En una nota publicada en el medio La Mecha, la periodista trata de ahondar en el convenio firmado entre Argentina e Israel que promovió el ministro de Interior Wado de Pedro, cuando en abril de 2022 viajó a ese país junto a una comitiva con representantes de las provincias de Catamarca, Entre Ríos, Formosa, Mendoza, Río Negro, Santa Cruz y San Juan.
“Lo que empezó como una misión científica de intercambio de conocimientos acerca del manejo del agua, se convirtió luego en una posibilidad de cooperación mucho más concreta”, relata la periodista.
En diálogo con Radio Gráfica, Melisa Trad explicó: “Yo sabía que había una historia más allá de la noticia, que tiene que ver con el saqueo a la población palestina, que no solamente está relacionada a la tierra, sino también al agua. Sabiendo eso, dije, bueno, voy a escribir una nota un poquito más profunda sobre tratar de entender con quién estamos negociando”.
“Había una historia más allá de la noticia, que tiene que ver con el saqueo a la población palestina”
El Plan Maestro de Conservación y Gestión del Agua, suscrito entre Argentina e Israel, “cuenta con 18 meses en total y la idea es que viajen funcionarios de esta empresa estatal israelí para generar un diagnóstico de lo que sucede en nuestra provincia y en otras más, y la idea es que a partir de ahí puedan formular una especie de estrategia para optimizar la gestión del agua con distintos horizontes de planificación”, explicó Trad.
La comunicadora que ya realizó varios trabajos de investigación sobre el conflicto Palestino-Israelí, sostuvo que si bien Israel es reconocido mundialmente como una potencia hídrica, basta con viajar al territorio para observar como el agua es parte central del conflicto que ya lleva más de 70 años. “Pude ir a charlar con los trabajadores palestinos que trabajan con el suministro del agua en Palestina. Agua que, en realidad, irónicamente, le tienen que comprar a Israel, y de ahí viene toda su relación con Mekorot, esta empresa que a nosotros nos está vendiendo esta suerte de milagro israelí. No podemos a negar que en efecto Israel ha tenido mentes muy brillantes, que también han ayudado a crear un sistema de gestión del agua muy eficiente, pero sí debemos plantear que mucho de ese uso eficiente del agua tiene que ver en general con el saqueo del agua a la población palestina”.
Y agregó: “El manejo del agua también va cambiando de acuerdo a los intentos de acuerdos de paz que determinaron que el acceso a los acuíferos de la zona en un 80% son para Israel, mientras que a las y los palestinos les correspondería el restante 20%”.
Las cifras indican que actualmente “un israelí tiene hoy acceso en promedio a 300 litros de agua por día, mientras que un palestino/a en Cisjordania tiene a su disposición 73 litros o incluso menos en comunidades rurales”. Cabe señalar, además que según la Organización Mundial de la Salud, una persona necesita un mínimo de 100 litros de agua por día para cumplir estándares mínimos de salud y sanidad.
“un israelí tiene hoy acceso en promedio a 300 litros de agua por día, mientras que un palestino/a en Cisjordania tiene a su disposición 73 litros”
Con estos datos como contexto, la comunicadora destacó: “Yo no le estoy diciendo a mi provincia, a mi país, no, no podemos negociar con esta gente porque tal cosa, al fin y al cabo lo hacemos todo el tiempo, lo que pasa es que a veces negociamos con países que tienen mejor comunicación institucional. Ahora, si nosotros aceptamos esto, yo no quiero ver el día de mañana a nadie quejándose por ningún otro tipo de convenio, de cooperación con ningún país que internacionalmente se juzgue más en una especie de lista negra que generalmente viene diseñada del norte porque no tiene sentido esa doble vara”.
Por último, señaló que “no es la primera vez que Israel ha usado al agua como una herramienta diplomática, hay algo que se llama hidropolítica, un concepto en las relaciones internacionales que tienen que ver con cómo se usa el agua, cómo se usan distintos recursos naturales para en realidad lograr otra cosa. Israel está rodeado de enemigos, es la realidad. Fue a crear un Estado justamente allí donde ya vivía gente y por lo tanto una especie de resistencia iba a suceder. Y en ese sentido Israel ha buscado desde sus propios inicios tratar de encontrar ciertas formas para mejorar su estatus a nivel internacional y romper ese aislamiento que le genera ese lugar en el que está situado”.
“Yo en la nota incluyo los testimonios que yo he escuchado específicamente de trabajadores palestinos, pero también incluyo datos sobre los reportes de Amnistía Internacional, por ejemplo, que muestran cómo el uso del agua por parte de Israel constituye casi un crimen de guerra”, finalizó.
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