Daniel Lovera, senador nacional por La Pampa y dirigente del sindicato de Comercio, estuvo en comunicación con Radio Gráfica. Repasó diversos temas de la agenda legislativa, el valor del rol del Estado y profundizó sobre el proyecto de ley que impulsa para regular el teletrabajo. “Soy optimista en que antes de que termine este año estos proyectos van a ser ley en la Argentina”, dijo.
“Lo tenemos que hacer en base a los convenios colectivos de trabajo”, sostuvo el senador, quien además preside la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara Alta. En diálogo con Úrsula Asta, en el programa Feas, Sucias y Malas (sábados de 9 a 12 hs), también destacó que el presidente Alberto Fernández está interesado en que se regule rápidamente este tipo de actividades.
Días atrás, tanto el Senado como Diputados tuvieron su primera experiencia a distancia en la historia, ¿cómo fue esa primera sesión?
– Bien, fue una sesión importante, con muchas sensaciones. Que históricamente el Congreso haya sesionado de manera virtual, no lo hubiéramos imaginado. Meses atrás nadie hubiera pensado esto, pero es lo que planteó esta pandemia mundial y en buena hora que se hayan hecho todos los ajustes necesarios del uso de la tecnología para que podamos sesionar correctamente, no solo en las comisiones como estamos haciendo estas semanas.
Esta sesión era especial no solo por la virtualidad y lo histórico de que así sea, sino para poder debatir 20 decretos de Necesidad y Urgencia que nunca, más necesarios. Son todos sobre situaciones en las que el Presidente de la Nación ha tenido que tomar medidas para proteger a ciudadanos y ciudadanas, a la salud, a las empresas, a los trabajadores. Así que doblemente importante la sesión y, por suerte, ha salido todo dentro de lo previsto y se pudo sesionar con normalidad.
Usted también es el presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado y, entre esos decretos que usted mencionaba algunos están vinculados a lo laboral y a los despidos. ¿Qué destacaría de esos decretos?
– Destaco la rapidez del Ejecutivo. Esto es lo que ha diferenciado al Presidente de muchos otros países, que se ha rodeado con mucha gente capaz e idónea con lo que pasaba sanitariamente.
Me ha tocado fundamentar seis decretos que tienen que ver con la protección del trabajo, y cuando hablo de eso no sólo hablo de las trabajadoras y los trabajadores, sino que hablo de las pymes, los comerciantes, las pequeñas empresas, que tienen mucha fortaleza y son las que dan el 90% del trabajo en el interior de la Argentina.
Entre los temas debatidos estuvieron los retos para las empresas, el pago del 50% del salario por los meses de abril y mayo para las empresas que han tenido que estar dentro del aislamiento; el tema de poner al Covid como enfermedad dentro de la ART, por si le llega a tocar a algún trabajador o trabajadora de los que están trabajando o los que tienen la necesidad de trabajar, que no están dentro del aislamiento.
“Covid como enfermedad dentro de la ART, por si le llega a tocar a algún trabajador o trabajadora”
Y, después, el decreto número 376, donde hubo algún debate, que es el de la prohibición de despidos por 60 días, mientras dure la pandemia, protegiendo nada más ni nada menos que las fuentes laborales de todas las familias argentinas.
Conocemos casos de despidos, incluso en estos momentos, pareciera que algunos no se dan cuenta de la situación grave que estamos atravesando…
– Creo que lo que debe primar acá, bajo toda circunstancia, es que se viene una etapa de mucha solidaridad y por eso necesitábamos este decreto.
Por eso, hubo discusiones y debates con algunos de los senadores y senadoras de la oposición que no quisieron acompañarlo.
Primero, son decretos razonables, transitorios, el Estado pone el 50% del salario. En algunos casos, en aquellas empresas que hayan tenido el 100% de sus puertas cerradas, aparte del 50% del Estado, tienen una reducción para pagar el 75%. O sea que solo se hacen cargo del 25% del salario neto, sin cargas patronales.
Si no entendemos que estamos en una pandemia mundial, si no miramos lo que pasa en el resto del mundo y no ponemos mínimamente ese granito solidario, la verdad necesitamos de un Estado que nos exija que eso suceda. Para que no quede mucha gente desprotegida y que el tema del Covid sea mucho más problemático y devastador que lo que va a ser a pesar de estas protecciones.
“Si no ponemos mínimamente ese granito solidario, la verdad necesitamos de un Estado que nos exija que eso suceda”
– En cuanto a ese Estado que exige, que usted mencionó, y pensado en una salida de esta pandemia en algún momento próximo, ¿cómo observa el rol del Estado también en esa puja o en esa relación con las corporaciones? ¿Se sale mejor o visualiza un futuro más difícil?
– Creo que el capitalismo se va a reconvertir. Hoy en el mundo quedó demostrado el fracaso de ese modelo de un Estado retirado que todo lo maneja el mercado, han desbordado y explotado los sistemas de salud de hasta los mejores países del mundo.
Vemos lo que pasa en nuestra región, en Brasil, en Chile, en Ecuador. Creo en un Estado administrador, en el gran Estado regulador, con personas idóneas que sean parte de regular las cosas esenciales que necesita un ser humano. Coincido plenamente. Por suerte, Argentina tiene un Gobierno que piensa eso, que el Estado tiene que ser el garante de mayo equilibrio, mayor solidaridad, mayor justicia.
“Creo en un Estado administrador, en el gran Estado regulador, con personas idóneas que sean parte de regular las cosas que necesita un ser humano”
Y, en ese sentido, nos vamos a encontrar en el mismo camino acompañando. Y, en el resto del mundo, van a tener que rever esta situación. Con aquellos que piensan que el Estado se tiene que retirar de todo, no coincido. Yo coincido con un Estado que garantice trabajo digno, decente y con un montón de protecciones que no son, como dicen las corporaciones, beneficios extralimitados. No, son protecciones para una vida digna.
Como con la tecnología, no estamos en contra, pero sí hay que regularla, como las leyes del derecho a la desconexión, del acoso laboral y que son trabajadores en relación de dependencia los que trabajan en plataformas digitales.
Necesitamos un gran compromiso, un gran pacto social, donde estén los trabajadores, sus representantes, las empresas y el Estado. Eso es lo mejor que le puede pasar a un trabajador.
Son relevantes los proyectos que hay en el Congreso, en este momento más que nunca, vinculados al teletrabajo. Y usted impulsa algunos. Hubo anteriores, como el de Carlos Tomada y otros a lo largo del tiempo. ¿De qué se tratan los que hay ahora?
– Esos proyectos, inclusive todos los que nombrabas, con el tiempo han ido cambiando, porque va cambiando la sociedad y la tecnología. Pero todo esto lo tenemos que hacer en base a los convenios colectivos de trabajo. Hay muchos trabajos que se van a quedar, después de la pandemia, en esas modalidades.
El proyecto en sí establece que los trabajadores y trabajadoras tienen el derecho a desconectarse de todos los dispositivos digitales, de todas las tecnologías de información y comunicación que usan por cuestiones laborales, fuera de su jornada laboral y también durante los períodos de licencia y de descanso, sin que ello implique, como en algún caso hoy está sucediendo en la práctica, una sanción por parte del empleador.
“El proyecto establece que los trabajadores y trabajadoras tienen el derecho a desconectarse fuera de su jornada laboral y también durante los períodos de licencia y de descanso”
Lo que pretendemos es consagrar en nuestro sistema jurídico el derecho a decir: “Tengo una jornada laboral y fuera de esa jornada laboral tengo el derecho a desconectarme”. El tiempo libre, es tiempo libre mental de ese trabajador o trabajadora. Y si no lo hacemos, ¿qué está pasando? El abuso de las empresas, con esto de la hiperconectividad se plasma que ese trabajador y trabajadora tiene que contestar mensajes y requerimientos a cualquier hora, en cualquier lugar y durante los siete días de la semana.
Esto hay que regularlo, hay que ponerle un fin y en el caso de que tenga que suceder que tenga que una amplitud de ese uso, que sea bajo un importe remunerado, como en la antigüedad serían las famosas horas extras.
¡En la antigüedad! Qué cambiante está todo.
-En la antigüedad no tan lejos, en la antigüedad reciente.
¿Hay voluntad política? ¿El bloque opina para adelante vinculado a esto?
– Sí, inclusive estos proyectos los estábamos trabajando, como decías vos, antes de la pandemia. Ahora toman mayor fuerza porque muchas de las ciudadanas y ciudadanos tenemos que estar en nuestros hogares y tenemos que hacer el trabajo que hacíamos presencialmente, en nuestros hogares muchísimo más.
En el mes de febrero nos juntamos con el ministro de Trabajo, el doctor Moroni, más allá de juntarnos con las senadoras y senadores a debatir sobre el tema, y yo creo que hay muy buena voluntad política por parte del Congreso de la Nación en avanzar. Tenemos algunas diferencias o matices que serán cuestión de debate.
Y, también, lo importante es que desde el Gobierno nacional, tanto el Ministerio de Trabajo como el Presidente, están de acuerdo en que tenemos que regular rápidamente este tipo de actividades. Soy optimista en que antes de que termine este año estos proyectos van a ser ley en la Argentina.
- Redacción de Julia Campalans
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