El sociólogo brasileño, Emir Sader, sostuvo que “en América Latina se define el futuro del neoliberalismo” al referirse a la segunda ola de gobiernos progresistas en la región que podrían obrar como barrera frente al avance de la derecha, y ante la posibilidad de que Lula triunfe en las elecciones presidenciales de octubre, destacó que “existe consenso para retomar la democracia con el líder del PT”.
No obstante, aclaró que en la región, con el triunfo de gobiernos progresistas “no basta, hay que tener un modelo económico alternativo al neoliberalismo. No solo tener planes de emergencia sino alternativas. Por primera vez México, Brasil y Argentina, por ejemplo, podrían estar coordinados porque los Estados Unidos siempre trataron de alejar a un país del otro. Hay que valerse de eso para superar las desigualdades que causa un modelo que genera hambre y miseria”.
En diálogo con Vivian Elem, Rodolfo Colángelo y Jorge Benedetti en Radio Gráfica, Sader también mencionó las elecciones presidenciales que tendrán lugar en Brasil en octubre próximo en las que Lula es favorito.
“Hay dos encuestas confiables, en las que Lula obtiene el 45 por ciento de los votos y Jair Bolsonaro 31 en primera vuelta. Y en segunda vuelta Lula gana ampliamente”, pero agregó que el actual presidente genera “hechos grotescos como concretar un pedido de gracia (indulto en Argentina) a un dirigente condenado a ocho años de prisión y pedir la disolución del Superior Tribunal de Justicia”, indicó.
Agregó que “quiere crear un clima de desconfianza” y comparó la situación con la de Donald Trump, el ex presidente estadounidense, porque “Bolsonaro podría decir ‘no me voy’ si pierde las elecciones”.
“Lula dice que tendrá que hacer más de lo que hizo, pero además remarca que recibirá una herencia mucho peor de la que recibió en 2003. Tendrá que aplicar un programa de emergencia inmediata para atender a la sobrevivencia de la gente porque la gran mayoría de los brasileños vive en la precariedad. No tienen derecho ninguno, sin cartera de trabajo, sin sindicalización. La primera tarea es legalizar a los trabajadores. Además, otra medida tendrá que ser la reforma tributaria para que el Estado tenga recursos y poner a funcionar la economía”, dijo Sader.
El especialista añadió que se deberá volcar asistencia social a gran parte de la población porque “nunca en nuestras ciudades se vio a tanta gente durmiendo en la calle”. También puso de relieve que “el programa económico de Lula es antineoliberal, prioriza las políticas sociales y a pesar de que existe consenso para reconstruir la democracia y poner en funcionamiento la economía con Lula, el empresariado no acuerda con un programa antineoliberal. Los grandes empresarios que todavía apoyan a Bolsonaro, porque ganaron mucho con la privatizaciones de empresas, no quieren esto”.
Otro dato preocupante es que “los militares acuerdan con Bolsonaro por el pedido de gracia que concedió al dirigente condenado y están enojados con que Lula haya recuperado todos sus derechos y pueda ganar las elecciones”. “Las elecciones de octubre no son sólo para derrotar a Bolsonaro, sino también para derrotar a los militares”, enfatizó, ya que “éstos se retiraron pero no fueron derrotados como sucedió en la Argentina con la guerra de Malvinas”.














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