Cuando las luces se enciendan, la actriz Zuleika Esnal se pondrá en la piel de Camille Claudel, la escultora francesa que fue condenada a vivir en un manicomio por no aceptar el lugar que la sociedad le había asignado. Ni madre ni esposa: artista.
“Yo no sabía quien era hasta los 17 años, que agarré un libro de historias de mujeres. Eran pequeños pantallazos de distintas minas y, cuando llegué a Camille Claudel, quedé alucinada”, confiesa Zuleika, la protagonista de Camille, la maldita, un unipersonal escrito por Hugo Barcia bajo la dirección de Manuel Callau.
La obra, que se estrenará hoy a las 21.30 en El Tinglado, se sumerge en la historia de la escultora francesa, repudiada en su familia por ser artista y amante de Auguste Rodin, su maestro. “Si hoy en siglo XXI no se le perdona casi nada a las mujeres, imaginate en 1864 ser artista y, además, ser escultora y querer esculpir personas. Estaba prohibido. Las mujeres no podían esculpir seres humanos, mucho menos desnudos. Y, además, empezó como alumna de un escultor que era como el Messi de la escultora y lo superó. Terminó internada en dos manicomios sin estar loca”, remarca.
Camille, la maldita es una coproducción de El descubridor y Radio Gráfica que nació una tarde de invierno entre ginebras y cafés. “La idea surge en un bar. Creo que todas las revoluciones empezaron en un bar, estoy convencida de eso, y esta no es la excepción. Creo que una obra de teatro, cualquier expresión artística, es un modo de revolución. Esta empezó en el Britanico en San Telmo”, cuenta la actriz.
Ver esta publicación en Instagram
La historia de Camille atraviesa a Zuleika no solo por ser mujer sino también por su militancia feminista. Día a día escucha miles de vivencias desgarradoras de mujeres que fueron violentadas y les pone el cuerpo. “Es la realidad mía, es la vida que elegí. Es muy sanador, también, porque si fuera que la gente te cuenta cosas y listo sería inhumano. Nadie puede sentarse a escuchar. Pero, cómo se transforma en tantas cosas…”, manifiesta.
“Todos los días se mueven cosas y se puede cambiar el mundo”, destaca Esnal y narra cómo fue interpretar a la escultora francesa.
“Es el cuerpo de una con todo lo que ha vivido. A veces es muy similar, a veces está muy alejado. En este caso nunca estuve en ningún manicomio, pero sí crecí con esa cosa ‘esta nena está loca’. Creo que no hay nada como una mujer para entender que es lo que significa que te opriman. A todas nos han oprimido, nos han callado la boca. Todas nos hemos tenido que modificar en cosas que hemos naturalizado tanto por el simple hecho de nacer mujeres. Todas sabemos que hay una serie de peligros, de explicaciones y de precio que hemos tenido que pagar. Camille quería ser artista, y tuvo que pagar un precio altísimo y doloroso”, afirma.
- Entrevista realizada por Ursula Asta en Feas, sucias y malas (sábados de 9 a 12hs)
Discusión acerca de esta noticia