Por Nehuén Gusmerotti*
En la mañana del 10 de febrero se publicaron las y los nominados del 2021 para entrar en el reconocido y polémico Rock and Roll Hall of Fame, o muro de la fama del rock and roll. Esta ceremonia regala cada tanto un reencuentro icónico, ha dejado situaciones incomodísimas y no hay año que no levante polvareda. ¿Pero sabemos cómo funciona la prestigiosa inclusión al muro rockero?
Antes de meternos de lleno en su funcionamiento, arranquemos contándoles las y los nominados de este año. The Go-Go´s, Rage Against The Machine, Mary J. Blige, Kate Bush, Devo, Foo Fighters, Iron Maiden, JAY-Z, Chaka Khan, Carole King LL Cool J, Fela Kuti, New York Dolls, Todd Rundgren, Tina Turner y Dionne Warwick. Recordamos que para el museo se considera rock toda aquella música de base rítmica de 4×4. Ergo tenemos rap, pop y varios ritmos previos a la propia creación del género. Además, este año tiene la nominación con mayor diversidad en la historia del museo, en términos de artistas mujeres y afro descendientes, pero no se llegó hasta acá así nomás.
Sus comienzos
El Rock and roll Hall of Fame se fundó el 20 de abril de 1983 por el empresario Ahmet Ertegun, fundador de la discográfica británica Atlantic Records. Se decidió ubicarla en Cleveland, Ohio, por cuestiones históricas y económicas. En términos de historia, allí se implementó por primera vez el término “rock and roll” por el DJ y conductor de radio Alan Freed. En términos económicos, y posiblemente los más decisivos, la ciudad puso mucho dinero público para quedarse con la sede del museo. Es un predio de 14.000 metros cuadrados con una imponente pirámide de cristal de 49 metros de alto. Todo esto diseñado por el arquitecto norteamericano Ieoh Ming Pei.
Esta mega obra abrió sus puertas finalmente el 2 de septiembre de 1995. El edificio cuenta con siete pisos donde suele haber exposiciones varias, dos teatros y salas interactivas de música contemporánea. Un paseo turístico que ha pagado con creces la inversión pública de Cleveland en estos terrenos.
¿Cómo se ingresa al prestigioso muro de la fama?
Cada año las nominaciones levantan críticas. ¿Por qué no está tal banda? ¿Qué hizo tal banda para estar? ¿Eso es rock? Bueno, repasemos cuales son los parámetros básicos para ser candidato a la ceremonia. En principio, el artista o banda en cuestión debe haber lanzado su primer disco 25 años atrás o más. A esto se le agrega tener una discografía extensa, influencia sobre otros artistas y un éxito comercial palpable.
Esto no es del todo transparente. La realidad es que las votaciones no son públicas. Se dan a conocer los ganadores sin publicar los resultados. En teoría los fans pueden entrar a votar entre las y los nominados, pero las y los artistas más votados por el público han sido ignorados en más de una ocasión.
En sus inicios en el jurado estaba compuesto por el propio Ahmet Ertegun, el editor histórico de la Rolling Stone, Jann S. Wenner, dos ejecutivos discográficos: Seymour Stein de Sire Records y Bob Krasnov de Elektra, y dos abogados. Por aquellos años no había artistas. Hoy en día votan miembros incluidos en el muro, además de periodistas de todo el mundo, pero las votaciones siguen siendo secretas. La opinión es de la elite.
Para colmo, se han hecho públicas situaciones que le restan credibilidad al jurado. Luego de la muerte de Ertegun, Wenner impuso al jurado el ingreso de Grandmaster Flash en lugar de Dave Clark Five. La banda desplazada había obtenido más votos que Grandmaster pero Wenner decidió que no podía pasar otro año sin ser incluida en el muro de la fama. En tanto géneros como el heavy tienen tanques fuera del muro a pesar de tener carreras excepcionales (casos como Maiden o Judas Priest, entre otras). ¿Qué pasa puertas para adentro del prestigioso jurado del muro?
Un muro de la fama poco diverso
Esta será la 36° inclusión en el salón de la fama. Una de las cosas que más se ha criticado a los jurados ha sido la escasa nómina de artistas mujeres en el muro. Cuenta al día de hoy con 340 miembros, de los cuales solo 50 son mujeres, además hay que aclarar que este número incluye mujeres que hayan sido componentes de bandas, no solistas). Estamos hablando de menos del 20%. Hay algunas ausencias significativas para artistas que cumplen con creces los requisitos de nominación. Casos como The Runaways, Gwen Stefani, Bjork, Courtney Love o Kim Gordon, entre otras.
En la celebración de 2019 fueron incluidas Stevie Nicks y Janet Jackson. Ambas apuntaron sus discursos a la necesidad de dar más presencia en este selecto grupo a las artistas femeninas. “Espero estar abriendo las puertas a otras compañeras”, planteó Stevie Nicks. En 2019 el mando de la organización pasó a John Sykes, que recongió el guante y asumió que era necesario “reconstruirse de tal forma que haya más mujeres y más gente de color entre los elegidos”.
Algunas invitaciones no muy bienvenidas
En la historia de las inclusiones, algunas bandas han sido bastante duras con el polémico muro de la fama. En 2006 había un plantel de lujo, y fue una de las más recordadas y problemáticas de todas. Black Sabbath, Lynyrd Skynyrd, Miles Davis, Blondie y los Sex Pistols. El problema arrancó con Ozzy, que expresó algo que está latente entre muchas bandas.
“Quitennos de la lista. Ahorrad tinta. Olvidaos de nosotros. La nominación no significa nada porque no la han votado los fans. Lo elige una supuesta elite de los medios y la industria, gente que no ha comprado un disco o una entrada en su vida, así que sus votos son irrelevantes para mí. Asumámoslo, Black Sabbath nunca ha sido la niña bonita de los medios. Somos una banda para la gente y eso es lo que nos gusta”. El problema con Ozzy fue resuelto, se limaron asperezas aunque el músico haya puesto sobre la mesa una realidad: el muro de la fama es el muro de las elites discográficas.
El tema con la ceremonia de 2006 no terminó ahí. Sex Pistols mandó una carta manuscrita que decía: “En comparación con los Sex Pistols, el rock and roll -o lo que sea- hall of fame es una mancha de pis. No vamos a ir. No somos vuestros monos, ¿y qué? La fama a 25.000 dólares si pagamos por una mesa y 15.000 para estar apretados en una galería va a una organización que nos vender a cualquier vieja gloria. Felicidades. Si nos votaste, espero que hayas apuntado tus razones. Seréis anónimos como jueces, pero aún así sois gente de la industria. No vamos a ir. No estáis prestando atención. Un verdadero Sex Pistol está fuera de este sistema de mierda”. Punk rock al servicio de la voz popular.
Esa ceremonia fue coronada con una pelea en vivo de los ex miembros de Blondie. La banda estaba atravesada por problemas legales y fueron reunidos en Cleveland. La situación se tornó incomoda cuando Frank Infante pidió públicamente que los dejen a él y a Nigel Harrison tocar en los temas del show de iniciación. Los comentarios cruzados subieron el tono y el clima se volvió tenso y desagradable. Una noche en la que la banda tenía poco para festejar.
Si bien en los medios y en el mainstream industrial la nominación o posterior inclusión parece ser un premio a una carrera exitosa, la realidad está muy lejos de los sueños. Enviciado por las miserias de las grandes compañías discográficas que lo fundaron, los criterios se usan a voluntad y muchas bandas de enorme trayectoria son ignoradas por completo. Los artistas de habla hispana no tiene cabida en las fastuosas salas de Cleveland y el muro de la fama no es más que, como aclaró Ozzy, la opinión de una elite que nunca pisó un show en vivo. En otras palabras, al muro de la fama del rock, le falta rock.
(*) Conductor de Resistiendo con Ideas (sábados de 18 a 20, domingos de 16 a 18)
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