Raúl “Tilín” Orozco y Fernando Barrientos, integrantes del dúo Orozco-Barrientos, pasaron por el aire de Radio Gráfica para presentar su nuevo disco “Regreso”, que estará disponible en las diferentes plataformas musicales a partir del 29 de octubre.
Lautaro Fernández: ¿Ustedes son conscientes de lo emblemático que suena decir Orozco-Barrientos y que se entienda? El dúo de los muchachos.
Raúl “Tilín” Orozco: Hace rato que venimos tocando con mis compadres, entonces claro, por ahí ya se ha instalado esa posibilidad de decir “Orozco-Barrientos” y ya asociarlo con canciones, con música, afortunadamente.
Vivian Elem: Barrientos es el traductor de aquel emblemático Tango Feroz, El amor después del amor, que es más rock, y Tilín tiene está más identificado con el Celador de sueños. ¿Cómo es esa armonía y esas palabras “rock”- “folklore”, esto que ha logrado, tener dos públicos que son el rock y el folklore tan aceptado? ¿Cómo se llegó a esta unidad de las dos armonías?
Fernando Barrientos: Definitivamente, es parte de nuestra herencia musical. Hemos abrevado de esas fuentes tanto del rock como del folklore, y la excusa fue empezar un cancionero hace mucho tiempo que afortunadamente continuamos, que estamos expandiendo. Y que era una propuesta de Tilín respecto de decir “armemos un cancionero propio, fundamentado en los ritmos cuyanos”. Pero en nuestro continente siempre lo decimos, es la canción. Ahí abrevan muchísimos estilos más allá del rock y del folklore. La canción es lo que nos mueve, lo que nos moviliza.
LFE: ¿Cómo surge esta esta unión? ¿Estaban andando por ahí y los cruzó el destino, un recital?
RO: El encuentro se dio. Yo estaba en un bar solo, en esa época con pelo muy largo, vestido con un sobretodo negro más largo que las propias rodillas, unos borceguís negros, una época mía de cuando tenia pelo. Entonces llega un amigo, Pablo Flores, con un amigo de él. Esa es la verdad. Y era Barrientos, hace muchos años de esto. El lugar se llamaba “Candilejas”. Yo estaba solo en la punta y me vino a saludar, me lo presentó a Fernando y yo estaba tocando un poco la guitarra. Después él cantó sus canciones y de ahí empezó la relación de amistad; pasaron muchísimos años. Siempre digo que primero somos amigos, y después un dúo. Cuando no nos de alegría tocar juntos seguiremos siendo amigos.
Mario Sadras: Por el aspecto en que te describías, venías onda rock and roll en ese momento.
FB: Claro, veníamos del palo. Por eso decía anteriormente, nuestra cuna musical ha sido el rock y de ahí el conocimiento y el poder ir expandiéndonos en otras expresiones. Acá en Mendoza es muy fuerte la guitarra y Tilín es un referente insoslayable. En mi caso, revisitar a Tito Francia y a esos monstruos de la música mendocina. A partir de ahí, también la inspiración para empezar a componer nuestras propias canciones.
MS: Y del rock nacional, ¿quién los inspiró?
FB: Los de siempre, tanta gente, muchísima gente. Sería injusto citar a uno. Pero fuimos muy influidos por el comienzo del rock, todos esos grupos emblemáticos y siempre nos han acompañado canciones de todos los rockeros.
MS: Te tocó reversionar una canción de Tanguito que fue uno de los fundadores.
FB: Eso fue nuestro porque no se tenían los permisos y no se había dado la posibilidad de introducir, por ejemplo, “La Balsa”. Nosotros introdujimos la canción “El amor es más fuerte” en reemplazo de “La Balsa”, porque no estaban cedidos los derechos. A partir de ahí, Tanguito es un referente insoslayable, obviamente. Cómo nos ha influido Tanguito, entre otros. También tuvimos mucha influencia del maestro (Félix Dardo) Palorma aquí en Mendoza, uno de los poetas más grandes que hemos conocido.
RO: Hemos transitado los dos caminos en realidad, fue uno antes y otro después, o juntos. Pero lo importante es cuando vos no te querés hacer el rockero, no te querés hacer el folklorista, sino que querés proponer algo con el humilde conocimiento que tenemos los dos.
VE: En esas funciones, y haciendo referencia a estas herencias que tiene la música popular, el rock o el folklore, están por estrenar nuevo disco ¿Han avanzado sobre eso? El nombre “Regreso”, ¿de dónde surge? Hay muchos temas que son homenajes a referentes de la música nuestra ¿Cuánto hay de rock y cuánto de folklore ahí?
RO: No hemos separado de esa manera, no lo hemos clasificado de esa manera a las canciones. Para nosotros “Regreso” era volver a las fuentes, era volver a nuestro lugar, reencontrarnos con amigos y tocar con gente de Mendoza. Grabar en Mendoza, mezclar y producir un disco que, para nosotros, desde Tinto en el año 2013, que no llevamos adelante un proyecto discográfico.
En nuestro caso, que trabajamos con mucho material, una herencia que compartimos con Gustavo Santaolalla en nuestros tres discos anteriores, nuestro método es juntar muchísimo material, y de ahí empezar a ver, a separar, a ver qué canciones conviven mejor con otras.
Como bien decías, nosotros siempre hemos homenajeado con mucho respeto a nuestros grandes maestros, en nuestro caso siempre lo citamos a Palorma. Pero en este caso vamos a incluir una canción emblemática latinoamericana como es el “Cigarrito” de Víctor Jara. Nos encanta hacer propias esas canciones porque nos han acompañado durante muchísimo tiempo y, además, son parte den nuestra vida también.
Sumado a eso, el material anteriormente señalado es producto de muchísimo tiempo de trabajo y contamos, muchas veces, con 30/35 canciones para seleccionar las 13 que quedaron definitivamente.
LFE: Luego de una trayectoria tan larga y profunda como dúo, ¿cuán inescindibles son a esta altura? ¿Cómo se sienten si uno tiene que agarrar la guitarra y andar por ahí?
RO: No pasa nada, se separaron los Beatles. No puede pasar nada. Nos separamos, nos comemos un asado, nos tomamos unos vinos. Tiene que ver con lo que decíamos antes: este proyecto se inicia por dos amigos, por la necesidad de tocar juntos, no como estrategia ni siquiera comercial. En nuestra vida pensamos ni siquiera ganar un premio, ni siquiera estar en algunos carteles, no porque nos hagamos los humildes, o porque no lo merezcamos. Pero no fue ese el motor nuestro. El motor es que cada vez que venía Barrientos a Mendoza nos juntábamos a tocar, a “farrear” como le llamamos acá, a comer asado, a contarnos las alegrías, las penas y ayudarnos mutuamente en lo espiritual y por qué no en lo material. Y así iniciamos.
Les quiero contar que este dúo se afirma allá por el año 2000 y 2003 cuando ganamos la Gaviota de Plata. Nosotros íbamos sólo por los viáticos, 9 dólares por día para cada uno nos servían. Y nos trajimos la Gaviota de Plata.
VE: Ustedes pueden decir lo que quieran, pero habría que ver si el público que los sigue a ustedes quiere que cada uno agarre una guitarra y que sigan caminos diferentes. Me parece que ahí van a estar complicados.
RO: Puede ser, pero hasta en eso, en aquellos que nos siguen o tal vez les agrada algo de lo que hacemos, también entenderían con total honestidad, nunca van a pensar “se pelearon por la plata”.
FB: Nos gustaría señalar que el título “Regreso” no remite a que nosotros hubiéramos estado separados. Hemos estado todo el tiempo componiendo, tocando mucho en vivo a pesar de la pandemia, respetando los protocolos. Pero “Regreso” es volver a la fuente para nosotros, es volver a nuestro lugar a pesar de todo lo sucedido, es regresar y el reencuentro con el canto, que para nosotros es la mejor alegría.
VE: “Regreso” tiene algo para destacar, es que está hecho en Mendoza en forma independiente, fue mezclado en San Luis. Es regresar a la fuente, tiene un peso de identidad cultural desde el federalismo o desde el regionalismo. Teniendo en cuenta esto, ¿cómo ven hoy el panorama? Porque siempre es una preocupación y se sabe desde aquí, desde la Ciudad de Buenos Aires, o desde este centralismo, se sabe muy poco el gran desarrollo y todo lo que han trabajado, aún en pandemia, los músicos de distintas regiones.
RO: La verdad que te diría que es general. El canto popular está bastante desplazado por otras cosas, y esto no significa un nacionalismo extremo, es una realidad. A muchos medios de comunicación sólo le interesa pasar algunas músicas y no otras, por ejemplo, la de un tucumano, o la de un mendocino, la de un salteño o la de un neuquino.
Creo que nosotros a nuestra edad, sin ser tan pibes ni ser tan viejos, lo tenemos bastante asumido. Nosotros, en realidad, evaluamos en cada trabajo que hagamos hacerlo lo mejor posible, que aquel que algún día pueda llegar a escuchar algo, diga “bueno, hay algo que está hecho con una cierta honestidad y dignidad”. Y poner lo que se pueda al servicio de la calidad.
LFE: En ese cruce que ustedes bien conocen por experiencia, por trayectoria, conocen bien la peña y Viña del Mar. O sea, el fogón y los Grammys, dos cosas tan importante para un artista en su esencia misma. ¿Cómo encontraron un equilibrio? ¿Son más una cosa que la otra? ¿Cómo los formó en su identidad estos dos extremos?
FB: Nosotros hemos abrevado afortunadamente en muchas fuentes y en cada lugar nosotros intentamos acomodarnos y expresarnos de la misma manera. En cualquier lugar. Nos encanta tocar en lugares chiquitos y esa cosa íntima que se consigue en nuestro shows es maravilloso. Y también nos ha tocado grandes festivales, cosas multitudinarias. La cosa es llevarlo adelante con nuestra impronta con nuestra personalidad, con nuestra identidad. Ese es nuestro camino. Nosotros somos eso, somos esas canciones que transitan, que vienen con nosotros desde hace tiempo.
VE: Han tenido muchísimos premios: los Gardel, los Grammys, el de Viña del Mar -el Gaviota de Plata- y han llegado a China. Cuéntenme eso, dos cuyanos cantando en la China, y una cueca.
FB: Es increíble, porque afortunadamente nos llega siempre data y que nos escuchan mucho los chinos, increíblemente.
LFE: ¿Y qué escuchan? ¿Qué les gusta?
RO: Las cuecas, les gustan los ritmos, les gustan los gatos. Les encantan los ritmos cuyanos.
FB: Hicimos muchos amigos, mucha gente preciosa, y la verdad que para nosotros, imagínate, nos veíamos cara a cara y era tan extraño. “¿No toman vino en estas ferias? ¿Vos estás loco?”. No nos querían dejar entrar unas botellas de vino. Le dijimos, “mira flaco, no te hagas el piola, esto es parte de nuestra cultura, dejanos, esto es sagrado. Que me venís con jugo de arroz”.
VE: ¿Qué toman, por ejemplo?
FB: Su bebida es un licor a base de arroz y beben whisky. Le meten lindo, ojo.
VE: …llevémosle la cultura del vino.
RO: Ya fue, ya ha ido. De a poco estamos avanzando
MS: Ahí empezaron los “quilombos” con Estados Unidos, por culpa de ustedes.
RO: Somos “quilomberos”, esa es la verdad.
VE: Decime una postal, una foto ¿Cómo era la expresión? ¿Cómo lo interpretan?
RO: A mí me sorprendió cuando Barrientos iba caminando. Los chinos en la Feria se acercaban a él porque tenía el pelo largo y ellos son medios lampiños, entonces le agarraban el pelo, de verdad, y se sacaban fotos con él por el pelo. El guitarrista que llevamos tenía una barba larga y también le tocaban la barba y se sacaban fotos con él. Decíamos “qué raro”. Cuando subimos, en vez de hacer el ritmo del gato, no hacían la subdivisión, pero se copaban igual.
LFE: Es otra cosa que uno no conoce, que le cuesta comprender, pero ustedes se han logrado meter en ese circuito.
FB: Es increíble, bueno, justamente establecemos la universalidad de la música.
VE: ¿Vienen a Buenos Aires pronto?
FB: Exactamente, porque ya estamos en el proceso del lanzamiento de nuestro “Regreso”, el disco. Vamos a estar el 6 de noviembre presentándolo en el Margarita Xirgu.
VE: En el barrio de San Telmo.
FB: En un lugar hermosísimo, la invitación está hecha.
VE: Pero lo dan por hecho y después tomaremos vino.
RO: Pero por favor.
VE: Convocamos a todo el mundo a estar expectantes el día 29 y el 6 presencialmente. Difundimos para que todo el mundo llegue al Teatro acá en San Telmo.
LFE: Ahora voy a lo interno, en nuestra propia Patria ¿En qué Provincia o en qué Región han sentido una respuesta llamativa en la que digan, “che, mirá que bien nos recibieron”?
FB: Nosotros siempre muy agradecidos porque la gente en todos lados nos trata muy bien, afortunadamente con muchísimo cariño, con muchísimo respeto. Pero es muy significativo lo que sucede. Nosotros hicimos una gira bastante larga por toda la Patagonia, y fue increíble, la verdad que fue un acercamiento. Nunca habíamos ido a tocar decididamente en el Sur y fue una gira maravillosa. Lo mismo en el Norte. Tenemos grandes amigos como Mariana Baraj, hemos compartido con ellos. Y se dan situaciones bellísimas, de una comunión increíble realmente, sobre todo nosotros de la Región que venimos, del lado del Cuyo. Pero es increíble la aceptación que han tenido nuestras canciones. La verdad estoy muy agradecido.
VE: Han tocado con todo el mundo, desde Mercedes Sosa, Teresa Parodi, Bajo Fondo, León Gieco. ¿Quién les queda pendiente? Alguien que digan, “bueno, tenemos que tocar con…”
RO: La verdad es que, en mi caso personal, yo tengo más de lo que pedí, mucho más de lo que pedí, y siempre esperé lo mejor y sabemos que va a suceder. El sueño… y me encantaría tocar con Borges de Brasil, un acordeonista excelso con un concepto y una ideología tremenda respecto de la música, al arte y a la cultura popular. Me hubiese encantado tocar con Víctor Jara que ya no está. Hay muchos con los cuales me encantaría tocar, y supongo que a Fer también.
Hay mucha gente que valoramos y admiramos enormemente, y algunos con los que hemos tocado por supuesto con toda admiración. Pero decirte una persona sería limitarme yo, porque espero lo mejor. Y no tiene que ver con el exitismo ni con la cuestión ambiciosa. Nosotros hemos vivido cosas, realmente, y lo digo con total emoción y seguridad, que en mi caso es más de lo que pedí, mucho más de lo que yo pedí.
MS: Me parecen siempre admirables los músicos que tienen este lenguaje universal que te permiten trascender fronteras y poder comunicarte. Hay un plus que envidio, que es el tema de los festivales. Porque una cosa es tocar en un teatro, que está muy bueno; en una sala, que también está muy bien; pero esa intensidad de los festivales para los músicos de folklore sobre todo. Me imagino que recordarán el de Viña del Mar, que fue trascendente en la carrera, pero Cosquín y otros, seguro también.
FB: Cosquín, emblemático. Acá en Mendoza hay un festival increíble que es el Festival de la Tonada, donde se genera un clima increíble. En los festivales, además de que nos reencontramos, nos volvemos a encontrar con músicos que muchas veces no vemos durante el año y convenimos ahí en ese espacio, es maravilloso el clima de los festivales siempre.
RO: Hacer tantos amigos, tanta gente linda y buena. Permítanme agradecer esto que hacen ustedes, porque es como cuando hacés una canción y te la guardás para vos. Si no está el otro, uno no puede ser. Por eso, antes de que se me pase se los quiero agradecer.













