Por Nehuén Gusmerotti
Estamos ante un nuevo aniversario del disco más ameno, fraterno y pampeano de la historia del metal nacional. Toro y Pampa cumplió 15 años el pasado 29 de septiembre. La obra cimarrón metalero, de Ricardo Iorio, que catapultó la popularidad de Almafuerte fuera del nicho metalero.
Estamos hablando del noveno disco en la carrera de la banda, séptimo de estudio. Fue grabado en el estudio Del Abasto al Pasto, hoy El Attic, con Álvaro Villagra, el técnico de sonido por excelencia de Almafuerte, y uno de los más reconocidos del rock nacional. Se grabó por agosto del 2006, con toda la banda participando del proceso, cosa extraña por aquella época de Almafuerte. Recordamos que ya tenía a Iorio radicado en el sur de la Provincia, por lo que Ricardo solía ir a grabar las voces a los estudios. En Toro y Pampa Ricardo participó desde el comienzo, estuvieron unos tres días en ese estudio hermoso ubicado en General Rodríguez, rodeado de verde, pileta, asados y todo lo necesario para que un disco así sea gestado.
Para 2006 la banda estable estaba obviamente encabezada por Iorio en la voz, Claudio Marciello en la viola, Beto Ceriotti en bajo, que agarró las cuatro cuerdas cuando Iorio debió dejar de tocar en el año 2002, y Bin Valencia, el batero con más actividad en la banda, ingresó en 2001 luego de la partida de Walter Martínez, hoy compañero de Iorio en su banda solista.
La música del disco fue prácticamente compuesta en su totalidad por Marciello, que enviaba las canciones a Iorio para que este le arme la letra y la melodía de la voz. El único tema cuyo música es de Iorio es “Toro y Pampa”, que era una melodía vieja de Ricardo. Aún así, la banda tuvo definido el nombre del disco y el arte de tapa antes de que la propia canción “Toro y Pampa” fuera escrita.
La esencia del disco tiene que ver con la impronta almafuertera. Es sabido que Iorio es un defensor de la ruralidad y un cultor de la identidad nacional, según le dijo a Ariel Torres, autor de El Perro Cristiano, la única biografía autorizada del músico, la pampa es algo exclusivamente argento, quizás rioplatense. “Chacos hay en muchos lugares, pampas hay en Argentina nomás”, decía. El disco tiene una especie de giro definitivo de Ricardo Iorio en una dirección en términos líricos. Los primeros discos de Almafuerte tienen una esencia de revancha, recordamos que venía de disolver Hermética, con fieros problemas con sus ex compañeros y viendo frustrado de nuevo el sueño de la banda metalera grande. Eso se vió mucho en los primeros discos del grupo, “Triunfo”, “Amasijo de un gran sueño”, entre otros, son temas que expresan estos sentires. Para Toro y Pampa, Iorio había dejado un poco atrás esa sensación de rencor, es un disco muy fraternal, la canción “Toro y Pampa” es un emblema de ese cambio. Y como profecía autocumplida, este disco catapultó a Almafuerte a la rotación radial, es un disco muy cancionero, más hard rockero que pesado.
En lo que respecta a la grabación, más allá del laburo previo cuenta con mucha improvisación en estudio. Eso le da un toque más fresco al disco que es realmente uno de los materiales más radiales del grupo pesado.
Sale efectivamente a la venta el viernes 29 de septiembre. Se compraba el disco con las entradas para los shows de la banda. Estrategia repetida por La Renga poco tiempo después. Toro y Pampa puso a Almafuerte en una gira nacional de más de seis años, que incluso tuvo sus escalas fuera del país, como la patriada en Ecuador, o el hito de 2013, cuando llegan al estadio de All Boys. Desde Rata Blanca en 1991 que una banda de metal nacional no llenaba una cancha de fútbol.
Cuenta con once canciones que incluyen las palabras de José Larralde en “Cosas Que Pueden Pasar”, además, tuvo su versión “bonus” con la edición acústica de “Sé Vos” y el vivo de “Por Ser Yo”, como tracks adicionales del álbum. Sobre las letras, Iorio fue bastante parco al momento de dar declaraciones. Más allá del himno de “Toro y Pampa”, dejó en claro que las líricas tenían mensajes en doble sentido, pero que no pensaba dar precisiones, porque “Mi alma sabe la verdad y es mejor que esté callada”.
Luego de Toro y Pampa, Iorio se iba a embarcar en la grabación de su primer disco solista, Ayer Deseo, Hoy Realidad (2008), recordamos que Peso argento lo sacó con Flavio Cianciarulo. Para un nuevo disco de Almafuerte hubo que esperar seis años, cuando lanzó el último disco, Trillando la Fina, en 2012. Si bien Toro y Pampa no es el mejor disco de Almafuerte, de hecho, para ir a lo mejor, tenemos que remontarnos a los inicios de la banda, si le dio el salto a la masividad radial y le permitió llegar a un público menos metalero. Hoy celebramos sus quince años, como corresponde, prendiendo un fuego con amigos lejos de la ciudad. Carne asada, pan, agua y vino.
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