Por Carolina Ocampo
Un corte de ruta de camioneros chilenos que duró seis días en Punta Delgada (cerca del Estrecho de Magallanes), generó que más de 600 camiones quedaran varados en la zona del cruce de barcaza. La medida fue tomada como represalia a los bloqueos de trabajadores estatales en Neuquén, y terminó perjudicando a la provincia de Tierra del fuego, que quedó aislada del resto del país. El conflicto permitió instalar en la agenda la necesidad imperiosa de construir un Cruce por Aguas Argentinas.
Para ingresar a la provincia austral es necesario cruzar a Chile y utilizar las barcazas que conectan la Isla Grande de Tierra del Fuego con el resto del continente. Esa dependencia pone en jaque a la Argentina Bicontinental y Bioceánica, y afecta el abastecimiento de 220.000 fueguinos y fueguinas que hacen patria y construyen soberanía en el extremo sur de nuestro país.
El gobernador fueguino, Gustavo Melella, sostuvo que el corredor marítimo bicontinental “es el sueño de todas y todos. Es soberanía”, y que fue “el presidente Néstor Kirchner quien tomó como propio ese sueño, en el que trabajó a destajo”. El jefe provincial también resaltó que el reclamo de conectividad entre la Isla y el continente fue una prioridad del fallecido ministro de Transporte Mario Meoni, y que también cuenta con el acompañamiento del “presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa y el presidente del Bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, quienes comparten una visión federal e integradora para la Argentina”.
Melella lamentó la dependencia argentina que implica recurrir a vías extranjeras para establecer una comunicación territorial con una provincia de nuestra jurisdicción nacional: “nos afecta en muchos sentidos, en principio, en el abastecimiento de alimentos, combustible e insumos para lograr la producción, pero lo que es más grave es que un argentino no pueda llegar a su propia tierra por una decisión ajena a su territorio”.
En ese marco, la Federación Popular del Transporte (Fe.Po.Tra TDF) “Eva Perón”, lanzó un comunicado muy crítico con los diferentes gobiernos de turno, debido a que “desde 1975, fueguinos y fueguinas venimos solicitándole al Estado Nacional, que cumpla con ese mandato constitucional de una Argentina unida de sur a norte, y de este a oeste. Y en nuestra persistencia logramos en 2012, que el Congreso Nacional sancionara la Ley 26.776, que establece como ‘Política de Estado de la Nación’, la integración soberana de la Isla con el continente a través de un cruce por aguas argentinas”.
Daniel Guzmán, veterano de guerra de Malvinas e integrante de Fe.Po.Tra dialogó con Radio Gráfica e insistió en que Tierra del Fuego “después de 40 y pico de años de peleas en el Congreso consiguió que se sancionaran una ley por unanimidad”, y agregó que “pasaron gobiernos, pasaron promesas, dijeron que iban a provisionar fondos. Pero los gobiernos no plantean más allá del tiempo de gestión. Nadie quiere construir más allá de 4 años, pensando en que lo va a inaugurar otro, y eso es absolutamente nefasto”.
A principios de año se anunció desde la cartera de Transporte de la Nación que había iniciado el proceso de contratación de las consultoras que elaborarían los pliegos de obra para llevar adelante la infraestructura del Cruce. El interventor de la Administración General de Puertos (AGP) José Beni, había adelantado que en 2022 se iniciaría “el proceso de licitación y de construcción, que no llevará demasiado tiempo”. Sin embargo, por el momento, no hay información certera de que el proyecto se haya iniciado.
El cruce por aguas argentinas beneficiaría a los estados provinciales, que podrían contratar barcos o barcazas a un precio mucho menor que el que hoy cobran empresas chilenas, que reciben alrededor de $3600 por cada auto particular que quiere cruzar a la isla o volver de ella.
Sin embargo, no es el único proyecto de soberanía marítima que se debate actualmente a nivel nacional. El corredor austral, que conectaría Santa Cruz y Tierra del Fuego, va de la mano con iniciativas como la Hidrovía del Paraná y el puerto de Buenos Aires. “Estos tres proyectos son estratégicos para la gestión”, señaló Beni, en la primera jornada de la 30º Edición del Seminario Internacional de Puertos, Vías Navegables, Transporte Multimodal y Comercio Exterior que se realizó en diciembre del 2020.
En el proyecto que uniría las dos provincias del sur argentino, se utilizarán como puntos de salida del Corredor marítimo al Cañadón Alfa o Cañadón Beta, en Tierra del Fuego, y Punta Loyola, en Santa Cruz.
Tierra del Fuego es un punto geopolítico estratégico, tanto por el Estrecho de Magallanes como por el Canal de Beagle, ambos conectores entre el Océano Atlántico y Pacífico. La creciente presencia británica en nuestras Islas Malvinas, permite la llegada de flotas de otras naciones, que ilegítimamente son autorizadas por los piratas para pescar en aguas argentinas y saquear nuestros recursos naturales. Es imperioso, en este contexto, que el gobierno nacional atienda el reclamo de soberanía de las y los ciudadanos que viven en el territorio patagónico cada día más codiciado por las potencias mundiales.
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