Ana Cubilla, secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores Rurales (SUOR) de Misiones, habló con Radio Gráfica acerca de la situación de las y los trabajadores agrarios “golondrina”, entre quienes hay personas “varadas” en diferentes puntos del país debido al aislamiento por Covid-19. “De qué manera vamos a poder cumplir con algún protocolo en los trabajadores rurales si las condiciones mínimas de trabajo no están y ni hablar de la paga”, exclamó la sindicalista.
“Siempre fue difícil nuestra situación”, comenzó aclarando Cubilla. En referencia al aislamiento social, preventivo y obligatorio, la trabajadora rural evidenció que “a la mayoría de los trabajadores golondrina nos ha encontrado en distintas partes, en distintas producciones del país y para muchos genera que la poca plata que fueron a ganar tener que gastarla toda en comida y sin tener la posibilidad de volver”.
Reflejó que para las y los trabajadores ‘golondrina’ “la realidad es muy burocrática y es difícil que vuelvan, y si lo hacen es muy a cuenta gotas, con mucho tiempo de espera”. Y resaltó que “esta pandemia desnuda con crudeza y empeora lo que nosotros ya veníamos denunciando y visibilizando, que es toda la problemática de los trabajadores rurales, su mal pago”.
“Aún está invisibilizado en la ruralidad el trabajador agrario en general, aún más la trabajadora, la mujer que también migra, que también va como trabajadora golondrina, con su marido o sola a trabajar en las distintas cosechas del ciclo de producción”, definió la sindicalista acerca de quienes se movilizan por las distintas provincias de acuerdo con la demanda de los ciclos de cosecha de los diversos productos agrícolas, como el de la yerba mate en Misiones o de la manzana en Río Negro.
“Los barbijos no están, los geles no están y seguimos viajando en los camiones”
Adentrándose en las circunstancias laborales de los trabajadores y trabajadoras del área, Ana expresó que, si bien “el protocolo dice que hay que estar con barbijo, que vaya uno por asiento en los micros o tener la ropa adecuada”, la realidad indica que esto no se cumple ya que “las patronales no están acostumbradas a dar ningún tipo de condiciones mínimas laborales. Los barbijos no están, los geles no están y seguimos viajando en los camiones”.
“Desde 2011 hasta hoy nosotros no vemos el cumplimiento de la Ley extraordinaria que hizo Cristina Fernández de Kirchner para todos los trabajadores y trabajadoras agrarias”, apuntó en referencia a la Ley 26.717 de trabajo agrario.
“Seguimos diciendo que hay que eliminar el destajo, hay que terminar con que se trabaje por tonelada, necesitamos ir a trabajar sabiendo cuánto vamos a ganar en el día, en el jornal, y no porque yo haga tantos kilos me correspondan tantos pesos”, subrayó la representante del SUOR.
“Los hijos de los trabajadores rurales, los mismos que cosechan ese alimento, esa producción, no tienen el acceso porque está dolarizado. No va a estar en la dieta de los trabajadores y de los niños (ese producto), por eso hoy hay emergencia alimentaria”, recalcó la dirigente gremial acerca de las contradicciones y desigualdades presentes hoy en la producción rural.
“Hay que terminar con que se trabaje por tonelada, necesitamos ir a trabajar sabiendo cuánto vamos a ganar en el día”
Cubilla, que también integra Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal de Trabajadores, habló acerca del subsidio ‘intercosecha’. “Es una plata que teníamos cuando no había cosecha”, pronunció, lo cual sufrió ajustes durante el gobierno de Mauricio Macri.
“El 25 de noviembre del 2015, después del 22 de noviembre cuando Macri ganó el ballotage, lo primero que hizo la Corte Suprema de Justicia fue sacarnos dos artículos de la Ley extraordinaria 26.717, a partir de ahí fue sacándonos más derechos”. A raíz de ese recorte “muchas provincias se tuvieron que hacer cargo de ese subsidio, aunque sea nacional”.
Sobre la relación del sector con el actual Gobierno nacional, la gremialista manifestó que “apenas asume el gobierno de Alberto, el 15 de abril fuimos con el pedido a Moroni (ministro de Trabajo) para que nos dé alta nuevamente a ese programa y Nación ponga nuevamente ese dinero”, lo cual se realizó, pero -tal como identificó Cubilla- sigue siendo insuficiente.
“Nos dieron un aumento a los trabajadores agrarios del 107% y aún así sólo llegamos a $5 mil por mes, por el intercosecha, es decir, para que una familia tenga una entrada cuando no hay cosecha. Apenas llega a la mitad del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE)”.
“Ahí nos damos cuenta de lo atrasado, de cuánto subsuelo abajo estamos los trabajadores agrarios del movimiento obrero”, reflexionó y aclaró que los trabajadores y las trabajadoras rurales no tienen acceso a cobrar el IFE por estar inscriptos en las ANSES como salariados.
“El IFE tampoco lo pudimos cobrar por más que somos trabajadores que una mitad del año tenemos trabajo y la otra mitad no, que tranquilamente podría tocarnos ese beneficio, que bien nos vendría en esta época tan difícil. Por más que no estamos teniendo trabajo y no estamos percibiendo, ahí tenemos un traspié que tenemos que mejorar”, indicó.
Por último, Cubilla auguró que aunque “sigue siendo muy triste la vida de los trabajadores agrarios, esperemos que con este nuevo Gobierno podamos mejorar y esa es nuestra lucha”.
- Entrevista realizada por Úrsula Asta en Feas, Sucias y Malas (Sábados de 9 a 12 hs, por Radio Gráfica).
- Redacción por Julia Campalans.
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