Entrevista por Gabriel Fernández, Lautaro Fernández Elem y Leonardo Martín / Redacción: Leonardo Martín
“Hicimos el libro para revalorizar la figura de Jorge Di Pascuale. Fue un dirigente sumamente respetado en el mundo político y sindical, pero a 45 años de su secuestro y desaparición veíamos que no tenía la relevancia de otros dirigentes al momento de narrar la historia”, afirma Rodolfo “Gallego” Fernández que acaba de publicar un libro sobre el mítico dirigente de la Asociación de Empleados de Farmacia, figura de la Resistencia Peronista, hombre de enorme relieve en la CGT de los Argentinos de la cual fue secretario Adjunto, con adhesión al Peronismo de Base a comienzos de los años 70 y que fue detenido y desaparecido durante la última dictadura cívico militar. Una trayectoria sindical y política que se extendió durante dos décadas siendo protagonista del decurso de la hiistoria durante esos años.
El Gallego Fernández, como es conocido en el mundo militante, se lanzó a reconstruir la trayectoria de Di Pascuale, a tomar testimonios de su viejos compañeros, a consultar y recopilar bibliografía sobre un dirigente que es parte de la historia del movimiento nacional y que busca sacar de cierto olvido al que fue marginado en la reconstrucción histórica. “Jorge fue un peronista de izquierda, para los peronistas es muy de izquierda y para los de izquierda es muy peronista”, apunta con tono risueño, pero filoso.
El libro fue editado por el gremio de Farmacia, que tiene como secretario General a Víctor Carricarte, con el Gallego como responsable de llevarlo adelante a partir de su larga militancia en el gremio. “Llegué a Farmacia por primera vez en 1968, entonces yo era un obrero metalúrgico muy joven, pero pasé por el gremio donde había justo una reunión de compañeros de la FOTIA de Tucumán que estabanen conflicto y ahí me quedé. Más de 50 años sigo siendo parte”, cuenta sobre una época donde Farmacia era uno de los gremios de mayor protagonismo en la CGT de los Argentinos.
Para aquellos que no lo conocen, ¿quién fue Jorge Di Pascuale? ¿por qué recordar su figura?
Fue un enorme protagonista del sindicalismo y de la política posterior al año 1955, con una trayectoria que se extendió hasta la década del ´70 donde es secuestrado y desaparecido en diciembre de 1976 por una patota militar en diciembre. En el año 1957, con 27 años, gana las elecciones en el sindicato de Farmacia. En esos años era delegado de la Franco Inglesa que era la más grande en esa época.
Después de 1955 hubo una etapa con una represión muy grande e intervención de gremios, posterior a ello el gobierno de Aramburu comenzó a hacer algunas concesiones porque le era imposible sostener la represión total sobre medio país o a más de medio país. Cuando Di Pascuale gana las elecciones comienza a actuar de manera muy importante porque a su juventud y energía le sumaba una notable inteligencia. En 1959 vuelve a ganar las elecciones en el sindicato de Farmacia y va convirtiendo al gremio en un bastión de la Resistencia Peronista. Un dato para tener en cuenta, la primer juventud peronista se forma en 1959 en el gremio.
Jorge es uno de los tantos que vieron los bombardeos a Plaza de Mayo en 1955, los fusilamientos en 1956 que en parte provocó que empiecen a juntarse grupos de jóvenes por todos lados para enfrentar y desestabilizar al gobierno militar. También en la parte sindical empiezan a aparecer nuevos dirigentes porque la camada vieja de la dirigencia estaba toda presa. Primero los principales dirigentes, luego la persecución continuó sobre los cuadros intermedios y finalmente sobre las fábricas donde se perseguía y despedía a delegados. Hubo una represión contra todo lo que tenía una connotación peronista del mundo del trabajo. Los empresarios aprovecharon para negar conquistas sociales y sindicales, para echar trabajadores para imponer sus políticas dentro de los establecimientos.
Todo eso produce una gran reacción y en el ámbito sindical Farmacia había tenido como secretario General a Eduardo Vuletich que había sido a su vez secretario General de la CGT entre 1951 y 1954. En ese contexto Di Pascuale logra juntar algunos compañeros nuevos con otros de las viejas camadas, arma las listas donde es el líder y gana como secretario General.
¿Qué rumbo toma en esos años ya en el rol de secretario General de Farmacia y cuál a nivel político?
Va tomando un protagonismo muy grande, es secretario de Prensa del Consejo Nacional Justicialista. En las elecciones del año 1962, donde el peronismo se presenta en varias provincias, gana la provincia de Buenos Aires con Andrés Framini como candidato a gobernador, pero poco se recuerda que Jorge gana las elecciones en Capital Federal y es electo como diputado nacional. No pudo asumir por el golpe militar de ese año a Frondizi que anuló las elecciones.
Otra particularidad es la cantidad de veces que estuvo detenido y preso. A partir de esos años, 1961 y 1962 empieza a ser un hombre con una ligazón fuerte con el general Perón que lo convoca muchas veces a Madrid, incluso en el libro está documentado la nota de Perón donde lo designa como embajador en los países socialistas. Se llega a entrevistar con el Che Guevara donde se produce una discusión donde el Che de alguna manera cuestionaba al peronismo, pero según Sebastián Borro, que también estaba en la reunión, lo hacía para chicanearlos, para ver qué decían ellos porque en definitiva el Che les da una visión positiva, aceptó lo que le decían Di Pascuale y Borro del peronismo. Un detalle a agregar a está historia es la relación inquebrantable con Sebastián Borro a quien conoce en la toma y lucha del frigorífico Lisandro de la Torre en el año 1959.
¿Tenía relación con John William Cooke?
Eran dirigentes prominentes de la época Cooke, Di Pascuale, Sebastián Borro, Cesar Marcos, Andrés Framini. En el libro cuento una anécdota del año 1968 que está documentada en el libro de (Eduardo) Gurrucharri y por comentarios en el sindicato, donde Cooke lo llama a Jorge y le dice “juntame a los muchachos que quiero tener una reunión”. Se produce en el salón del fondo que el sindicato tenía en esa época con la participación de 30 o 40 compañeros, todos personajes muy importantes de la época, y ahí John William Cooke se despide de la militancia después de bajar línea política. Les dice “es la última vez que nos vamos a ver” atravesando un cáncer que se lo estaba comiendo, tanto es así que 20 días después muere.
CGT DE LOS ARGENTINOS. DI PASCUALE, UNA FIGURA CLAVE
¿Qué rol tuvo Di Pascuale en la CGT de los Argentinos?
Es uno de sus fundadores, en un período previo donde junto a Amado Olmos (Sanidad), también el mayor Bernardo Alberte que eran impulsores de la estrategia sindical de Perón en el momento, figuras claves para que se haga el congreso sindical en marzo de 1968. Inicialmente el candidato a secretario General iba a ser Amado Olmos, pero en enero de ese mismo año pierde la vida en un accidente. Vale aclarar que en ese Congreso no se hace una CGT paralela, delibera dentro de la ley, con un temario que se cumple, se lleva adelante y participan todos los sindicatos, pero el sector vandorista que negociaba con el gobierno al perder las primeras votaciones se retira del Congreso con una cantidad importantes de gremios. Sigue funcionando con los sindicatos que quedan, los que se fueron arman otra central manteniendo el nombre de CGT y los que quedan deciden incorporar de los Argentinos donde Raimundo Ongaro queda como secretario General.
¿Qué características resaltarías de esa CGT de los Argentinos?
Fue combativa, dura y de enfrentamiento con el gobierno militar. Esos primeros dos años de la dictadura de Onganía provocó grandes desavenencias en el mundo sindical porque había un sector que lo había apoyado en el golpe de Estado en 1966. Dos años después se hace el Congreso de Unidad donde Amado Olmos, Di Pascuale junto a otros dirigentes más habían logrado convencer a otros sindicatos de participar, porque además los conciliadores que habían apoyado a Onganía ya estaban desencantados, se habían dado cuenta que los habían usado.
Esa CGT de los Argentinos tuvo en los primeros años una gran preponderancia sindical, pero después Perón empieza a impulsar otro armado donde aparece la figura de Rucci (metalúrgico) donde se va perdiendo la importancia sindical de la CGT de los Argentinos, pero lo que sí se mantiene es una gran dinámica politica porque allí se nuclean cientos de militantes, agrupaciones, intelectuales, Rodolfo Walsh hace el diario de la CGT.
¿Por qué pensás que Perón, ya con el comienzo de la década del 70, decide recostarse sobre otro armado sindical en este caso dándole preeminencia a Rucci como secretario General?
Perón conducía la totalidad del movimiento y la CGT se había convertido en una parcialidad. Lo que era la CGT de los Argentinos termina siendo el Peronismo de Base, una organización muy importante de esos años que se extiende y participa de los conflictos por todo el país, pero ya con un sesgo más político. Perón tiene una estrategia distinta, si bien los había alentado de entrada al producirse la división dejó de tener la importancia para la estrategia de Peron que tenía si estaban todos los sindicatos unidos. Empieza a operar sobre el mundo sindical mandando a hacer la unidad y lo consigue con la CGT oficial que pasa a ser conducida por José Rucci.
¿Cuál es el posicionamiento de Di Pascuale en ese período?
Sigue enfrentado totalmente, al igual que Ongaro (Gráficos) y otros compañeros de gremios combativos que eran Ricardo Deluca (Obreros Navales), Julio Guillán (Telefónicos), también los ferroviarios. Estos gremios combativos se incorporan a la CGT con una estrategia distinta pero dentro de la CGT.
Son años donde el centro de la disputa estaba en lo político y no tanto en lo sindical. Ahí aparece la Juventud Peronista, los agrupamientos de las organizaciones armadas. El protagonismo de la época pasa a otro espacio. El Peronismo de Base integra la Tendencia revolucionaria aunque no coincide con los montoneros. Es por eso queda un poco marginada por los que escriben la historia a partir de los años ´70 porque esa historia básicamente la escriben los que militaron en Montoneros como si hubieran sido los únicos que pelearon cuando los compañeros estos traían 15 años de lucha en la Resistencia, muchos años de cárcel y muertos.
¿Qué pasa con Di Pascuale en todo el período posterior hasta su desaparición por parte de la dictadura militar?
Jorge seguía siendo una figura muy importante, pasa que acá está ninguneada por los dos extremos, por la derecha y la izquierda, pero tenía una importancia muy grande el sindicato de Farmacia. En 1975 estaba muy amenazado por la Triple A y lo convencen de que vaya a exiliarse a Venezuela con compañeros de centrales de la región que le iban a dar cobijo, pero a los pocos meses no aguanta el exilio y se vuelve. Sentía un gran compromiso con mucha gente a la cual él había conducido y estado en la lucha. Vuelve y en diciembre de 1976 es secuestrado en su casa. En esa época estaba semiclandestino, con el sindicato intervenido. Cuando se da el golpe y empiezan a conocerse las noticias de los compañeros y compañeras desaparecidas hay una frase de Jorge muy conocida en donde dice “no pidan por mí, pidan por todos” en caso de que ocurra una detención.
Según testimonios Jorge estuvo en los centros clandestinos de detención en el Proto-Banco y El Vesubio donde fue salvajemente torturado. Los compañeros que sobrevivieron y estuvieron con él destacan el aliento que les daba a aquellos que venían de sufrir la tortura.
Sus restos fueron encontrados en el Cementerio de Avellaneda e identificados por el equipo de Antropología Forense en el año 2009. Ahí fue velado en la sede del sindicato donde se acercó una multitud.
“NI LA HISTORIA OFICIAL DEL PERONISMO, NI LA DERECHA RECUERDAN A DI PASCUALE”
En lo personal, ¿por qué escribir sobre Di Pascuale? ¿Por qué pensás no está suficientemente valorada su figura?
Milito en el gremio de Farmacia desde 1968. Pasaron 45 años de su desaparición y nos seguimos encontrando con gente que habla maravillas de Jorge. Pasa algo parecido a lo que sucede con Envar El Kadri, personalidades muy cálidas, con una gran conducta. Cada vez que intervenían el gremio Jorge salía con su valijita a vender por la calle. Farmacia fue, además, el lugar central de solidaridad con los presos desde el Plan Conintes (1959). Siempre los abogados que defendían a los presos políticos se reunían en Farmacia. La derecha jamás lo acepto, pese a su trayectoria impecable dentro del movimiento, vemos que no se le da la misma relevancia que a otros dirigentes sindicales. Fue un peronista de izquierda, para los peronistas muy de izquierda y para los de izquierda muy peronista. Nuestro gremio está signado por su conducta y por su manera de conducir, al igual que Alfredo Ferraresi, Horacio Mujica y Pepe Azcurra. Hicimos este libro para revalorizar su figura, además para recuperar la visión nacional de la Resistencia Peronista.
En mi opinión hay una tarea de desperonizar el movimiento nacional que se viene dando primero por el gorilaje del 55 en adelante, posteriormente por la izquierda que se incorpora con sus planteos, después por una desvirtuación de la historia con la creación e impulso de ciertos personajes y ninguneo de otras que fueron importantes. Jorge fue una figura incómoda. Lo comparo con Leopoldo Marechal en la literatura que fue un excelente escritor, casi equivalente a Borges, sin embargo es una figura oscurecida, ninguneada en la historia porque era peronista y católico. El establishment jamás le perdonó su peronismo y la izquierda no le perdonó que sea católico y peronista, son esos personajes que sufren los avatares de la construcción que se hace de sus personas. Son los malditos de la historia.
Jorge tuvo una destacada actuación en el Rosariazo y el Tucumanazo con Alfredo Ferraresi, Susana Valle, Alicia Eguren. Inicialmente todo el peronismo combativo apoya la lucha armada que quedó establecida a partir del destacamento 17 de octubre que se instaló en Taco Ralo (Tucumán). Eran compañeros de la resistencia, de muchos años de lucha. La lucha armada es el camino que toman compañeros por la decepción en un período sin posibilidad de salida electoral porque siempre terminaban con la proscripción del peronismo y porque tampoco se producía el golpe militar de orientación peronista. Todo eso generó una gran decepción porque ni a través de las elecciones ni de los militares peronistas se llegaba a emerger. Se va a la lucha armada, además influenciados por la Revolución Cubana (1959). Esa lucha armada impulsada por la Resistencia Peronista y la juventud peronista es respaldada y apoyada por todos nosotros, pero a partir del año 70 cuando se da la discusión de la continuidad de la lucha armada Jorge da una visión distinta donde no apoya ese camino. Cuando me ha tocado hablar en algún homenaje a Cacho El Kadri siempre digo que no se equivocó cuando comenzó la lucha armada ni cuando la abandonó, con Di Pascuale le pasó lo mismo.
Tanto Di Pascuale, como Cacho, Gustavo Rearte y Gurrucharri dijeron puede haber violencia si es necesaria, pero tiene que comandar la política, no lo puede hacer el fusil.
Por eso hay que hilar fino. No es todo tan idílico el tema de las organizaciones armadas de las cuales yo también participé y a la cual en parte reivindicó. En 1973 dijimos se terminó, está la democracia, está Perón, hay que luchar dentro del movimiento para llevar adelante el gobierno de Peron. Los compañeros que siguieron en eso creo que cometieron un gran error porque terminó en la masacre de 30 mil compañeros que nos sigue afectando hasta el día de hoy.
¿Como ves la formación política de las nuevas camadas de militantes y delegados sindicales?
Muchos veteranos vemos una gran decadencia dentro de la política y la cultura argentina, pero dentro de esa decadencia general en los gremios hay formación. A nosotros nos encerraban días como parte de la formación política, hoy veo un nivel bajo en los chicos. Pero dentro de lo que me preguntás veo que en los gremios hay una gran tarea de formación política con matices, particularidades, pero se da cuando en otros espacios de la sociedad no existen. Por eso más que nunca el movimiento obrero tiene que ser la base del despegue nacional y de la defensa de nuestras banderas. Me refiero a todo, los que nos gustan y no, los duros, los blandos, los gordos y flacos. Tenemos que empujar desde adentro, para impulsar políticas. Los peores momentos de las luchas del campo nacional fueron cuando los trabajadores y la juventud estuvieron enfrentados. Sobre todo en los años 70 y hace algunos años atrás. Cuando hubo puntos de referencia entre la juventud y los trabajadores el movimiento nacional avanza. Para eso tenemos que tener una amplitud de visión.
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