Un firme intento por frenar la historia. El invento narrativo y la caracterización de los rivales. Más dinero y menos producción. Más armas y menos comercio. Los ejes del Concepto en Madrid. Sahel, Taiwán, Cáucaso. FORJA y las finanzas rusas. La Argentina, política y economía
Por Gabriel Fernández *
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha resuelto, a través de un documento que propone lineamientos de acción, frenar la historia. Como no podía ser de otro modo, su decisión se ampara en una narración que desconoce los datos objetivos de las últimas tres décadas y cuenta una historia en la cual el bloque anglosajón que la orienta ha generado una paz y una prosperidad mundial obstaculizadas por los ataques de quienes desdeñan esos valores. Estos últimos son regiones que, condenadas durante largo tiempo a la pobreza y el subdesarrollo, intentan ponerse de pie para ofrecer a sus pueblos una vida decente.
La Cumbre de la coalición que se desarrolló entre el 29 y el 30 de junio en Madrid, dispuso el relanzamiento de la Guerra Fría y, en lugar de proponer variantes de desarrollo conjunto que fundamenten el cese de los contrastes bélicos, incentivó la elaboración y venta de más pertrechos militares, el envío de más efectivos y la búsqueda de nuevos socios para doblegar a quienes poseen criterios diferentes sobre cómo organizar sus territorios y sugieren crecimiento económico equilibrado para las más variadas naciones del globo. En vez de asumir la nueva era, ha resuelto blindarse y agredir.
AMENAZA, DESAFÍO. La Alianza Atlántica reunió a sus referentes para escribir una hoja de ruta hacia la década en curso. En ella, no sólo fustiga la historia y el presente de la Federación de Rusia, sino que involucra entre los desafíos a resolver, el futuro de la República Popular China. Moscú fue identificada como “la más significativa y directa amenaza a la seguridad de los aliados y a la paz y estabilidad del área euroatlántica”. Beijing (Pekín) como un “desafío que no comparte los intereses, la seguridad y los valores” de Occidente. En lo inmediato, esto implica que los estados de la Unión Europea deben invertir grandes sumas en armamentos, pagar más caros los combustibles y eliminar el vínculo con el principal socio comercial externo.
El secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, mintió que se ha hecho todo lo posible en esta década por mantener la colaboración con el Kremlin, pero que ha sido Rusia “la que no ha cooperado”. La guerra, dijo, no sólo empezó en Ucrania el pasado 24 de febrero, sino que llevaba ya antes ocho años, desde que Rusia “invadió” Crimea y ayudó a los pro rusos del Donbas a declarar su independencia. “Era imposible continuar con esa colaboración. Y así estamos, peor que nunca desde la Guerra Fría”. En el cenit de la profecía autocumplida por corporaciones financieras que se niegan a facilitar la apertura del as compuertas de la Multipolaridad, Stoltenberg apuntó que la amenaza es insostenible y en ella se justifica el llamado Concepto Estratégico de Madrid.
Se trata del documento atlantista más trascendente desde la propia acta fundacional (1949) y presenta el anhelo de hegemonizar “como cuando cayó el Muro de Berlín”. En un Norte plagado de planes de ajuste, absorción de recursos para el salvataje de las deficitarias entidades crediticias, elecciones amañadas y represión a pueblos propios y ajenos, el texto indica que “Los actores autoritarios desafían nuestros intereses, valores y forma de vida democrática. Están invirtiendo en sofisticadas capacidades convencionales, nucleares y de misiles, con poca transparencia o respeto por las normas y compromisos internacionales”.
LA MEJOR DEFENSA ES UN BUEN ATAQUE. El Concepto Estratégico convoca al humor afirmando que “Aunque la OTAN es una alianza defensiva, nadie debe dudar de nuestra fuerza y determinación para defender cada centímetro del territorio aliado, preservar la soberanía y la integridad territorial de todos los aliados y prevalecer contra cualquier agresor. En un entorno de competencia estratégica, vamos a aumentar nuestra conciencia global y alcance para disuadir, defender, impugnar y negar en todos los dominios y direcciones”.
Según el texto, la guerra de Rusia en Ucrania ha “hecho añicos” la paz en Europa. Y por vez primera de modo explícito, señala a China entre las alertas rojas. El gigante asiático ha pasado de no aparecer siquiera en el último Concepto (el de Lisboa, de 2010) a estar apenas un escalón por debajo de la categoría de peligro de Rusia. Finalmente admite que Pekín se ha posicionado junto a Moscú mediante una falsa neutralidad, porque tampoco respeta la ampliación de la OTAN, y por eso ha pasado a ser un “desafío” a los “intereses, seguridad y valores” de Occidente.
La creatividad atlantista involucra en la zona de conflicto al Sahel, puntuada como una región donde se “afecta directamente” a la seguridad de la OTAN y sus aliados. Allí, en vez de evaluar los daños promovidos por las potencias occidentales, se enfoca sobre “la proliferación de grupos armados, incluidas organizaciones terroristas”. Estas zonas y su situación, añade el documento, “también dan pie a interferencias desestabilizadoras y coercitivas por parte de competidores estratégicos”. La inclusión del tema evidencia que desde antes de la ofensiva sobre la frontera euroasiática que provocó la respuesta rusa en Ucrania, la coalición ya tenía previsto detonar otro punto de provocación.
CONSIGAN DINERO. Tras la foto de familia, los aliados celebraron una sesión de trabajo dedicada a la guerra en Ucrania en la que participó por videoconferencia el “presidente” de ese país Volodímir Oleksándrovich Zelenski. Ocultando la ironía, los aliados elogiaron su “liderazgo” y le prometieron que tendrán con él y su equipo un “compromiso inquebrantable”, que durará “el tiempo que sea necesario”. El comediante les exigió acciones concretas para que su país no caiga en manos de Rusia; por caso, acabar con “zonas grises” en el este. La respuesta a la inquietud que le exigieron como planteo llegó enseguida: la OTAN brindó luz verde a un paquete de asistencia a Kiev que incluye comunicaciones, combustible, suministros médicos y armaduras corporales. También, equipos para hacer frente a minas y “cientos de sistemas portátiles antidrones”.
La demonización de Rusia en el presente cuadro de situación sólo es posible por la desaprensión atlantista al elaborar sus argumentos y por la difusión extrema y optimista de los medios concentrados que maneja el capital financiero. La OTAN se presenta necesitada de “defenderse” de Rusia, empezando por el este de Europa donde desplegará más fuerzas “robustas” y “listas para el combate”. Ni una palabra, claro, sobre las opciones planteadas públicamente por las poblaciones que habitan el Donbas. La danza hipócrita quedó a la luz con la aseveración del presidente norteamericano Joseph Biden, quien dijo “Probaremos que la OTAN es más necesaria ahora que nunca”. La coalición psicótica exige ser agredida para corroborar sus razones.
Como las cosas hay que pagarlas, la OTAN presentó la cuenta a las naciones europeas, alzando el porcentaje de sus productos brutos destinado a las áreas de Defensa, que ha pasado a controlar directamente. En medio de la reunión, surgieron otras revelaciones de interés: se escuchó la recriminación del presidente francés Emmanuel Macron a Biden por llevar adelante esta guerra, un puñado de medios que serán oportunamente castigados filtraron que “Fuentes presentes en el plenario sostienen que el aumento de la cuota ha sido, junto con el quiebre de relaciones comerciales con China, el punto más polémico de la reunión” y una consultora expuso que sólo el 11 por ciento de la opinión pública norteamericana piensa que Vladimir Putin es responsable de la escasez de combustibles y los problemas alimentarios.
TOMA Y DACA. Un asunto bien promocionado que vale abordar es la integración de Suecia y Finlandia a la OTAN. Se trata otra vuelta de tuerca del andar oportuno de Turquía pues al admitir esos ingresos obtiene beneficios largamente anhelados, al tiempo que no modifica el equilibrio de fuerzas presente pues recién en cinco años ambas naciones podrán sumarse. El presidente turco Recep Tayyip Erdoğan puso condiciones. Requirió la condena de los movimientos armados kurdos del PKK y el YPG, y la extradición de 73 personas a Turquía. El YPG es una banda construida por los Estados Unidos para presionar a Siria. Ante la necesidad de promocionar la “ampliación” de la OTAN la potencia del Norte volvió a soltar la mano de uno de sus inventos violentistas para alivio de Damasco. Encima, Erdogan exigió ayuda para modernizar su Fuerza Aérea.
En tanto, la cultura política sueca, construida en base al no intervencionismo y el respeto por los derechos humanos, empieza a crujir intensamente. La complicidad de sus dirigencias no está logrando evitar un progresivo malestar que hallará el cauce que esa población pueda elaborar. Según se informa, la realidad interior en Finlandia es diferente, pues la agitación anti rusa tiene allí antecedentes de valor, que están siendo aprovechados. Todo está en desarrollo.
EL PROGRAMA DEL TERROR. Los puntos esenciales del Concepto madrileño son los siguientes.
1)La OTAN desplegará fuerzas adicionales sobre la frontera con Rusia y aumentará los ejercicios militares.
2) Los Estados Unidos reforzarán su presencia en España, Polonia, Rumania, Reino Unido, Alemania e Italia además de las tres bálticas que tienen frontera con Rusia (Letonia, Lituania y Estonia).
3) La Alianza dispone nueva asistencia para Ucrania: sistemas antidrones, equipos antiminas, prevención de armas químicas y bacteriológicas, sistemas de comunicación.
4) Se aprueba la incorporación de Suecia y Finlandia a la OTAN. Son países limítrofes con Rusia.
5) Se inicia un ciclo intervencionista sobre otros países ex soviéticos como Georgia y Moldavia.
6) Se suma a la región del Sahel como parte del conflicto internacional.
INTERSTICIOS. Dos especialistas de primer nivel abordaron en profundidad la reunión y el texto elaborado.
Africa
El pensador nacional Enrique Lacolla puntualizó que “Los patrones del cotarro atlántico afirman desde luego que los posicionamientos tomados en Madrid tienen un carácter defensivo. El carácter defensivo de la OTAN no fue cierto ni siquiera en los orígenes de la organización. De hecho, el “telón de hierro” cayó entre el occidente y el oriente europeos porque la devastada Unión Soviética posterior a la guerra necesitaba de un glacis que la protegiera de la exuberancia económica norteamericana, lista para succionar a la URSS el estatus geográfico y la zona de influencia que esta consiguiera en la conferencia de Yalta, después de vencer al nazismo a un costo pavoroso para el pueblo soviético”.
Luego, enfocó la lupa. “La última jornada del encuentro, estuvo dedicada a los problemas emanados de la inestabilidad que provocan las guerras intestinas en África que, sumadas a las sequías y a las catástrofes derivadas del cambio climático, están aumentando la presión migratoria en los accesos a Europa. A principios de semana nomás, cientos de desesperados intentaron tomar por asalto las vallas que separan a Marruecos de los enclaves españoles de Ceuta y Melilla; decenas de ellos perdieron la vida en la estampida, aparentemente provocada por la acción concertada de las policías marroquí y española, aunque a la primera parece haberle tocado el papel principal”.
“Estas nubes de refugiados, que se suman a las que llegan del medio oriente corridas por las guerras en Afganistán, Irak, Siria… etc., provienen en su mayor parte del Sahel, una franja semidesértica que cruza África a lo largo de 5.000 kilómetros, desde el Océano Atlántico al Mar Rojo. Los territorios habitados por tribalismos como los que existen en países como Burkina Faso, Níger, Mali o Sudán, con gobiernos débiles incapaces de gestionar sociedades muy divididas, con riquezas minerales (oro y petróleo) codiciadas por los intereses foráneos que soplan sobre el fuego de las disidencias étnicas o confesionales para echar mano en los recursos que buscan, son un espacio donde se cuece el descontento”.
Queda claro en la pluma de Lacolla que la opción atlantista para semejante descomposición no es otra que la violencia contra los pueblos de la región señalada.
Taiwán
La lúcida periodista Telma Luzzani estimó, en un artículo directo y vibrante, que “Hoy el mundo es un poco más peligroso. El Concepto Estratégico de Madrid, es decir, el documento que contiene las líneas directrices de la OTAN para la guerra de la próxima década sólo augura más muertes, más migrantes forzados a buscar un rincón del mundo donde sobrevivir, más hambre y mayor riqueza para la élite industrial-militar que fabrica armas”. Añadió que “Las consecuencias que pueden tener para el mundo las decisiones belicistas adoptadas este fin de junio en Madrid son gravísimas”.
Sin evitar un rastro irónico, informó: “El primer ministro británico Boris Johnson lo sintetizó bien: ´Putin quería menos OTAN y tendrá más OTAN a sus puertas´. (Por cierto, el británico fue la comidilla de las cumbres no sólo por su desenfrenada verborragia sino por su desaliño, más acorde con una noche de juerga que con un cónclave donde se decide el destino del planeta). La respuesta rusa la dio el vicecanciller Serguei Riabkov: ´Europa dice hacer esto para estar más segura y lo que consigue es estar en mayor peligro. Los riesgos aumentarán. Tenemos capacidades y recursos. No nos quedaremos de brazos cruzados´”.
Luzzani brindó un dato relevante, que completa el cuadro: “Para empeorar el escenario, la ministra de Asuntos Exteriores británica, Liz Truss, aumentó la apuesta y tocó el nervio más sensible de China: Taiwán. En forma irresponsable, Truss aconsejó a los aliados ´aprender de las lecciones´ de Ucrania y suministrar ahora mismo más armas a Taiwán por si tiene que enfrentarse a China”. La potencia asiática acusó recibo: “Según el Gobierno comunista, el nuevo Concepto Estratégico confunde blanco con negro y difama la política exterior china.´Quisiéramos advertir a la OTAN que exagera al considerar a China un desafío. El desafío sistemático para la paz y la estabilidad mundial es la OTAN. Sus manos están manchadas de la sangre de la población mundial´, dijo el vocero de la cancillería”.
Vale la pena comparar este planteo con la Iniciativa de la Franja y la Ruta que lleva adelante China. A partir de allí, comprender el sentido profundo de la Iniciativa de Seguridad Global que viene sugiriendo.
CÁUCASO. La expansión del conflicto –epicentro del cambio de época- se desplaza a diestra y siniestra. En el mismo eje de la discusión, origina transformaciones vitales. Armenia forma parte de la alianza militar liderada por Moscú en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) y tiene al menos dos bases militares rusas en su territorio, una en Gyumrí y la otra en Syunik. Pero además, gran parte de la frontera de Armenia con Turquía en el oeste, y con Azerbaiyán en el este, con foco en Syunik y el corredor de Berdzor (Lachín) están custodiadas por fuerzas rusas. Para no retacear, hay 5000 efectivos desplegados en distintos puntos de Artsaj, con centro en Shushí y monitoreo en los límites del enclave armenio, para evitar una probable invasión azerí.
Azerbaiyan tenía buena sintonía con el “presidente” Zelenski. Tiempo atrás Ucrania le proveyó al presidente Ilham Aliyev fósforo blanco, un agente químico utilizado por Azerbaiyán contra la población civil en Artsaj, y claramente un arma prohibida por las convenciones internacionales. Todo mal, pero como el proceso Multipolar desvanece hasta las riñas más profundas, desde antes del litigio presente, se fue articulando un formato de cooperación de facto y trilateral (Rusia, Turquía, Azerbaiyán). El mismo se asienta en base a intereses comunes, pragmatismo y debate, informaron a este periodista expertos en esa región. De tal modo, la histórica y justificada demanda de Armenia contra Turquía y la más reciente guerra con Azerbaiyán, no impiden que estos malos vecinos, peleados entre sí, confluyan en sacudirse el yugo de la OTAN en simultáneo.
Resulta nítido que la jugada rusa se basa en desplegar una acción económica opuesta a la costosa demanda norteña. Mientras, lo vimos líneas más arriba, la Alianza violentista exige dinero y más dinero en tanto plantea cesar vías comerciales suculentas, la patria de Vladimir Putin ofrece integración a la Unión Económica Euroasiática. Armenia ya está ahí, bastante cómoda y con proyectos infraestructurales en marcha. ¿Qué hará Azerbaiyán? Está por verse. Para que quede clara la dimensión de la oferta: Sus miembros congregan una superficie de 20.3 millones de km² con libre movimiento de capitales, mercancías, servicios y mano de obra. Dicha superficie duplica la de países como los Estados Unidos, Canadá, China o Brasil. Es más, duplica la de Europa y es un 10% mayor a la superficie combinada de Sudamérica.
Esa zona montañosa del planeta, debido a los cruentos antecedentes históricos, es un polvorín permanente. Aunque no se la haya incluido en el nuevo documento de la OTAN es válido mantener una mirada atenta, pues la jugada razonable para el bloque anglosajón que conduce esa coalición es aprovechar el zigzag programático del gobierno de Azerbaiyán para desatar una nueva contienda, esta vez no tan encapsulada. Rusia protege a Armenia y al mismo tiempo entabla relaciones con sus adversarios; Turquía no tomará la iniciativa si se le propone otra guerra. De tal modo, luego de tanto esfuerzo para lograr que los pueblos se maten entre sí, los atlantistas pueden llegar a lamentar lo que más temen entre el Mar Caspio y el Cáucaso: la paz. Atenti que Irán está bien cerca y, como saben los lectores de esta columna, sus autoridades dialogan intensamente con las rusas.
VIAJES EN EL TIEMPO. El sistema financiero ruso, que desde 1991 tiene la limitación del corsé impuesto por una Ley de Entidades Financieras que parece redactada por José Alfredo Martinez de Hoz, se está modificando. ¿Por qué? Cuando las autoridades económicas observaron que el esquema representaba una traba para establecer el nuevo circuito de información financiera internacional, trabajado arduamente por Irán y promovido desde China, se lanzaron a su transformación. Así, como exigiera FORJA por estos pagos en 1935, el Banco Central de la Federación de Rusia está siendo reformulado a fondo para sostener, únicamente, los intereses de esa enorme nación.
La Argentina presente puede sacar alguna conclusión al respecto.
Es más; bien pensado, puede sacar conclusiones de todo lo indicado previamente.
De hecho, el empate histórico que interrumpe los senderos industriales y soberanos en nuestro país, puede empezar a resolverse con el empuje externo de un planeta cansado de proyectos ruinosos.
Durante la elaboración de este artículo, claramente centrado en la situación internacional, se conoció la renuncia del ministro de Economía argentino Martín Guzmán. Enseguida, quien redacta buscó razones, interpretaciones y perspectivas. Lo más interesante resultó ser la trabazón colectiva para la elaboración de un diagnóstico que facilite comprender el primer punto.
Vale la lectura de la dimisión. Guzmán no explica por qué renuncia; realiza una descripción bastante afiatada del camino que llevó adelante.
Tras considerar el repaso a fondo, puede observarse que no se retira ante una crisis económica sino en un período de fuertes cruces políticos. Y estamos hablando del ministro de Economía.
Aunque las dificultades con la absorción de dólares sí merece estar en la lista de causas, la decisión fue adoptada frente al panorama político. El tema no es menor, porque si el mismo viene siendo agitado desde el comienzo por medios y dirigentes liberal conservadores, las grandes ventiscas surgieron de la interna, luego de las elecciones Primarias.
A tal punto que cualquiera sea el nombre que lo suceda con el tiempo se observará que la situación no da para grandes modificaciones de rumbo sino para correcciones que, dentro de un plano general, merecen considerarse de importancia media.
En suma, se ha salido de este juego un ministro que promovió el cese de la recesión, pero no logró articular respaldo político para sus aciertos.
Esto desemboca en Alberto Fernández. Tras la salida de Kulfas y Guzmán -Rigo incluido, de Hacienda- ¿queda debilitado? Es probable. Lo ocurrido indica que acertar no alcanza, sino que resulta preciso convencer a una buena parte de la sociedad y del activo político en la caracterización de lo actuado.
La tarea de Guzmán no necesitaba una oposición férrea sino una polémica abierta destinada a mejorar varios aspectos. De allí que insistiéramos con ahínco en la necesidad de contar con un diagnóstico claro. La oscuridad que reina entre la militancia nacional popular y la suicida comunicación oficial, han impedido que eso ocurra.
Quizás, también, la Niebla de Guerra, ese gran concepto acuñado por Carl Von Clausewitz que analizamos en ediciones lejanas.
Por eso se escucha que el hasta ahora ministro dimitió por los problemas económicos; eso no es cierto. En todo caso, es una pequeña verdad.
Una verdad tan reducida como el entendimiento de quienes disfrutan con la traslación de La Grieta hacia el interior del Frente de Todos.
¿Nuestro país anhela desertar de las transformaciones globales? ¿Justo ahora, que lo benefician? Este periodista piensa que no. Aunque quién sabe. El auto boicot es una de las variantes registradas en el comportamiento humano. No es la única, pero se la puede hallar diseminada por aquí, y por allá.
Muchas personas, acostumbradas a resistir gobiernos ajenos y a sentir orgullo por afrontar dificultades, se terminan aquerenciando allí. Cuando el devenir se muestra probable, lo niegan. Hasta lo perciben trivial.
Quien anhela vencer, sabe que el futuro está abierto: puede lograrlo, o ser derrotado. Pero quien en lo más íntimo desea perder, consigue asegurar el resultado.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
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