Por Carlos Aira (*)
Víctima de COVID 19, esta mañana se apagó la vida de Sergio Víctor Palma. Nacido en La Tigra, provincia de Chaco, Palma fue Campeón Mundial Super Gallo AMB entre 1980 y 1982. Su estilo técnico y depurado podía mutar en un boxeador feroz en la corta y media distancia.
Palma nació el 1 de enero de 1956. Debutó en el campo rentado el 15 de enero de 1976. Su estilo, moldeado por el maestro Santos Zacarías, llamó la atención de Tito Lectoure, quién le consiguió la primera pelea mundialista. Fue la tórrida noche del 15 de diciembre de 1979, en la Plaza de Toros de Cartagena, ante el Ricardo Cardona. Palma estuvo dos veces muy cerca de noquear al colombiano. Todos los especialistas sostienen que Palma ganó el combate; pero los jurados, fallaron a favor de Cardona.
Con los años, Palma recordó: “Aquella pelea ante Cardona fue mágica. En la pelea me encontré muy cansado. En un momento, Dios me puso un espejo en la nuca donde verme. Terminé la pelea tironeando y yendo para adelante. Fue el golpe de horno que necesité para madurar”.
Lectoure consiguió una nueva chance mundialista. Cardona había perdido su cetro ante Leo Randolph, un boxeador en ascenso con muy pocas peleas. Los mánagers del estadounidense aceptaron el desafío ante Palma. El 9 de agosto de 1980 fue una noche gloriosa para el boxeo argentino. La estrategia de Zacarías fue clara: el chaqueño debía cambiar su estilo. Debía dejar su línea estilizada para convertirse en un peleador combativo, sin concesiones. Tras derribar dos veces a Randolph, Palma noqueó al campeón en el quinto round para convertirse en el noveno campeón mundial de boxeo nacido en Argentina y el primero en la categoría de los 55 kilos. Fue tan grande el castigo recibido que Leo Randolph se retiró del boxeo.
“Yo estaba 7 a 1 abajo en las apuestas. El favorito era Randolph, pero el nunca esperó que yo saliera a pegarle desde el primer segundo. Era una vieja pegando paraguazos. Era la única manera que tenía Randolph para no resolver la pelea. Cuando me levantaron la mano consagrándome campeón mundial pensé que era un excelente momento para morirse”, sintetizó Palma.
Defendió su título mundial ante el panameño Ulises Morales, el dominicano Leonardo Cruz, se tomó desquite de Ricardo Cardona y derrotó al thailandés Vichit Muangroi et (todos los combates en el Luna Park). En enero de 1982 retuvo su corona venciendo en Córdoba al panameño Jorge Luján.
Palma fue parte de un renacer del boxeo argentino junto a otros dos campeones mundiales de inmensa jerarquía como fueron Gustavo Ballas y Santos Benigno Laciar.
Llegó la primera defensa en el exterior. Sábado 12 de junio de 1982. En Miami, Palma expuso su título ante Leonardo Cruz. Afectado por la guerra de Malvinas, aquella noche no fue Palma. El campeón cayó en la revancha ante Leonardo Cruz. Nunca volvió a ser el mismo boxeador. Quedó plasmado en la dura derrota ante Juan Domingo Malvárez (6 de abril de 1983).
Su afición por la lectura y la música lo convirtieron en una rara avis. Aquellos que siempre despotricaron contra el boxeo lo señalaban como un caso excepcional. El propio Palma definió en forma certera aquellos días intensos: “Quedaba bien ver a un pibe joven que ganaba por KO cantando temas dulces y leyendo poemas de amor“. En 1981, en pleno apogeo de su carrera, protagonizó Gunte, de Barracas, una miniserie que emitió ATC, con guión de Eduardo Mallea y protagonizada por el propio Palma junto a Osvaldo Terranova y Alberto Argibay. “Lo gracioso no era que tocara la guitarra, que escribiera poesía o cantara…lo gracioso, para muchos, era que lo hacía un boxeador“, memoró Palma, entre sonrisas.
Luego de la derrota ante Malvarez, colgó los guantes. Los médicos vieron que había una dilatación cerebral producto del boxeo. Quiso regresar en 1989, pero su mano izquierda dijo basta. Se dedicó a la docencia del boxeo. Se dedicó al periodismo. Escribió durante largos años en el diario deportivo Olé. Hasta que en junio de 2004 sufrió un accidente automovilístico en el Puente Pueyrredón que derivó en un ACV. La vida le jugó una mala pasada a Víctor Palma. Con los años le fue extirpado un tumor malígno en un riñón y años más tarde fue diagonisticado con Mal de Parkinson. “Me enseñaron que cuando te caes al suelo, tenés que hacer que perdiste algo, levantarte y seguir adelante”, declaró alguna vez.
Su último esfuerzo lo orientó hacia ADEBOAR (Asociación Defensa de Boxeadores Argentinos), en búsqueda del proyecto de la pensión y obra social para los ex boxeadores.
Realizó 62 combates profesionales. Ganó 52 (19 antes del límite), perdió 5 y empató otros 5.
(*) Periodista. Conductor de Abrí la Cancha.
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