Exactamente un año atrás, el 23 de abril de 2024, se llevaba a cabo una de las mayores movilizaciones de la historia argentina reciente. Solo en Buenos Aires casi un millón de personas a lo que se sumó medio millón más en diferentes puntos del país denunciando el desfinanciamiento de la educación universitaria. Un año después los reclamos siguen vigentes.
En ese marco, docentes universitarios realizaron una doble jornada de lucha con paros y clases abiertas para visibilizar la crítica situación que atraviesan. Solo en el aspecto salarial denuncian un deterioro del poder adquisitivo del mismo de más del 30% desde que asumió Javier Milei. A ello suman el recorte para investigación y extensión y de la universidad en general.
Las medidas de fuerza fueron impulsadas por CONADU y CONADU Histórica con algunas variantes dependiendo de la organización. CONADU – que integra la CTA de los Trabajadores- realizó clases abiertas este martes 22 de abril y un paro nacional sin asistencia a los lugares de trabajo este miércoles 23 de abril. Participará este miércoles de la movilización de jubilados en el Congreso. CONADU Histórica -que es parte de la CTA Autónoma- realizó una doble jornada de paro 22 y 23 de abril.
Los gremios están planificando una nueva marcha federal universitaria para la segunda quincena de mayo. La misma se puede prever masiva tras dos convocatorias que fueron imponentes en 2024, aunque es cierto que lograron conmover a un gobierno que profundiza su desfinanciamiento. Por segundo año consecutivo, queda a merced de la discrecionalidad del Poder Ejecutivo Nacional, al volver a prorrogar el presupuesto del año 2023. Ya en 2024 había vetado la ley que permitía la recomposición salarial de docentes y no docentes.
“Ante la falta de convocatoria a paritarias y con una inflación muy por encima de las promesas del gobierno, el Plenario de Secretarias y Secretarios Generales de la Federación Nacional de Docentes Universitarixs (CONADU) ratificó la continuidad del plan de lucha”, informaron desde la organización que encabeza Carlos De Feo.
“La inflación nos manda más al fondo. La situación salarial de nuestros compañeros y compañeras se vuelve insostenible, y especialmente a las universidades pequeñas y medianas del país les espera un panorama todavía más oscuro para el segundo semestre. No hay plata para llegar a fin de año con cierta normalidad en el desarrollo de las tareas académicas y de investigación. Tenemos que poder sostener la lucha con fuerza pero también con creatividad y con la capacidad de sumar actores”, alertó De Feo.
Por su lado, CONADU Histórica – encabezada por Francisca Staiti- realizaron una doble jornada de paro al que justificaron “en el marco del plan de acción gremial en reclamo de la inmediata apertura de la paritaria salarial, clausurada por el gobierno nacional desde el 7 de octubre de 2024. En marzo, nuestros sueldos recibieron un 0% de aumento“.
“El salario de la docencia de las Universidades Nacionales sigue en picada. Mientras la inflación acumulada llega a 197% (desde que asumió Milei), la actualización salarial fue del 68% al 86% (según el cargo)”, completaron.
El deterioro salarial ya está impactando en los sostenimiento de los cuerpos docentes. Los bajos salarios generan renuncias al buscar otros empleos, interrumpe trayectorias docentes, genera una sobrecarga sobre los que se sostienen en el cargo al tener que tomar otras comisiones e impacta de lleno en las universidades con menos antigüedad dado que la misma es un componente importante en los salarios.
Algo similar ocurre con la investigación donde sumado a los bajos sueldos, escasean los recursos para materiales de investigación o participación en Congresos internacionales.

EL COMUNICADO DEL CIN: “EL DETERIORO SALARIAL MÁS GRAVE DESDE LA RECUPERACIÓN DE LA DEMOCRACIA”
El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que nuclea a los rectores de todas las Universidades Nacionales y en donde recientemente asumió como su titular Gerardo Alpa de la Universidad Nacional de La Pampa, difundieron un comunicado en donde “advierten que la situación salarial de docentes y nodocentes de las universidades es crítica y solicita a las autoridades nacionales un plan de recomposición que devuelva dignidad al salario de las y los trabajadores de la educación superior”.
“El desfasaje producido entre la inflación acumulada y los incrementos recibidos desde noviembre del 2023 a marzo de 2025 es de más del 80 por ciento, lo que acentúa la precaria situación salarial de trabajadores de la educación superior que, en su amplia mayoría, perciben hoy un salario por debajo de la línea de pobreza”.
“Reafirmamos que no hay educación superior pública de excelencia ni universidad pública sin salarios dignos para las y los trabajadores de la educación superior. Reiteramos nuestro pedido a las autoridades para que la mesa paritaria nacional retome su normal funcionamiento y ese ámbito permita encontrar una respuesta razonable y responsable al problema mediante la implementación de un plan de recomposición salarial que revierta el estado actual de cosas, el más grave desde la recuperación democrática en materia salarial”, concluyeron.
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