Por Úrsula Asta*
(En el interior de la gráfica, dentro del galpón donde se almacenan las bobinas de papel y funciona el centro cultural de la cooperativa, al lado de una de las máquinas impresoras que está para reparar).
Hubo un tiempo en el que el tiempo cambió de color a un color más oscuro y quedó todo en tinieblas.
Hubo un tiempo en el que sólo se sentía tristeza, desconsuelo, desesperación, amargura e incertidumbre.
Hubo un tiempo de traiciones, especulaciones, de abandono y de mucha soledad.
Pero hubo un tiempo de lucha, de compañerismo, de resistencia, de estrategias, de reflexión, tiempo de unión, de nuevas miradas (…)
Eso veremos ahora: una historia de lucha de la gráfica Patricios y será bueno que nuestros hijos no la olviden!
(fragmento de la escena 1° de la obra de teatro Maquinando, sobre la recuperación de la Gráfica Patricios, con la autoría de Norman Briski).
La Gráfica Patricios es una fábrica recuperada por sus trabajadores. Su génesis está marcada por la lucha de los obreros de los entonces Talleres Gráficos Conforti, cuyos dueños vacían y quiebran. Ese acontecimiento establece las bases de un proyecto parido por la defensa de los puestos de trabajo.
Al momento del conflicto, a algunos se les adeudaba un año y medio de salarios y, a otros, un año. El último cliente que quedaba al finalizar el año 2002 era el diario El País, de Madrid. En aquella Navidad llegaron a pagarle a los trabajadores con monedas, 20 pesos a cada uno. Poco después, en marzo de 2003, se inicia la retención de tareas, y mucho sucede hasta que finalmente en octubre se decreta la quiebra.
Entre esos hechos acontecidos, el vaciador de la empresa, Raúl Gonzalo, inicia un proceso judicial a 13 trabajadores, quienes más tarde son llevados a juicio oral y público en el juzgado correccional N°12, secretaría 78 de Retiro. Cuando inicia esa jornada, durante el ingreso de los jueces -momento en el cual quienes están presentes en la sala se ponen de pie-, una Norita Cortiñas enojada y aguerrida –la madrina de Radio Gráfica- se levanta de su silla a vociferar contra la injusticia. Tiempo después, al finalizar el procedimiento judicial, absuelven a los acusados quedando acreditado que no hubo ni usurpación ni abuso de confianza.
El conflicto tiene como protagonistas a esos trabajadores y a sus familias. Además de la pelea por la fuente laboral, una experiencia artística aparece como muestra de esa participación. La historia de la Gráfica Patricios se hace obra de teatro. Con la producción y dirección de Norman Briski, se lleva a cabo Maquinando. El mismo Briski recuerda que el grupo teatral se entera del conflicto a través de los medios de comunicación, lo cual los mueve a ir con el equipo hasta los talleres en toma.
La obra es construida por el grupo Olifante en un año y medio, y de la interpretación participan también los mismos trabajadores junto a sus familias. Finalmente, se estrena en la Gráfica Patricios; luego se realizan funciones en el Teatro Calibán, y a lo largo de tres años, en numerosas fábricas y escuelas tomadas de Capital Federal, aunque también viaja a otras provincias. La última presentación se hace en Neuquén en la fábrica de cerámicos FaSinPat (Fábrica Sin Patrón).
En el proceso de recuperación de la empresa, esos trabajadores no sólo defienden su dignidad, sino que además preservan la producción gráfica. No es casual el polo de organización que se generó. Hoy funcionan allí la cooperativa Gráfica Patricios; una escuela secundaria de reingreso, la EEM N°2 del distrito escolar 4; el Centro de Salud de Acción Comunitaria N°46, que inicia siendo un centro odontológico y que hoy funciona como parte del Área Programática del Hospital Argerich; y la Radio Gráfica.
En el caso de la escuela, 10 años después de la recuperación, la comunidad educativa llama a la EEM N°2 del 4 “Escuela Trabajadores Gráficos”. Néstor Rebecchi, quien es su director desde el inicio, plantea entonces que algo nuevo está sucediendo: “Lejos de llamarse a las Escuelas Ramón Falcón, Julio A. Roca, etc., las comunidades educativas consideran que las mismas deben tener el nombre de Rodolfo Walsh, Claudia Falcone, Norberto Morresi o Monseñor Angelelli…”.
Corre el año 2003, cuando los 28 obreros que participan de la recuperación de los talleres gráficos encuentran en el segundo piso, área vedada antes a los trabajadores, un estudio de radio. Tienen entonces la decisión de abrir los distintos espacios a organizaciones sociales y políticas.
Más tarde, al pasar un año de la toma, el entramado productivo esa empresa gráfica renace en forma cooperativa en un proceso respaldado sindicalmente por la Federación Gráfica Bonaerense, que también apoya desde inicio el entonces proyecto de comunicación popular de la Radio Gráfica.
Sobre el vínculo con el gremio, Gabriel Rojas, quien integra la naciente cooperativa de trabajo Gráfica Patricios, señala: “Pudimos mantener la relación con el sindicato Federación Gráfica Bonaerense pese a haber dejado de ser trabajadores en relación de dependencia ya que hubo una acción contenedora por parte del sindicato que nos ayudó en múltiples facetas, y luego la creación de la RED (Red Gráfica Cooperativa) fue un hecho crucial para que la Cooperativa Gráfica Patricios pudiera crecer en forma igualitaria, digna y con un grado deseado de eficiencia”.
Las empresas recuperadas son un fenómeno que se distribuye en todo el país y en variados rubros de la estructura productiva y de servicios. Emergentes en la década de los 90 y particularmente en la crisis del 2001, se encuentran en gran medida en el área metropolitana de Buenos Aires y, a su vez, la mayoría de las que están en otras provincias, se ubican en las concentraciones industriales de Santa Fe y Córdoba. Esta distribución guarda relación con los sectores más golpeados del desastre económico de aquel entonces.
De todas maneras, el número de empresas recuperadas ha ido creciendo hasta la actualidad. Para 2018, son un total de 384 -ocupando a más de 15.500 personas-. 37 de ellas nacieron con posterioridad a diciembre del 2015. Hasta el 2022, según el Registro Nacional de Empresas Recuperadas del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, hay más de 400. Cifra similar a la que estima el Registro RENACER que lleva adelante la Dirección Nacional de Empresas Recuperadas, que incluso eleva esa cantidad.
El nacimiento posterior de Radio Gráfica está signado por la impronta de recuperación obrera en el contexto de la brutal crisis que abarca el último tramo del siglo pasado y el comienzo del presente. Como dijimos, en esa génesis de la recuperada Gráfica Patricios con acompañamiento sindical, se toma la decisión de crear un medio de comunicación en manos de sus trabajadoras y trabajadores.
De esta manera, la historia de Radio Gráfica -parida por esa recuperación de Gráfica Patricios, así como la escuela y el centro de salud- retoma aquellas experiencias populares de comunicación que configuran, entre otros ejemplos, las prensas obreras en la Argentina o las emisoras comunitarias y populares en América Latina.
(*) Periodista / Feas Sucias y Malas. El texto es un fragmento del capítulo “Periodismo desde el Pueblo y desde el Sur. Una experiencia de radio” elaborado por la autora y publicado en el libro Comunicación Popular y Alternativa, una revisión dialogada.
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