Por Nehuén Gusmerotti *
El gran presente de Eruca Sativa tuvo una prueba de fuego el pasado viernes 8 de diciembre en el Movistar Arena. La banda de Lula Bertoldi, Brenda Martín y Gabriel Pedernera citó a su gente con la consigna clara, dar el “show más grande de su historia”. Ya con un buen puñado de discos en el lomo, shows multitudinarios y un reconocimiento internacional, Eruca Sativa es una de las bandas más consolidadas del rock argentino que han sido gestadas durante el siglo actual. Un poco de todo ese recorrido se puso sobre el escenario ubicado en Humboldt 450.
La escenografía desplegada tenía un escenario en medio del público y una larga pasarela que atravesaba todo el campo. La primera impresión daba un recinto nutrido, pero con algunos claros, más de diez mil personas deben haber asistido al show que comenzó unos minutos pasadas las 21:00 con “Confundiste”, la potencia escénica y musical del trío y un mensaje claro desde el inicio: “Que nadie venda nuestro país ni privatice nuestra libertad”. Las Eruca se plantaban desde el vamos.
La lista no dio tregua durante los primeros trazos del recital, a puro groove el trío fue repasando canciones de distintos momentos de su carrera. “Blanco”, “El Genio de la Nada”, el cover “Sola en los Bares” con un excelso solo de bajo de Brenda Martín, “Nada Salvaje” y “Abrepuertas” fueron los primeros disparos de la banda a un Movistar prendido fuego que agitaba al ritmo de los riffs y estribillos de los temas. Además, hubo tiempo para compartir un primer adelanto inédito de lo que será el próximo disco del grupo, “Eso no es Amor”, muy bien recibido por el público presente.
Sobre el escenario el protagonismo de Lula Bertoldi es innegable. Una guitar hero con un abanico de matices de voz que le permite ir de tramos melódicos a ásperos alaridos sin esfuerzo. Junto a Lula, Brenda Martín hace con su compañera un tándem pulido en años de shows, haciendo a su bajo hablar idiomas por momentos desconocidos. Ambas juegan, improvisan y despliegan su ductilidad musical sin que eso las haga sonar menos ajustadas. A esa ductilidad, sumarle el empuje de Pedernera en la batería genera una auténtica aplanadora de rock and roll. Sangre y carne es lo que transmiten las Eruca cuando uno se encuentra con la banda en vivo.
Durante el recital fueron apareciendo en las pantallas y en las voces de Lula y Brenda varias consignas, frases y posturas políticas. Carlos Jáuregui, Cortázar, Félix Luna, o Camila Villada, fueron algunos de los autores que se hicieron presentes en las pantallas con consignas como “En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política”. El bloque acústico en el escenario del centro del campo fue integrado por “Para que sigamos siendo”, “Por quién vendrán” y “Chacarera del primer día”, mientras Lula expresaba con determinación: “Vamos a seguir repitiendo, hasta el cansancio: ¡Memoria, verdad y justicia!” (en ese momento las pantallas se iluminaron con el “Son 30.000”). En sintonía apareció el mantra que comienza a hacerse presente en los espacios artísticos desde el 19 de noviembre, “el que no salta, votó a Milei”.
Mención aparte para el mencionado bloque acústico. El trío por momentos tenía reminiscencias al new wave sumero, por momentos pasaba a un folclore psicodélico. Sin dudas la versatilidad de la banda es uno de sus fuertes. Y si de fuertes hablamos, la improvisación se desplegó en todo su poder en “Armas Gemelas”. Este tema estuvo atravesado por un largo tramo de zapada en que cada integrante tuvo su momento protagónico de forma excelsa. “Yo no tuve suerte, solo merecí llegar”, entona Lula durante la funky “Sorojchi”, como una respuesta a quienes puedan dudar de su trayectoria hasta el presente.
A pesar de la potencia, hubo tiempo para bajar la espuma. La potente “Ojalá” de Silvio Rodríguez fue otro de los covers elegidos, sumada a “Justo al partir”, “Carapazón” y “Tanto”, para la que Lula tomó un charango eléctrico mientras Brenda se calzaba la acústica y Gabi el bajo tiñéndola de zamba eléctrica moderna. Otro de los climas intensos en formato folclórico fue “Creo”, una de las canciones de Seremos Primavera que empieza a teñirse de himno de lucha. Al compás hipnótico de percusiones y las luces verdes, Lula le agregó un mensaje claro para lo que viene “cuiden al que tienen al lado”. El único invitado de la noche fue parte de “Amor Ausente” con una intro de armónica en soledad que luego se sumó a toda la banda para uno de sus clásicos más emotivos.
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“Y cuando te des cuenta yo voy a seguir estando acá” braman Martín y Bertoldi en uno de los picos de agite del show con “Magoo”. Parte del final también fueron “Fuera o más allá”, “Inercia” y la catupesca explosión riffera onomatopéyica de “Queloquepasa”. En este tramo Brenda Martín reivindicó la educación pública cantando “Docente luchando, también está enseñando” a coro con el público. El cierre a pedido de “una más” fue “Baba”, bajando la temperatura sanguínea para un regreso aclimatado.
Una noche para destacar un camino y para redoblar la apuesta hacia el futuro. Eruca Sativa es una de las bandas más prolíficas de nuestro rock actual. Ya sea conmoviendo con una zamba, ya sea con un visceral funk distorsionado, las chicas sobre el escenario son una topadora. 15 años para 16, el show más grande de la historia y la seguridad de que pase lo que pase, van a seguir estando acá.
(*) Conductor de Resistiendo con Ideas (Lunes a viernes de 20 a 21 horas)
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