Por Nehuén Gusmerotti *
La triste noticia comenzó a circular ayer por la noche. Si bien ya había trascendido que Eduardo Cantero estaba internado y con complicaciones de salud, el desenlace fue apresurado y deja un vacío en el rock cantado en español. Falleció a los 62 años en su Mendoza natal, a la que volvió luego de varios años viviendo en México. En Mendoza no solo se reencontró con una vida tranquila, también con un amor de juventud relegado por su carrera junto a Los Enanitos Verdes. De alguna manera, el cierre de su vida estuvo completo.
Marciano Cantero nació en 1960, en Mendoza, y como tantos otros encontró en los Beatles su amor por la música. Cautivado por el bajo se formó entre actos escolares y práctica casera. En 1979 formó su banda de toda la vida, Los Enanitos Verdes, junto a Felipe Staiti y Daniel Piccolo. Entre la buena repercusión local y algunas incursiones en Buenos Aires lograron recorrer el sendero de la banda emergente hacia su primer disco homónimo, de 1984. Mientras en el mainstrean Soda Stereo, Los Abuelos de la Nada y Sumo hacían de las suyas, Cantero construía el camino para una de las bandas que trascendería las fronteras de nuestro país.
Apostar por Los Enanitos Verdes le valió alejarse de Viviana, su amor de juventud que quedó en Mendoza. Esta relación terminada por un sueño y no por falta de amor acompañó siempre a Cantero. “Tus Viejas Cartas” está inspirada en las cartas que Viviana le enviaba desde Mendoza. En 2018 se reencontraron en la provincia cuyana para casarse y darle un capítulo final a ese amor relegado por la banda.
El tiempo dice que la apuesta valió la pena. En 1986 Los Enanitos Verdes grabaron Contrarreloj con la producción de Andrés Calamaro y Cantero logró instalar algunos de los primeros grandes hits del grupo cuyano. “La muralla Verde” explotó en las radios locales y de países vecinos. En 1987, nuevamente junto a Calamaro, lanzan Habitaciones Extrañas con himnos de nuestro rock como “Te vi en un tren” y “El Extraño de Pelo Largo”. Con este arsenal de temas Cantero y Los Enanitos Verdes se la juegan en una gira latinoamericana que los posicionó como una de las bandas más reconocidas de nuestro país en el extranjero.
Luego de Había una Vez (1989), el grupo se separó y Cantero se animó a probar una carrera solista. Luna Nueva salió en 1990 de forma independiente y no logró trascender en nuestro país, pero tuvo algunos éxitos en Chile y el bajista lanzó un segundo álbum, Beat Club, en 1992. El regreso de Los Enanitos Verdes en 1992 puso alto a esta carrera individual de Cantero, que sacaría un disco más en 2006, México Te Llevo en el Corazón.
El regreso de la banda mendocina trajo con Big Bang (1994) uno de los temas que más calaría en la historia del grupo. “Lamento Boliviano”, el cover de sus coterráneos Alcohol Etílico que los Enanitos hicieron propio. La carrera en vivo de los cuyanos se mantuvo durante la década de los 90´ pero en términos de estudio no lograron otro álbum trascendente. Luego de Big Bang lanzaron siete discos de estudio y varios recopilatorios. En 2003 Cantero se mudó a México, Hermosillo, dónde vivió hasta 2017.
En 2018 volvió a Mendoza y se retiró a una vida un tanto más hogareña. Se dedicó a su hogar, se casó con Viviana, su amor de juventud, y comenzó a trabajar en su estudio personal. Tuvo tiempo para su pasión por los aviones en miniatura, mientras sostenía los shows con Los Enanitos Verdes. A fines de agosto ingreso en la Clínica de Cuyo de la Ciudad de Mendoza. Juan Carlos Mendiry por un dolor abdominal. Los médicos le detectaron una afección renal y tuvieron que intervenirlo quirúrgicamente. Le extirparon un riñón, parte del bazo, pero los días complicaron el panorama y finalmente falleció, a sus 62 años, este 8 de septiembre por la tarde. Nos dejó un legado enorme, una de las bandas más importantes de nuestro rock y una tanda de hits para toda la vida.
(*) Conductor de Resistiendo con Ideas (viernes y domingos de 22 a 00 horas)
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