Por Valeria Rodríguez *
Emiratos Árabes Unidos se convirtió lentamente en la estrategia norteamericana para hacer frente a la influencia china en la región. Con patrocinio estadounidense e israelí, busca expandirse económicamente para atraer más comercio de petróleo en nuevos contratos y contrarrestar las “amenazas” iraníes a los suministros de petróleo a través del estrecho de Ormuz.
En principio la expansión económica radica en la producción y venta de crudo y para ello se necesita inversión. Es así que el vicepresidente y primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos, jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, anunció el aumento de al menos 81.000 millones de dólares en el sector industrial durante los próximos 10 años.
La idea central es crear 13.500 empresas industriales cubriendo los sectores energéticos y de la construcción, lo cual viene de la mano de la firma de acuerdos de cooperación con Israel en esos campos sumado a la tecnología y seguridad.
Cabe destacar que el primer acuerdo de cooperación se firmó luego de la normalización de relaciones y se concentró en la cooperación financiera entre el banco central de Emiratos Árabes Unidos y el Ministerio de Finanzas israelí para promover inversiones de capital dentro de las cuales el principal sector es el energético.
Además, los emiratos aportarían una nueva estrategia para el transporte de crudo ya que será transportado a través del Mar Arábigo y el Mar Rojo en un buque cisterna para luego ser enviado a oleoductos israelíes, un negocio redondo.
Mientras tanto, Israel continúa con su política agresiva hacia Irán, el principal rival en la región. Después de haber firmado el acuerdo por 25 años con China se transformó en su principal aliado en la zona.
El 6 de abril trascendió que Israel atacó al buque iraní Saviz, que se encontraba en el Mar Rojo, pero lo curioso de la noticia es que Estados Unidos culpó a Israel.
Esto se da justamente la misma semana que Irán junto a países de la Unión Europea, Reino Unido, una delegación norteamericana y China se reúnen en Viena para las primeras conversaciones sobre el posible regreso de Estados Unidos al acuerdo nuclear con Teherán a pesar de que el país persa se excluyó todo diálogo directo o indirecto con Estados Unidos.
El crudo de Emiratos Árabes Unidos
El eje central del gobierno de los emiratos está puesto en lo que llaman Política de Economía Circular 2021-2031 que entre otras cuestiones impulsa un aumento global de la producción de crudo con la especial participación de la compañía insignia de petróleo y gas de los Emiratos Árabes Unidos, la Abu Dhabi Oil Company que actualmente produce alrededor de 4 millones de barriles por día (bdp) y pretende llegar a producir al menos 5 millones de bpd para 2030.
Desde una mirada geoestratégica, Emiratos, la sexta reserva de petróleo del mundo, puede ocupar el lugar de Arabia Saudita pero para eso necesita que amplíe sus capacidades de producir crudo que sería vendido a la India, otro de sus aliados, a quien pretende perfilar como principal rival de China en Asia del sur.
El 15 de junio de 2020 se desató un enfrentamiento entre unidades militares de China y la India en el disputado territorio del valle de Galwan, en el Himalaya, después de que la India enviara tropas de su ejército para impedir la construcción de una carretera que estaba dentro del proyecto “One Belt, One Road” también conocido como la “Nueva Ruta de la Seda” que une Asia con Europa del sur.
Esto no es casual, ya que China aumentó su ritmo de construcción de carreteras en el marco de este proyecto y casi al mismo tiempo Estados Unidos señalaba su falta de interés en continuar sus propias actividades a gran escala en Asia Occidental mediante su retirada del Plan de Acción Integral Conjunta también conocido como Acuerdo Nuclear con Irán así como su retirada de gran parte de Siria.
A pesar de ello, durante la presidencia de Trump, su secretario de estado, Mike Pompeo viajó reiteradas veces a la India con el objetivo de reforzar la alianza entre Estados Unidos y la India contra China.
Con la nueva administración Biden se pretende continuar con el refuerzo de los lazos entre India, Japón y Australia para conseguir ganar fuerzas en la competencia con China, de hecho el 12 de marzo se llevó a cabo una reunión con los tres países a través de videoconferencia donde se planteó un “Indopacífico libre y abierto”.
Los Vecinos primero
La India, aliada de Estados Unidos, para contrarrestar la propuesta china tiene la propia que se denomina “Neighborhood First” (Vecinos Primero) que es una iniciativa de cooperación con sus vecinos en Asia del sur enfocándose principalmente en el sector energético.
La empresa Abu Dhabi Oil Company cumple un papel central en la gestión de las reservas vitales de petróleo de la India por lo que se esperan acuerdos petroleros entre Emiratos y la India, los cuales serían vitales para la propuesta india de “Vecinos Primero”.
Además, la India es un gran mercado para los intereses de Emiratos Árabes Unidos que pretende impulsar la producción de crudo de Murban para imponerlo como punto de referencia del precio del barril de petróleo.
Fujairah la estrategia para evitar Ormuz
Fujairah, que ya es el tercer centro de abastecimiento más grande del mundo, ofrece un puerto directo en el lado oriental del Golfo de Omán, lo que significa que cualquier buque que se mantenga allí será capaz de evitar cualquier bloqueo que Irán pueda imponer nuevamente a los barcos que pasan por el estrecho de Ormuz sin permiso.
Según el sitio Oil Price, esta opción puede volverse más atractiva para Irán a medida que finalice su oleoducto Guriyeh-Jask que permitirá que su petróleo fluya sin pasar por el Estrecho y comprende junto a los campos petroleros de Karun el punto focal del acuerdo a 25 años con China.
La posición geográfica de Fujairah también permite que cualquier petrolero que se mantenga allí evite cualquier problema futuro que pueda surgir con Omán si el Sultanato cede a la propuesta China para formar parte de su esfera de influencia relacionada con la Nueva Ruta de la Seda.
Emiratos Árabes Unidos pretende perfilarse como el principal aliado tanto de Estados Unidos e Israel mientras que Arabia Saudita a través de su empresa Aramco, aumentó el precio del barril de petróleo, esto se produce días después de que la OPEP y sus aliados acordaron el jueves 1 de abril aumentar la producción de petróleo en más de dos millones de barriles diarios en tres etapas entre mayo y julio.
Según la agencia Bloomberg, hace varios meses que los precios de Aramco para sus clientes en Asia son más altos que para Europa y Estados Unidos. En parte por la demanda de energía en estas dos regiones, cuyas economías se recuperan de los efectos de la pandemia del coronavirus con mayor lentitud.
(*) Política internacional en Feas, Sucias y Malas (sábados 9 a 12)
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