Por Carlos Aira
1.040 kilómetros separan Vicente López del estadio Madre de Ciudades. Una interminable caravana de micros detrás de una ilusión que a comienzos del campeonato parecía una quimera. Platense a un partido del campeonato. En esa interminable caravana marrón se mezclan los pibes de hoy con los veteranos del ayer. La ilusión detrás de la ansiada vuelta olímpica. En 120 años, Platense no tuvo muchas chances de abrazar la gloria. Los abuelos aún recuerdan la frustración que siguen masticando por aquella noche ante Estudiantes en la semifinal del Nacional de 1967. Los pibes volvían al estadio donde Platense perdió la final de la Copa de la Liga 2023. Platense. Los Calamares, como los bautizó el periodista Palacio Zino hace más de un siglo. El club de los maravillosos Julio Cozzi y Antonio Báez. Aquellos calamares que de tanto coquetear con el fondo de la tabla de posiciones – y luego de promedios – se transformaron en Los Fantasmas del Descenso. Esos que todos los años aparecía un pichi nuevo que al descenso tenían que mandar. Pero un mediodía de 1999, Platense resbaló y se cayó en las catacumbas del ascenso. 22 años en la oscuridad, incluidas 11 temporadas en Primera B, la tercera división. Platense se fue poniendo de pie y en enero de 2021 regresó a Primera. Cuatro años después, un equipo utilitario se coronó campeón. El zurdazo de Guido Mainero será más recordado que las corridas del Beto Alfaro Moreno, la zurda de porcelana de Claudio Spontón o la pegada de Marcelo Espina. ¡Platense campeón! La alegría desbordante de emoción de los calamares que viajaron a Santiago. ¡Platense campeón! Nadie durmió a pasos de la General Paz. ¡Platense campeón! El sueño cumplido de los sufridos hinchas del Marrón.
La dupla Orsi – Gómez llegó a Platense durante la Copa de la Liga 2024. Agotado el ciclo de Martín Palermo, la misión estuvo en sumar puntos, engordar el promedio y apuntar a zonas de competencia internacional. Platense terminó décimo en el campeonato 2024 y estuvo a solo un punto de clasificación a la Copa Sudamericana. La dupla armó el nuevo proyecto. Para 2025 dejaron el club, entre otros, el delantero Mateo Pellegrino y el veterano defensor Gastón Susso, un símbolo del club. En silencio, llegaron Nicolás Orsini y Tomás Silva, a préstamo de San Lorenzo. El diseño táctico de la dupla fue sólido no exento de una gran dosis de sacrificio. No podía ser de otra manera: la mayoría de sus jugadores surgió en el ascenso. El arquero mendocino Juan Pablo Cozzani llegó a Platense desde Deportivo Maipú. El central Ignacio Vázquez, un manojo de temperamento y coraje, surgió en All Boys. Los laterales también conocen el fútbol de ascenso. Juan Ignacio Saborido surgió en Villa San Carlos. Por su parte, el lateral derecho Tomás Silva pasó por Atlanta. El volante Gonzalo Goñi jugó en Agropecuario. Santiago Postel (San Miguel), Fernando Juárez (Agropecuario) Jonathan Bay (Ferro), Bautista Barros Schelotto (Fénix) y Raúl Lozano (Quilmes), también conocen el fútbol de ascenso. Guido Mainero debutó profesionalmente en Instituto, jugando el campeonato de Primera Nacional. Nicolás Orsini tuvo un paso goleador por Sarmiento. De los tiempos calamares en el ascenso aún persisten Ignacio Schor y Franco Baldasarra.
Un equipo solido, pero también muy trabajado en la semana. La línea de 4 es inalterable. En el medio, el equipo tiene dos volantes de contención (Rodrigo Herrera y Leonel Picco), dos volantes externos (Guido Mainero y Franco Zapiola), un talentoso que le sumó sacrificio a su fútbol, como es Vicente Taborda. Arriba, Ronaldo Martínez y Agustín Lotti son dos delanteros veloces e inteligentes. Ninguna figura superlativa. Ningún crack notable. Once obreros del fútbol. Once futbolistas convencidos que la gloria era posible.
Platense terminó sexto en la zona B, con 23 puntos (seis victorias, cinco empates y cinco derrotas). En el mano a mano, la campaña de Platense fue espectacular. En octavos de final visitó a Racing en Avellaneda. La Academia casi no inquieto a Cozzani. Cuando parecía que la clasificación se definiría por penales, apareció el grandote Orsini para convertir el gol de la victoria. El siguiente paso fue River en el Monumental. La noche del polémico arbitraje de Yael Falcón Pérez. En una electrizante, Vicente Taborda convirtió el gol en tiempo regular y el rubio Schor marcó el celebrado gol en los penales. La semifinal emparejó a Platense ante San Lorenzo. Una nueva definición en casa ajena. Tarde de dientes apretados y gol de Franco Zapiola en la segunda etapa. Cuando el volante dejó Estudiantes y fue a Platense algunos pensaron en un retroceso en su carrera. Al igual que Taborda, la carrera de Zapiola tomó una nueva dimensión.
Domingo 1 de junio de 2005. El día soñado por el barrio de Saavedra – la cuna original – y la localidad de Vicente López, casa del Marrón desde 1979. Llegó el momento soñado desde el lejano 25 de mayo de 1905, cuando un grupo de amigos acertaron sus pesos a las patas de Gay Simon, un potrillo de cuatro años que clavó 54 segundos la milla en el Hipódromo Municipal. La victoria del zaino les pemitió fundar el club de sus anhelos. El nombre para el club fue elegido en honor al stud que Gay Simon representaba: Platense.
El Platense de Archibald Goodfeelow. El club que se separó hace un siglo generando que jugaran dos Platenses, uno en cada liga porteña; el último equipo chico que descendió luego del cisma de 1931; Platense. El de Cozzi, Fonda y Piano; El del Tapón Toledo; El Platense que se codeó con la gloria en 1967 y callará por siempre que le dijo Bilardo al grandote Hurst. ¡Platense! El que se quedó sin cancha en 1971 y paseó errante durante años. El que protagonizó el Cuadrangular de la Muerte cuando nadie lo esperaba. El Fantasma del descenso. El que le ganó la final de la Liguilla de 1988 a Boca. El Beto Alfaro Moreno, Adrián De Vicente, Ariel Boldrini, Dario Scotto, Marcelo Espina y Claudio Spontón. Los nombres se amontonan… ¿Cómo dejar afuera al Chíngolo Cositorto, Antonio Campilongo, Mario Pajoni, Raúl Grimoldi, Javier Baena, Enrique Topini, Felipe Bellini, José Luis Petti, el Chavo Anzarda, Ernesto Ulrich, Daniel Vega, Gregorio Esperón o Carlos Biasutto?
¡Platense campeón 2025! El grito afónico que surgió en Santiago y retumbó en todo el país.
Carlos Aira es periodista y escritor / Conductor de Abrí la Cancha
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