Por Valeria Rodríguez *
Finalmente se conformó el gobierno de coalición denominado “Bloque por el cambio” entre Yair Lapid, quien había sido encargado para comandar las negociaciones entre las distintas coaliciones, y Naftali Bennett, quien participó en diferentes carteras de gobierno incluyendo el de Netanyahu. Se anunció media hora antes de que terminara el período otorgado por el presidente Reuven Rivlin para conformar gobierno.
Teniendo en cuenta la negociación entre Bennet y Lapid, el gobierno queda organizado de la siguiente manera. Durante los primeros dos años Naftali Bennett asume el cargo de Primer Ministro, por lo tanto la ultra derecha continúa en el poder, ya no en manos de Netanyahu. Después de esos dos años, asumirá el poder Yair Lapid, que es considerado algo así como un centro izquierdista, es decir que hay un proceso de rotación aunque hay que recordar que la administración anterior entre Netanyahu y Grantz habían acordado algo similar que finalmente terminó en la disolución del gobierno y posteriores elecciones.
Por lo tanto, que se haya conformado el gobierno de coalición no significa que sea algo estable sino que en cualquier momento se puede solicitar al Knesset (parlamento) la disolución del mismo y volver a las urnas.
Hay que destacar que de los 120 escaños con los que cuenta el parlamento se necesitaba obtener la mitad más uno para lograr el acuerdo. Por lo tanto se debió negociar con los representantes de 61 escaños, lo que incluyó a todos los partidos, incluyendo la Lista Arabe Unificada de Mansour Abbas.
Por su parte, Netanyahu quedó por fuera como presidente del partido Likud y, ante el anuncio del gobierno de coalición, disparó contra Bennet. Dijo: “Bennett vendió el Negev a la Lista Árabe Unificada, todos los diputados de Knesset elegidos por votos de derecha deben oponerse a este peligroso gobierno de izquierda”.
Añadió que Bennett ofreció a Mansour Abbas derogar la Ley Básica sancionada en 2018, que trajo una enorme polémica entre los árabes residentes de Israel, y reconocer sólo tres aldeas en la región del Negev así como un presupuesto para la sociedad árabe.
Netanyahu pidió a los jefes de los bloques de derecha, a los líderes del Likud y a los líderes de los consejos de asentamientos que se reúnan urgentemente para abordar el nuevo gobierno de unidad y formular estrategias para presionar a los miembros de los partidos “Derecha” y “Tikva Hadsha” para que no se unan. A esto se le sumaron una serie de manifestaciones sociales en contra del gobierno de coalición.
Ahora bien, ¿cambiará algo o habrá una continuidad? Siempre teniendo en cuenta la naturaleza ocupante de Israel, probablemente las políticas en lo referente a Palestina mantengan una continuidad y hasta incluso se profundicen, básicamente por el posicionamiento ideológico pero para analizar eso debemos conocer el perfil de los líderes del nuevo gobierno de coalición.
¿Quién es quién?
Si bien para la conformación del gobierno de coalición se necesitó de la negociación con diferentes facciones, las más importantes eran la de Lapid del partido “Hay Futuro” que sacó 19 escaños de los 120 del Knesset durante las últimas elecciones y el segundo partido después del “Likud” ( el partido de Netanyahu) y el partido de Bennet que representa a la derecha.
Naftali Bennet, es considerado el líder de la derecha dura de Israel, es uno de los empresarios de tecnología más importantes. Según el acuerdo, Bennett desempeñará como Primer Ministro durante los primeros dos años y adoptará un discurso religioso nacional de línea dura.
Cabe destacar que es un ex soldado de las fuerzas especiales y uno de los principales partidarios de los asentamientos y la anexión por parte de Israel de partes de la Cisjordania ocupada además de abogar por una política de línea dura hacia Irán. De hecho, Benny Grantz, el Ministro de Defensa, viajó este miércoles a Estados Unidos para hablar sobre el tema de Irán y el presupuesto militar.
Según la agencia de noticias Al Araby, el ministro israelí pediría a Washington que reabasteciera a Israel con bombas inteligentes y anti-inmunización, para compensar la escasez causada por su uso en la reciente agresión.
Bennett es ex militar y sirvió en la unidad de Sirit Matkal. Entró en política después de vender su empresa tecnológica por 145 millones de dólares en 2005. Al año siguiente, se convirtió en el jefe de la oficina de Netanyahu, que entonces estaba en la oposición.
En 2010, asumió como presidente del Consejo de Asentamientos en la Cisjordania ocupada y Gaza, que trabaja para los colonos, después de dejar la oficina de Netanyahu. Bennett fue ministro de Economía y Educación de Netanyahu.
Cuando se hizo cargo del partido de derecha dura “Casa Judía”, revolucionó la política en 2012, ante la perspectiva de perder todos sus escaños en el parlamento, y logró cuadruplicar su presencia parlamentaria después de hacer una serie de declaraciones ardientes sobre el conflicto con los palestinos.
En 2018, cambió el nombre del partido “Casa Judía” a “Nueva Derecha” y tiene ideas liberales sobre valores específicos, particularmente en temas lgbt.
Por su parte, Yair Lapid nació en 1964, es hijo del periodista, diputado y ex ministro Joseph (Tommy) Lapid, y durante muchos años se dedicó al periodismo.
Hace ocho años, anunció su entrada en la política, fundó el partido “Hay Futuro” como un partido sionista y liberal, y elaboró un plan de siete puntos.
Segun el sitio web del Knesset, el plan se basa en la modernización del concepto de seguridad, la búsqueda de un acuerdo regional y la separación de los palestinos, la limpieza del sistema político y la lucha contra la corrupción, la integración de los valores judíos con los valores democráticos, el fortalecimiento del sistema de aplicación de la ley, la puesta en primer plano de la economía israelí y la promoción de la educación y la ciencia.
Nada nuevo bajo el sol en relación a Palestina sino que existen grandes probabilidades de que aumente la violencia y que los asentamientos ilegales continúen su rumbo.
El gobierno de coalición logró imponerse sobre Netanyahu por el simple hecho de terminar con 12 años de gobierno (aunque si contamos el periodo de 1996 al 99 suman 15 años).
(*) Política internacional en Feas, Sucias y Malas (sábados de 9 a 12 por Radio Gráfica)
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