El 20 de mayo, el Poder Ejecutivo Nacional publicó en el Boletín Oficial el Decreto de Necesidad y Urgencia 340/2025 con el título de Régimen de Excepción de la Marina Mercante Nacional. Allí avanza con la desregulación y desnacionalización del sector, además de limitar el derecho a huelga en numerosas actividades.
El DNU 340/25 impacta de lleno y negativamente en el empleo argentino en el sector marítimo y fluvial, en la producción y reparación que llevan a cabo los astilleros nacionales y constituye la pérdida de herramientas soberanas para el control y la explotación de los 7.000 kilómetros de costa fluvial y marítima del país.
En las justificaciones de la medida, el decreto dice que el “sector del transporte marítimo y fluvial argentino se encuentra atravesando una situación de crisis y emergencia por la falta de competitividad dada por los altos costos de operación” y por las restricciones y las cargas que la normativa que regula la actividad impone. Desde esa base, avanza en la total extranjerización.
“Rompen todo”, sintetizó Eduardo Baglietto, vicepresidente del Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante, sobre el decreto firmado por el presidente Javier Milei.
“Esta medida viene madurando desde hace tiempo. Según el criterio del Gobierno, la Marina Mercante era muy pequeña y no competitiva“, agregó.
“En los considerandos del decreto dicen que se redujo 80% desde 1992 por falta de competitividad, cuando en realidad eso se produjo por la desregulación que hizo Menem en ese año con el decreto 817/92 con un objetivo similar al actual”, afirmó Baglietto.
“Tuvimos la actividad complemente desregulada durante 13 años (hasta el gobierno de Néstor Kirchner). Trabajábamos como extranjeros en el país con buques que habían cambiado a banderas de conveniencia. Por esa situación hubo mucha gente que no se pudo jubilar porque le faltaron 7 u 8 años de aportes. Desde comienzos de 1991, pasamos de tener 190 buques a 16 y desapareció completamente la flota de ultramar. Hoy no tenemos un solo buque argentino que transporte un grano al exterior“, puntualizó el referente de los capitanes.
MILAGROS BARBIERI: “CONCRETA EL EXTERMINIO DE NUESTRA MARINA MERCANTE Y DE LA SOBERANÍA NACIONAL”
Milagros Barbieri es socia de la consultora Cauce Agroalimentaria, integrante del Movimiento Productivo 25 de Mayo y asesora del bloque de diputados del Frente de Todos en el Congreso nacional. Sobre DNU 340/25 expresó: “Concreta el exterminio de nuestra marina mercante y de la soberanía nacional“.
Sobre el contenido explicó que “buques extranjeros van a poder operar en aguas argentinas por 60 días sin tripulación local. Hasta ahora los fletes y el transporte de cabotaje eran con tripulación argentina”.
“A ello se suma que no es más obligatorio reparar los buques en astilleros argentinos. La tripulación no se va a regir por los convenios locales, sino por su bandera de origen. Esto va a implicar un riesgo de 5000 puestos de trabajo directos de capitanes, maquinistas y serenos de barcos”, amplió.
“En términos de soberanía, también perdemos la capacidad de inspeccionar estos barcos, con riesgo de contaminación sobre todo en la llamada Hidrovía”, alertó.
“Además, limita por completo nuestras posibilidades de desarrollo en el sector, a contramano del mundo que las protege. Este decreto, de avanzar, va a generar despidos masivos, pérdida de soberanía y una industria naval que probablemente se desarme. Es un decreto que es la antipatria. En los noventa ya pasó y nos quedamos sin marina mercante, remontó después, pero aún estábamos lejos de recuperar. Esto es un golpazo“.
Ante la consulta sobre quienes son los beneficiados de esta medida, apuntó a las multinacionales. “El objetivo es beneficiar a un sector ultraconcentrado de exportación de commodities y a las multinacionales“, señaló.
“Hoy Argentina no tiene un solo buque de transporte marítimo. Los costos de los fletes van a bajar, los trabajadores argentinos tienen un promedio de 1200 dólares más cargas sociales. Un trabajador filipino tiene un salario promedio entre 250 y 400 dólares, además sin tributar en el país”.
El decreto también pega de lleno en los astilleros locales al eliminar la obligatoriedad de construir embarcaciones en el país y con la posibilidad de inscribir un buque como argentino hasta con 20 años de antigüedad. “Por cada puesto directo en la construcción de buques, se generan tres indirectos“, indicó Barbieri.
“Además se debilitan las organizaciones sindicales en la negociación salarial y en los derechos, al estar tan a mano contratar trabajadores por menores salarios“. alertó.
Por último, recordó el proyecto de ley de “Desarrollo y Promoción de la Marina Mercante Nacional” acordado entre los gremios y las cámaras empresariales del sector y que fue presentado en 2024 “Lamentablemente nunca se trató en la Comisión de Asuntos Marítimos e Intereses Pesqueros”, marcó.
Redacción: Leonardo Martín / Entrevistas por Lucas Molinari, Úrsula Asta y Leonardo Martín
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