Arturo Avellaneda, escritor, naturalista, y responsable del portal Permahabitante, dialogó con Radio Gráfica sobre los orígenes de los incendios que ocurrieron en la Patagonia a lo largo de los últimos dos meses.
Avellaneda resaltó que los medios de comunicación “han apagado mediáticamente, pero sigue ardiendo”, y ejemplificó la situación con lo que sucede en Golondrinas donde “ayer, todavía en la más alta cumbre se está incendiando todo”.
Avellaneda resaltó que los medios de comunicación “han apagado mediáticamente, pero sigue ardiendo” la Comarca Andina, y ejemplificó la situación con lo que sucede en la localidad de Golondrinas donde “ayer (por el miércoles 31), todavía en la más alta cumbre se está incendiando todo”.
El escritor evidenció que “la NASA releva solamente en Argentina 8.000 focos rurales, y el manejo del fuego está dentro de las ‘barajas’ que manejan cuando se cambia el uso del suelo de una bio-región”, y advirtió que los objetivos principales son “la invasión productivista o extractivista, este hecho de poder libremente prender fuego a la flora y eliminar la fauna nativa para sustituirlo por algún negocio interesante como la hacienda o el cultivar”.
A estas maniobras “se la denominan ‘desmonte limpio’, usando una especie de terminología higienista”, señaló.
El entrevistado, quien ganó experiencia recorriendo diversos territorios de la Argentina en donde se provocaron incendios masivos, sostuvo que en el caso de la Patagonia “hay una causalidad mega delictiva: la megaminería”. Y en toda la Región, toda Sudamérica, hay una práctica “extorsiva en relación a los activistas” que defienden otro modo de vincularse con la tierra y resisten la avanzada de los proyectos vinculados a los capitales globales del Norte del mundo.
“Todos los organismos de Derechos Humanos han dado una alerta sobre esta modalidad delictiva que tiene a las megamineras y a su capital, la Bolsa de Toronto, en un escenario neocolonialidad, de extractivismo inmoral que quiere someter a la gente, al pueblo, a la nación, a las culturas, y a grupos lingüísticos enteros con el asesinato de sus líderes, o como es en Argentina, por el soborno de sus dirigentes políticos”, denunció.
A su vez, el naturalista manifestó que “hay que ser honestos y comenzar a hablar de este problema de una manera abierta. Es evidente que la clase política de Chubut es adicta a un modelo que no quiere a la población, que no tiene correlato democrático”.
Por último, Avellaneda explicó que tiene una hipótesis de lo que sucede en Argentina con los incendios sistemáticos: a través de cateos y lecturas sobre los bosques realizados desde dispositivos satelitales controlados por intereses imperiales, pueden corroborar la presencia o no de minerales ubicados en el subsuelo. “Los árboles en llamas hacen reflejos de los metales incandescentes. Estos arbolitos que están ardiendo están arriba de una veta que revela la composición del suelo”, concluyó.
- Entrevista realizada por Ariel Weinman en Panorama Federal (lunes a viernes de 7 a 8)
- Redacción por Carolina Ocampo
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