Pasadas 2 semanas de los incendios que arrasaron más de 15.000 hectáreas entre la provincia de Chubut y Río Negro, aún quedan varios interrogantes y cuestiones sobre la mesa. La relación entre Arcioni, Massoni y el Gobierno Nacional, el lobby minero, los grupos empresarios, la utilización de chivos expiatorios y mucho silencio mediático. En el medio, los sectores populares, las comunidades y la ciudadanía sufren las consecuencias de un fuego político.
Por Juan Patricio Méndez *
La ruta 40 levantó dos columnas infinitas de fuego, para un lado y para el otro de la cordillera, y hacía el norte y el sur de cada uno de los barrios, localidades y áreas. Las regiones adyacentes a Lago Puelo, El Maitén, El Bolsón y el sur de Río Negro quedaron, sin exagerar, rodeadas de fuego. El ejemplo más escalofriante fue el de El Hoyo, en donde su intendente Pol Huisman destacó que “el día martes el fuego rodeó al pueblo entero, llegando hasta el lago, y en un momento llovían brasas y chispas en el pueblo. Allí fue cuando decidimos evacuar”.
Entre otros testimonios, el intendente de Lago Puelo, Agustín Sánchez, expresó que lo acontecido en la región llevó a que la situación sea considerada “catastrófica”. “Los incendios están descontrolados y el avance de las llamas es muy rápido”, afirmó. Y no descartó que las causas de los incendios sean “la negligencia o la intencionalidad”, asegurando que el fuego no sea por causas naturales. Lo que aquí sostenemos es que este fenómeno es, fundamentalmente, político.
Más de 300 casas fueron abordadas por las llamas que despertó el extractivismo. Miles de especies autóctonas y de ganadería han resultado víctimas de este modelo. Más de 60.000 hectáreas de Bosque Nativo ya se ha incendiado en todo el país, y parece que aún, el significante catástrofe parece suficiente para abrochar las conciencias de las diferentes gubernamentalidades e instituciones responsables.
Entre todas estas conflictivas ambientales, políticas y económicas, emerge un entramado de discrepancias entre el Gobierno Nacional y el Gobierno Provincial. Arcioni, por un lado, se declaró a favor de la megaminería y buscó impulsarla. Por el otro lado, Massoni, ministro de Seguridad de Chubut, apuntó responsabilidades de las agresiones hacia la comitiva de Alberto Fernández (mientras estuvo en conferencia) a grupos antiminería, y denunció abiertamente que la responsabilidad de los incendios la tienen “grupos terroristas mapuches”. Minería e Incendios convergen en un escenario caldeado de conflicto institucional y político.
Las llamas sobre los Barrios Populares
Uno de ellos, Bosques al Sur, se trata de un barrio que creció durante la cuarentena en el 2020. La ocupación territorial se dió en el marco del traspaso de los predios que el Gobierno Provincial realizó al municipio de Lago Puelo para impulsar el proyecto de urbanización “Radal Norte”. Una franja a utilizarse de esa zona sería para negocios turísticos e inmobiliarios sobre la ruta 40, conexa a sede de la brigada de incendios forestales.
Anteriormente, las tierras detrás de la sede de la brigada fueron ocupadas por un grupo de vecinos que conformaron el barrio “Eco Aldea de Radal”. Y es entre estos dos puntos geográficos donde el segundo foco de incendio tuvo lugar. Casualmente, lindero del lote 41 y sobre la ruta 40, hay una zona disputada por intereses inmobiliarios, que según informa la Agencia Tierra Viva, se trata de una región muy interesante que ya fue incendiada en el año 2011, y que desde allí los intereses inmobiliarios se han incrementado.
Aquí aparece la cuestión de la Ley 27.604, que modifica la Ley 26.815, sancionada el 24 de diciembre de 2020. El Gobierno nacional promulgó la primera, en el marco de “Ley de Manejo del Fuego” que, en sus términos, “protege a los ecosistemas de los incendios accidentales o intencionales” y “prohíbe la venta de terrenos incendiados en plazos de entre 30 y 60 años para evitar prácticas especulativas y emprendimientos inmobiliarios”. En otras palabras, no se puede rezonificar el territorio luego de un incendio. Esto a los fines de prevenir incendios intencionales para luego explotar distintas clases de negocios. Y he aquí que, previo al 2020, estas tierras ya venían en conflicto por sus usos y zonificación.
Es por eso que, para los vecinos de los barrios populares y para la ciudadanía en general, los incendios fueron intencionales. Entre otras cuestiones, en un día se activaron dos focos en las dos tomas más importantes de Lago Puelo, y en distintos lugares estratégicos de toda la comarca andina. Muchos testimonios han sido recogidos por distintos medios del sur y de la Patagonia en donde los residentes declararon que hay una clara intención por parte del municipio de sacarlos de la zona. “Sabemos que no nos quieren acá. El Municipio nos quiso sacar desde el día que entramos. Nos vamos a quedar porque sabemos que es la única manera de cuidar los territorios, de no entregárselos a estas lacras. Hay que estar en los territorios y estar juntos, fuertes, unidas. Estos tipos quieren que nos vayamos para poder avanzar con sus proyectos”, compartieron los lugareños a Agencia Tierra Verde.
La piedra que rebasó el vaso
Y en todo este marco de conflicto ambiental y político, se sumó la interna entre la Gobernación de Chubut y el Gobierno Nacional. Wado de Pedro fue explícito cuando mencionó, en sus redes, que “en lugar de reconocer su responsabilidad (Arcioni) en los hechos de violencia contra la comitiva presidencial, el gobernador elige atacar al intendente de Lago Puelo, que está trabajando junto al Presidente para asistir a la comunidad”. Alberto Fernández, junto a su gabinete y al intendente de Lago Puelo Augusto Sanchez, concurrió allí para firmar algunos documentos que representan una transferencia de fondos a la Municipalidad, en lo relativo a los hechos acontecidos. Arcioni, por su parte, no se limitó a permanecer ajeno, sino que se involucró con su propia comitiva y generó disturbios.
El viaje del presidente @alferdez a Chubut se realizó exclusivamente para resolver los problemas ocasionados por los incendios, poniéndose al frente de la situación.
— Wado de Pedro 🇦🇷 (@wadodecorrido) March 15, 2021
En el lugar donde aterrizó el helicóptero presidencial, muchos vecinos, asambleas y comunidades se hicieron presente con pancartas, banderas y mensajes que representan, entre otras cosas, la lucha patagónica. “No al saqueo minero”, “El agua no se vende, se defiende”, “Todo incendio es político”, “Territorios para el buen Vivir”, fueron los discursos que se materializaron en tinta y tela, y que fueron desplegados en los alrededores de la cancha de fútbol donde aterrizó la comitiva presidencial.
El resquebarjamiento de las relaciones institucionales también se da en otro conflicto de igual envergadura. El proyecto de Zonificación Minera queda cada vez más relegado de la agenda nacional, y las presiones del lobby (fundamentalmente de la canadiense Pan American Silver) sobre la Gobernación de Arcioni es cada vez mayor. La movilización social y el aguante de vecinos y vecinas, comunidades y organizaciones de Chubut han frenado el tratamiento de una ley altamente perjudicial para el ambiente y para la soberanía, y han logrado evitar la derogación de los artículos 1 y 2 de la ley 5.001, aquellos que específicamente versan sobre el uso de químicos y de la modalidad “a cielo abierto”
Durante el discurso presidencial, quienes se acercaron, exigieron la renuncia del Gobernador. Pero la tensión explotó, luego de que una piedra voló sobre la masa de personas, suspendiendo la conferencia y terminando el acto en el momento. Massoni, en este caso, culpó a los grupos antiminería de la violencia suscitada, y también culpó a “grupos terroristas mapuches de la RAM” de ser los responsables de los incendios en la Patagonia.
Pero lo más curioso es que, del lugar donde provino la piedra, se fue a los piques una camioneta “Renault Duster” gris, cuya patente está a nombre de la Policía de Chubut. Es por ello que, tanto desde la cúpula nacional como por parte del pueblo chubutense, se denunció que hubo infiltrados que operaron para generar ese clima de caos. No es novedad, lamentablemente, este tipo de acciones. “Hay una gran embestida llevada a cabo por el propio Mariano Arcioni que había hecho campaña diciendo que iba a prohibir la minería y que era un ambientalista más. Esto sumado a la ausencia de pago de sueldos de los estatales, es cierto que había una manifestación con ambientalistas, pero las piedras las tiran dos personas que se suben a un auto de la Policía de Investigaciones de Chubut”, declaró Enrique Viale a Ámbito.
Lo que ha quedado de manifiesto es que, tanto Arcioni como Massoni, han sido soltados por el Gobierno Nacional. El apoyo no es el mismo, y hasta el mismo presidente relegó el tema minero al declarar que “la minería es un tema de los chubutenses”, desligando la responsabilidad de Nación. Por otra parte, Viale aseguró que el gobernador habría estado detrás del conflicto. “Cuando hay una manifestación de ambientalistas se llena de policías, no es causal todo esto. Las luchas ambientalistas nunca son violentas”, concluyó.
En definitiva, incendios y minería juegan su papel en un escenario político más que conflictivo para la región. En espacios donde el ambiente es arrasado por el extractivismo neoliberal y por la pérdida de la soberanía de los pueblos, las instituciones buscan conexiones con instituciones para profundizar el escenario de crisis, en vez de resolverlo.
Es hora de poner fin a estas modalidades de producción que tan mal le han hecho a la región latinoamericana, tierra de luchas y de saqueos. Hoy los representantes gubernamentales deben escuchar la voz de las organizaciones y las asambleas, que ya se han declarado en contra de la megaminería, a favor del agua, de los territorios, del ambiente y de la vida.
Basta de quemas. No es No. Basta de agronegocio y de extractivismo en toda la región.
(*) Columnista de Ambientalismo de Abramos La Boca (Lunes a Viernes de 16 a 18 horas) / Radio Gráfica 89.3
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