Por Nicolás Podroznik (*)
Cuando hace una semana las imágenes mostraron a Giovani Lo Celso tomándose la parte posterior del su muslo, todos temimos lo peor. Pieza clave del andamiaje de la Selección, el rosarino finalmente se quedará fuera de la lista de 26 que participarán del Mundial. El primero oficial confirmado por parte de Argentina.
También están tocados Leandro Paredes, Nicolás González, Cristian Romero y Ángel Di María, que llegarían bien para el inicio del torneo. Resta saber que pasará con Paulo Dybala, con una lesión complicada pero que si responde bien, estará dentro de la lista. Lo mismo ocurre con Juan Foyth.
En esta Copa del Mundo atípica desde su confirmación (recordemos que fue elegida conjuntamente con la de Rusia 2018, algo que estaba por fuera de lo estipulado y que se hizo debido a los actos de corrupción ya comprobados contra Blatter y Platini), el hecho de jugarse en Noviembre trae aparejada la interrupción necesaria de todos los campeonatos de primer nivel. Las cinco grandes ligas mas sus copas continentales. Muchísimo dinero en juego que ningún club está dispuesto a renunciar.
Las declaraciones de entrenadores y jugadores al respecto no han tardado en llegar. Didier Deschamps, DT de Francia, fue contundente al respecto en su momento: “no convocaré a jugadores que no estén al 100% físicamente”, afirmó. Sin embargo, en la lista incluyó nombres como el de Raphael Varane, aún lesionado y recuperándose favorablemente. También tuvo su opinión Pep Guardiola, quien sostuvo que “prefiere jugar los partidos previos al Mundial con jugadores que no estén enfocados en ello”. No obstante, ayer por la Carabao Cup, Julián Alvarez fue titular en lugar de Erling Haaland, quien no disputará la Copa del Mundo ya que su selección, Noruega, no clasificó. Los discursos se amoldan a las necesidades.
La amansadora de partidos hace que increíblemente se disputen partidos de las diferentes ligas hasta el domingo 13, apenas una semana antes del partido inaugural. Llegarán con apenas siete dias de descanso, cuando lo normativo es que sean al menos veintiún. Esta cercanía de fechas ha provocado que sean varios los nombres que se queden sin Mundial en el último mes: ademas de Lo Celso, hay que contar a Reece James y Ben Chilwell (Inglaterra), Jesús Corona (México), Jakub Moder (Polonia), N’Golo Kanté, Mike Maignan y Wesley Fofana (Francia), Mats Hummels, Marco Reus y Timo Werner (Alemania), Philippe Coutinho (Brasil) y Diogo Jota (Portugal). A estos hay que sumarles los que por lesiones más graves ya estaban descartados con anterioridad, como Georginio Wijnaldum (Países Bajos), Joao Rojas (Ecuador), Paul Pogba (Francia), Mikel Oyarzábal (España), Diego Carlos y Arthur (Brasil) y Mauro Arrambarri (Uruguay).
A pesar de esta cantidad de bajas y de la ampliación de la lista a 26 nombres, algunos entrenadores incluirán a jugadores que actualmente están lesionados pero que resultan claves en la búsqueda del objetivo. Los casos mas sonados son el de Sadio Mané (Senegal, lesionado el martes pasado), Raúl Jiménez (México), Raphael Varane y Karim Benzema (Francia), Romelu Lukaku (Belgica, aseguran que no jugará la fase de grupos) y Pepe (Portugal).
Ahora bien, descripta ya ésta problématica, resta resolver cual es la razón nodal por la que sucedió esto. La cantidad de partidos y las cargas de entrenamiento son habituales, con lo cual son variables que no modifican esta cotidianeidad. Lo que realmente está detrás de todo esto es una guerra de poder entre la FIFA y la UEFA.
Como venimos anticipando en varias notas, desde que Gianni Infantino puso como objetivo de su gestión organizar la Copa del Mundo cada dos años, Aleksander Ceferin ha puesto todo su arsenal en juego para defender su bastión: la UEFA. La potencial realización de un Mundial cada dos años pone en jaque la Eurocopa -a fin de cuentas la segunda competición más importante a nivel global- que se disputa dos años después de la cita mundialista.
Para cimentar la alianza de las federaciones europeas, Ceferin tomó rápidas medidas. Primero amplió el cupo de la Eurocopa de 16 a 24 equipos. Luego, creo la Nations League y por úlitmo la Conference League. Las tres competencias tenían una clara intención: dar oportunidad a federaciones en desarrollo o de segundo orden. Fue así como Albania, Finlandia, Macedonia o Irlanda del Norte pudieron jugar en las últimas Eurocopas, o equipos como el Bodo Glimt (Noruega) alcancen Cuartos de Final de una competición europea, algo que no ocurría hace 22 años. Así, Ceferín se hizo fuerte, defendiendo sus intereses pero también el de las distintas federaciones.
El contragolpe de la FIFA fue un puñalada en las costillas. Infantino anunciaba que el Mundial de 2026 sería con tres países oficiando como sedes (Estados Unidos, Canadá y México) y aumentando los participantes de 32 a 48 equipos. ¿Intereses comerciales? Por supuesto, pero tal y como dijimos más arriba, no es variable porque es habitual. Aquí no tejen temas económicos sino de poder: Infantino busca votos a cambio de lugares dentro del máximo circo mundial. Nada que no haya ocurrido antes, pero esta vez poniendo sobre la mesa dos modificaciones sustanciales: el tiempo entre mundiales y la cantidad de participantes.
Si la idea de un Mundial bienal tomase forma y se realizara luego de 2026 (o incluso 2030), el desgaste de los jugadores aumentaría exponencialmente. No sólo por la reducción de calendario sino también de tiempos, ya que también se reducirían los procesos clasificatorios. Incluso la FIFA deslizó la posibilidad de utilizar las competencias continentales como etapas clasificatorias. Si esto sucediese, la UEFA se vería visiblemente afectada.
Teniendo esto en claro, la conclusión a la que se arriba es elocuente: la decisión de que las ligas europeas se jueguen hasta una semana antes del Mundial es un aviso a futuro que le está dando la UEFA a la FIFA. Un pequeño llamado de atención: si avanzas contra nosotros, pondrás en riesgo tu mayor negocio. Figuras como Benzema, Di María y Sané están con dolencias a pocos días del Mundial. ¿Se imaginan si ocurriese algo en estos días con nombres como Mbappe, Cristiano Ronaldo o Messi?
Un nuevo round se ha hecho presente en esta guerra sin cuartel. Quizás uno de los más duros dadas las circunstancias. Lo que mal comenzó allá por 2012, puede acabar mal diez años después. Ojalá veamos un Mundial en donde la intensidad permita ver partidos dinámicos de ida y vuelta. Venimos de dos mundiales con muy buenos encuentros, en donde se ha levantado el promedio de gol notablemente. Es más que probable que el ganador de este Mundial sea el que mas entero en lo físico llegue a la final. Croacia lo sufrió en 2018 tras jugar tres tiempos suplementarios. Si este Mundial llega a ser rotulado como “el de las lesiones”, la FIFA habrá perdido la batalla y deberá repensar su idea.
De una u otra manera, queda algo claro: los jugadores son prisioneros bajo contrato de un espectáculo global y una maquinaria que no se detiene. Algunos ya han alzado la voz, incluso explicando que un Mundial cada dos años le bajaría el interés por ganarla o participar en ella. Todo nos lleva a un mismo camino: el fútbol cada vez se aleja más de la tribuna y la pasión popular, y se acerca más a un espectáculo forzado, como si se tratase de un circo itinerante que gira alrededor del mundo con los leones mas fieros y los acróbatas más osados, pero que aún no ha comprendido que a nadie le sirve ver a un animal cansado o a un funambulista maltrecho que cae al vacío contra una red de contención.
(*) Periodista / Abri la Cancha
Discusión acerca de esta noticia