Por Tony Aira *
Es la casa más famosa del país, pero pocos argentinos conocen su historia. Por sus pasillos transcurrió nuestra historia. Un lugar donde pasaron los líderes que condujeron los destinos de nuestra patria. Por supuesto, estamos hablando de la Casa Rosada.
En 1580, Don Juan de Garay fundó por segunda vez la ciudad de Buenos Aires. En el plano catastral de la fundación, en la actual ubicación de la Casa Rosada se construyó el Fuerte, vital para la defensa de los originarios hostiles y los piratas que frecuentemente atacaban el Río de la Plata. La ciudad era tan pobre que no tenía guarnición permanente. Los propios vecinos se reunían en milicias alrededor del Fortín.
En 1895 la Real Fortaleza de San Juan Baltazar de Austria tuvo foso y una muralla de material. En 1776, por la amenaza del avance portugués sobre el Atlántico Sur, se creó el Virreinato del Río de la Plata. El Fuerte pasó a ser residencia del Virrey. Con pocos cambios llegó 1810, cuando el último Virrey – Baltazar Hidalgo de Cisneros – tomó su equipaje y se fue de la ciudad. Durante la Revolución, el Fortín fue sede de las autoridades nacionales y luego provinciales.
Cuando en diciembre de 1829 asumió el Brigadier Juan Manuel de Rosas, recibió los atributos del mando en lo que se decía que era una ruina llena de ratones. Rosas decidió que no gobernaría allí y decidió la construcción de su famosa casa de Palermo. El antiguo fuerte fue abandonado hasta 1862. Bartolomé Mitre – vencedor de Pavón – trasladó a sus ministros al viejo edificio y comenzó una modesta refacción y una necesaria desratización. En 1868 llegó un nuevo inquilino. Domingo Faustino Sarmiento decidió que esa fea edificación no podía ser sede de un gobierno nacional. Pero las arcas del tesoro no daba para mucho más y hubo que esperar hasta 1873 para que se vean los cambios. El principal, la edificación casi total de un nuevo edificio, con jardines en su interior y un extraño color rosado en sus paredes exteriores.
¿Por qué pintar de rosa la casa? Cuando el pueblo de la ciudad de Buenos Aires se preguntaba las razones de ese color se corrió la salomónica explicación que se mezclaron los colores de Federales y Unitarios. Poética explicación, pero no es verdadera. La realidad es prosaica: en aquellos tiempos era bastante común pintar con cal el frente de las casas y no era extraño agregar sangre de buey para lograr mayor impermeabilidad y evitar así la famosa humedad porteña.
En 1874 llegó un nuevo inquilino. Nicolás Avellaneda fue el presidente más jóven de la República. Se encontró con un problema a resolver: la ciudad crecía y se necesitaba un nuevo edificio de correos para remplazar al de la calle Florida y se empieza a construir uno nuevo al lado mismo de la sede gubernamental. Cuando en 1880 el Presidente Julio Argentino Roca nuevo morador de la Rosada, se da cuenta que el nuevo edificio vecino no solo es más bello sino también más cómodo decidió unir a ambos y modificar la esquina de Balcarce y Rivadavia para armonizar.
Se contrató al arquitecto italiano Francisco Tamburini, quién encaró la unificación de ambas edificaciones con un hermoso arco que le brindó a la casa un inconfundible aspecto italiano (si se paran frente a la casa y observan detenidamente, notaraán que el edificio no quedó simétrico). Ahora sí, la Casa Rosada adquirió un aspecto muy parecido al actual. Pero debemos esperar hasta 1898 para llegar al aspecto definitivo que tiene en la actualidad.
Pero la Casa Rosada tuvo sus detractores. El más importante fue José Camilo Paz. Poderoso estanciero y dueño del diario La Prensa. Paz soñaba con demoler la Casa Rosada y extender la nueva Avenida de Mayo hasta el Río de la Plata. El millonario anhelaba ser presidente de la República; por tal motivo encargó al arquitecto francés Sortais la construcción del bellísimo Palacio Paz, con la idea de dejarla como nueva casa de Gobierno. Pero la parca alcanzó a Paz en Montecarlo, año 1912, frustrando su sueño presidencial y de demolición.
Roque Sáenz Peña fue el único presidente que vivió en la Casa Rosada. El agravamiento de su enfermedad (se sospecha que una sífilis contraida en la Guerra del Pacífico, donde fue voluntario en el Ejército del Perú) le era imposible trasladarse hacia su hogar. Por lo tanto se acondicionó un ala de la Casa Rosada. El presidente murió allí el 9 de agosto de 1914.
En 1905 se produjo un curioso hallazgo arqueológico. Se estaba colocando la fuente en el Patio de las Palmeras cuando en la excavación surgió un par de piedras redondas que llamaron la atención de los operarios. Perplejos ante el hallazgo, se convocó al famoso arqueólogo Juan Bautista Ambrosetti, quién certificó que eran boleadoras de los querandíes.
¿Quien fue el primer personaje público en salir a saludar al balcón? Aunque parezca extraño fue el aviador español Ramón Franco – hermano de Francisco – , el 10 de febrero de 1926. Comandante del Plus Ultra, la aeronave que unió España con América, fue llevado en andas por una multitud fervorosa. El presidente Marcelo Torcuato de Alvear lo invitó a saludar a la multitud desde el balcón. En los años 30s volvió la idea de demoler la Casa Rosada con el pretexto de la llegada del subterráneo. En 1938 se demolieron 17 metros del frente sur de la Casa para poder extender la línea B.
Creo que no existe una imagen tan poderosa en el imaginario colectivo argentino que la imagen del General Juan Domingo Perón y su esposa Eva Duarte saludando a una multitud de descamisados peronistas. ¿Cuándo salió Perón por primera vez al famoso balcón y por que eligió ese?, a las 23 hs del histórico 17 de octubre de 1945 un victorioso Perón aparece por un balcón y se escucha un clamor que cambia para siempre a la política nacional, allí rodeado por aquellos que lo tenían detenido Perón se da cuenta de que había ganado la pulseada y que ahora solo era cuestión de tiempo para tener el poder. Perón llego proveniente del hospital Militar donde no tenía una información verídica de lo que estaba pasando desde temprano en la ciudad y se sorprende con la multitud reunida en la plaza y alrededores ya adentro de la casa sus rivales le piden que salga e intente que la gente se retire en paz evitando disturbios, rápidamente elige el primer balcón que ve libre y listo ya esta la historia tiene un nuevo icono.
Los años del primer peronismo son años de visibilidad de la casa. El peronismo tiene su propia liturgia y en ella los actos masivos son galvanizantes. El 17 de Octubre es la navidad peronista y la multitud aclamaba a la pareja presidencial que saludaba desde el mítico balcón. En 1955 el gobierno peronista recibía embates desde varios sectores. Desde el balcón Perón amenazaba con el 5 por 1. La respuesta fue demencial. El 16 de junio de 1955 se bombardeó la Plaza de Mayo y la Casa Rosada para asesinar al Presidente pero solo mataron criminalmente a inocentes. La casa se convierte en frente de lucha y los pocos Granaderos que la protegía logran frenar a los Infantes de Marina que provenientes del Ministerio de Marina intentaron ocuparla.
Durante muchos años, la huellas de la metralla fueron cicatrices que nos recordaba la barbarie del enfrentamiento entre hermanos. En 1973 el viejo caudillo regreso del exilio, pero cuando salió nuevamente al balcón este tenía un vidrio antibala (reflejo de la violencia de la época). El 1 de mayo, Perón expulsó a los Montoneros de la plaza y el 12 de junio fue el último discurso con la famosa frase: “llevo en mis oídos la más maravillosa música …”. En 1982 otro inquilino, el dictador Galtieri, salió a el balcón para comunicar a el pueblo reunido que las Malvinas eran nuevamente argentinas y desafiar a un Príncipe británico a intentar recuperarlas. Esperamos hasta 1986 para que gente mas querida por el pueblo saliera al balcón y nadie mas querido por todos que el inolvidable Diego Armando Maradona que nos brindaba a todos la Copa Mundial ganada de forma brillante en México. El Presidente Alfonsín no quiso salir al balcón ya que el triunfo era de los jugadores si salió un año después para comunicar que el motín de Semana Santa había terminado.
A partir de la Presidencia de Carlos Menem la casa se fue haciendo mas moderna y coqueta, pero volvió a tener horas oscuras el 19 y 20 de diciembre de 2001 con la salida del Presidente De la Rua en helicóptero desde la azotea. Néstor Kirchner empieza una apertura al publico que puede empezar a visitar la casa de gobierno y su sucesora Cristina Fernández continuó con esa política encarando una remodelación total.
Hoy la casa espera a sus visitantes para que después de la pandemia la vuelvan a recorrer. El viejo fuerte español sigue siendo, hasta el día de hoy, un lugar mítico de la ciudad de Buenos Aires.
(*) Integrante de Desde el Barrio.
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