Por Nehuén Gusmerotti *
Si uno tuviera que trazar un camino hacia las raíces del rock, tarde o temprano se toparía con David Crosby. El músico californiano fue una pieza fundamental para sentar las bases de lo que luego tomarían, por ejemplo, Charly García, León Gieco o Lito Nebbia en Argentina. Vivió 81 largos e intensos años y finalmente este jueves 19 de enero falleció luego de “sufrir una larga enfermedad”. Así lo informó su familia en un comunicado que difundió la revista Variety.
“Estaba amorosamente rodeado por su esposa y alma gemela Jan, y su hijo Django. Aunque ya no está aquí con nosotros, su humanidad y alma bondadosa continuarán guiándonos e inspirándonos. Su legado seguirá vivo a través de su música legendaria. Paz, amor y armonía para todos los que conocieron a David y aquellos a quienes tocó. Lo vamos a extrañar mucho. En este momento, respetuosamente y amablemente pedimos privacidad mientras nos afligimos y tratamos de lidiar con nuestra profunda pérdida. Gracias por el amor y las oraciones”, completa el texto que informó la partida física de este guitarrista que tiene en su palmarés dos grandes grupos de influencia de la década de los 60´.
Hijo de Floyd Crosby, un reconocido director de fotografía que supo ganar un Oscar, y Aliph Van Cortlandt Whitehead, la rebeldía lo guió desde pequeño. Tras el divorcio de sus padres se sumó a las hordas hippies que levantaban las banderas de hacer el amor y no la guerra, la libertad sexual y la vida liberal. Para comienzos de 1964 ya tocaba junto a Roger McGuinn y Gene Clark en algunos bares de Los Ángeles. La banda conocida como Jet Set varió su nombre a The Byrds, grabó “Mr. Tambourine Man” de Bob Dylan y tuvo un enorme éxito que mostraría una de las características distintivas de “Croz” Crosby, sus complejas y trabajadas armonías vocales.
El éxito y la influencia de The Byrds crecieron rápidamente y las tensiones internas a la par. En 1967 Crosby fue echado del grupo por McGuinn, dejando 4 discos en su haber. Si bien el músico tendría algunas reuniones con sus ex compañeros en el futuro, el camino lo llevó a fundar otro supergrupo de la época, con algunos de los interpretes del folk rock más reconocidos de aquellos años.
1968 lo encontró ensayando con otro músico que se había quedado sin grupo, Stephen Stills, de Buffalo Springfield, donde también tocaba Neil Young. A este dúo se le sumaría la tercera pata fundacional, en una fiesta en casa de Joni Mitchell. Graham Nash provenía de The Hollies y desarrolló una química vocal automática con sus compañeros. Este grupo comenzó a ser de una gran influencia política y social para los artistas de comienzos de los 70´. Sumando a Neil Young como cuarto integrante y dando un gran show en el histórico festival de Woodstock en 1969. Encarnaban la protesta en la música de rock, uno de los aportes fundamentales de este grupo. Si bien sacaron una gran cantidad de discos, con Déja Vu como uno de los más exitosos, el nombre y la propuesta de la banda les daban libertades a los integrantes, que se abocaron a sus carreras solistas en paralelo con las giras en conjunto. Con este escenario, Crosby debutó en solitario en 1971 con su disco If You Only Remember My Name.
Como muchos de los de su generación, Crosby vivió en compañía de los excesos del rock and roll. Con varios sucesos en su haber, tocó fondo cuando en 1986 fue arrestado por tenencia de drogas y armas, lo que le valió cinco meses en prisión. “Fue el peor momento de mi vida. Me vi perdiendo la libertad y yéndome por un tubo. Era una oportunidad para volver a subir y eso fue lo que sucedió. Hice un año de rehabilitación. Eso me dio una mente más clara para vivir una vida normal y me gusta”, contó en una entrevista sobre aquellos días. La vida al límite le pasó factura en 1994, cuando debió someterse a un trasplante de hígado (que fue pagado por Phil Collins) al ser víctima de hepatitis C.
Como solista lanzó una decena de discos, despidiéndose a sus 80 años con For Free (2021), con una variada propuesta artística a lo largo de más de 60 años de carrera. Ingresó por partida doble al salón de la fama del Rock and Roll por su participación en The Byrds y en Crosby, Stills, Nash & Young. Tuvo una vida accidentada pero coherente, con una posición política definida ante la vida y una sabiduría para analizar su propio pasar. “Mi experiencia fue amplia y variada. Algo de eso fue horrible y algo de eso fue absolutamente maravillosamente alegre. Ojalá nunca me hubiera topado con drogas duras, eso fue un gran error. Gran error. Pero no me arrepiento de mi vida porque me permitió salir y hacer música. Y hacer música es una alegría absoluta”, comentaba hace algunos años sobre sus días de sexo, drogas y rock and roll.
En el cierre de su último disco ubicó la canción “I Won´t Stay for Long”, como una pequeña y anunciada despedida, dejando un legado musical inmenso y la seguridad de haber vivido intensamente. Buen viaje Croz.
(*) Conductor de Resistiendo con Ideas (viernes de 21 a 23 y domingos de 22 a 00 horas)
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