que es el control de precios. El gobierno seguramente va a tratar de recomponer el ingreso de los sectores populares, sobre todo de los más castigados”.
Agregó que “el cuadro de situación es muy complicado. La intención del gobierno será claramente hacer una mejora distributiva, el problema es que muchas empresas están al borde de la quiebra. De hecho se está hablando de alguna moratoria impostiva, no le van a poder cobrar las deudas a muchas empresas .El gobierno tendrá que lanzar un paquete de recaudación impositiva rápido para hacer frente a los gastos públicos y algunas transferencias directas a sectores muy castigados por la crisis o incluso sectores de trabajadores que están en la rama de la producción muy golpeados”.
Sobre la posibilidad de un crecimiento de la inflación, Aronskind expresó “si, totalmente. No por razones objetivas, sino porque tenemos una economía monopolizada y eso le da vía libre a grupos empresarios muy poderosos, y muy poco sometidos a la competencia, para hacer lo que quieran. Me parece que el riesgo grande que afronta el gobierno, en sus inicios, es dar aumentos y que al día siguiente te hayan licuado lo que quisiste dar como mejora”.
Enfatizó “el movimiento obrero tendría que hacer énfasis en el salario real, no tanto en los aumentos nominales. Es un punto muy importante que debería ser incorporado, es mejor garantizar un 5%, que un 40% que después genera una inflación del 50%”.
El especialista, en relaciones internacionales, manifestó su postura sobre el contexto latinoamericano “el caso chileno es interesantísimo, porque hay una verdadera rebelión popular muy masiva y sólida contra el modelo neoliberal y contra todo lo que le hace la vida más difícil a los chilenos. Un modelo implantado por la dictadura pinochetista y que llegó hasta el día de hoy con leves mejoras. Es un dato extraordinario, cuando sabemos que ese país es el punto de referencia de toda la derecha argentina. Y Chile se está cayendo”.
De Bolivia, refirió “es la advertencia que, aun, así se haga un buen gobierno, te volteamos igual. No solamente los gobiernos caen porque hicieron mal las cosas económicamente, sino porque las hicieron bien. El gobierno de Evo es el mejor gobierno de toda la historia de Bolivia, sin embargo está siendo golpeado en parte por el imperio, por agentes locales y clases medias que tiene un visión totalmente distorsionada de la historia y de su país”.
Ricardo reflexionó sobre la posibilidad de un golpe en Argentina y mantuvo “es una discusión muy interesante. En el gobierno de Cristina se habían empezado a dar los primeros pasos para un golpe político. Recuerdo las manifestaciones que empezaron el 8N, eran bastante grandes y con gente enardecida. Ahora cuesta entender porqué protestaban, seguro por el dólar libre. Pero en el perídoo en el que Cristina estaba fuerte políticamente, había una serie de movimientos para calentar la calle, exacerbando furia y odio. Eso se puede hacer con manipulación de la opinión pública. La sociedad argentina no está vacunada contra el golpismo, hay una parte de la población que es fácilmente manipulable”.
Finalmente, respecto al malestar de los sectores vinculados a la exportación ante un posible aumento de retenciones “es muy probable, incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI) está a favor de aumentar las retenciones. Alberto tiene un argumento muy bueno y sólido, es el tema de la pobreza. Creo que va tener que aumentar la retención al sector agropecuario pero no dejarlo solo en ese punto. Hay que ponerle un fuerte impuesto a minera, petrolera y bancos. Hay que evitar que el campo vuelva a victimizarse, como los que más trabajan y los que más son golpeados, Eso hay que manejarlo políticamente para que no vuelva a plantearse ese escenario “.
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