A diferencia de lo que se muestra en las pantallas televisivas, en el marco de la pandemia -y como históricamente- se ponen en marcha distintas experiencias de organización y las instituciones disponen su entramado en función de atender la crisis generada por el Covid-19. Aquí, una muestra de experiencias que rompe el sentido común que se pretende instalar. Merenderos comunitarios, escuelas, clubes sociales y deportivos, sindicatos y el mundo del trabajo.
Por Úrsula Asta
La escuela y los sindicatos
Melisa Graziano es docente de historia en Avellaneda y delegada del SUTEBA. En comunicación con Radio Gráfica explicó: “Como en varios lugares de trabajo esencial, armamos guardias mínimas no solamente para garantizar la continuidad pedagógica, sino también para poder hacer entrega de las viandas a toda la familia”.
“Sabemos que la mayor parte de la comunidad educativa pública está dentro de la economía informal, lamentablemente, y no poder ir trabajar genera que tengan mucho menos ingresos y, por lo tanto, muchos mas problemas para lograr la alimentación”, siguió.
“Con la cuarentena obligatoria las escuelas están abriendo una vez por semana, nos entregan la mercadería y armamos los bolsones con distintos alimentos que están armados por nutricionistas”, contó. Estos bolsones se entregan en un horario que pone la escuela y pasan las familias.
Esto “vendría a reemplazar las viandas diarias”, es decir, “como la idea es que no tengan que salir mucho a la calle, se arma una vez por semana” y están haciendo las entregas tomando todas las medidas de sanidad. Esta acción se está tomando en “todas las escuelas de la provincia de Buenos Aires”, dijo Graziano y contó que “la solidaridad también se está viendo entre familias”, porque “hay familias que tienen un ingreso fijo y que donan ese bolsón a las familias que no lo tienen”.
Sobre su organización gremial, manifestó que “desde la Intersindical de Salud que funciona en Avellaneda, se hizo una colecta y se compró alcohol en gel, barbijos, guantes, y lo repartimos entre todos los sindicatos. Desde la parte que le tocó a Suteba, repartimos alcohol en gel para todas las escuelas”.
También, “el Suteba puso a disposición todos los centros de salud que tiene en cada distrito para el caso de que sea necesario y poder colaborar con lo que tiene la Provincia y que se pueda dar respuesta” ante la posibilidad de atender casos de coronavirus.
En el mismo sentido, la Escuela Técnica N°2 de Avellaneda armó protecciones de plástico que se imprimen con las impresoras 3D que poseen, y donaron esos barbijos al Hospital Fiorito para las médicas y los médicos. Experiencias en línea se han conocido de parte de empresas recuperadas, que se han puesto a producir elementos sanitarios para generar más recursos ante la pandemia.
El club y su rol social
Hernán Arboleya es el vicepresidente del Club Lanús. Habló con este medio sobre el rol de los clubes y planteó que “el Club Lanús no es ajeno a todo lo que está pasando. Como toda la vida y como todos los clubes, la función social que cumple en la comunidad de Lanús es muy importante. Así que lo estamos viviendo como todos. En Comisión Directiva y tras reuniones, lo primero que decidimos fue ponerlo a disposición de la comuna. Y a partir de ahí, se ha comunicado con nosotros gente de la Provincia”.
“Lanús tiene 4 sedes, tiene un polideportivo muy grande, con mucha accesibilidad. Y hemos puesto todas las instalaciones a disponibilidad. Contamos con hospedajes, con estacionamiento, con multiestadios y las distintas sedes”, dijo.
Y mencionó que “se ha hecho un revelamiento en la provincia” sobre los lugares. En el caso Lanús, “el club cuenta con hospedaje modelo para 60 personas, con baño privado, y también tenemos un hospedaje en el polideportivo con 80 camas, más los estadios. Tenemos varios espacios que pueden ser usados”.
“También es importante resaltar que el club tiene una Fundación, la cual cumple un rol social muy importante en la vida y la comunidad de Lanús. Con muchos merenderos y comedores, y actualmente se encuentra abasteciendo a esos comedores. Y se ha hecho una cadena de ayuda para aquellas personas que no pueden salir de su casa, entonces se les hacen los mandados, se les alcanza alguna cosa que no puedan hacer”, sumó.
“Siempre hemos defendido a los clubes por su rol social, siempre fuimos férreos defensores de no a las sociedades anónimas deportivas, porque entendemos que el club tiene ese rol social”, subrayó. “Creo que esto es parte de la vida misma del club y acá se ve en algo macro, que es una pandemia mundial, pero el club tiene esta función micro todos los días, en diferentes personas, incluso a veces con los que no son socios”.
“Hoy, está tan difícil la calle, salir, recrearse, en un ámbito al que antes nosotros estabámos acostumbrados, a salir a la calle a jugar a la pelota o andar en bicicleta. Por eso ahí están los clubes con su rol social abriendo sus puertas para que los chicos puedan hacer deporte, tener una vida sana y disfrutar de lo que tienen que disfrutar”, desarrolló.
En línea, detalló que “a partir del ‘Quedáte en casa´” han “tomado algunas iniciativas, y la primera, que tuvo mucha repercusión y luego la adoptaron muchos clubes, fue empezar a hacer vivos de Instagram con los jugadores. Se dió un ida vuelta muy lindo, batimos récords de visitas y así como eso hay muchas actividades lúdicas que vamos colgando en redes”.
Merenderos y comedores en red
Roxana Cainzos, una de las organizadoras del merendero Madres en Lucha en el barrio de La Boca, refirió a cómo se desarrollan las experiencias de organización y resistencia barrial en la emergencia sanitaria. Ella, junto a Carolina Vila son las mamás de Nehuén Rodríguez y Lucas Cabello, ambos víctimas de violencia institucional en el barrio.
“Trabajamos lunes, miércoles y viernes de 4 a 6.30 de la tarde. Con esto del aislamiento, los chicos no pueden venir, así que vienen sus padres a retirar la merienda. Ahora se está viendo mucha gente nueva, gente del barrio que por lo general tenía su changa, su laburo, y ahora al no poder salir vienen a buscar”, relató.
“Se nos duplica la gente. Repartimos mercadería y ahora se acabó, estamos dando por porciones”, indicó. “En general tenemos entre 30 y 35 chicos que venían en dos tandas, pero ahora vienen también los vecinos y vecinas que se acercan para buscar un poco de lo que sea, harina, leche. Están pidiendo alimentos”.
En el barrio de La Boca se armó una red de cooperación vecinal que nuclea a las organizaciones sociales del barrio para pasarse información y ayudar a quienes se acercan con distintas problemáticas en el marco del aislamiento y la pandemia. “Hay docentes del distrito también ayudando con donaciones, pero no alcanza”, argumentó Cainzos y describió las situaciones de desalojo, que son problemática preexistente al sur de la Ciudad de Buenos Aires, las cuales continúan.
Hace unos días hubo un incendio, con posibilidad de derrumbe y las familias quedaron en la calle. “Todo se va complejizando. Cada vez se suman más grupos sociales a la necesidad de comer”. Desde allí reciben donaciones. Para ponerse en contacto, el número es 11-2268-1812.
El Estado y sus trabajadorxs
Germán Silvero, delegado de la Junta Interna de ATE ANSES, referente de las Unidades de Atención Integral de ese organismo, sobre su rol de trabajo en este área comenzó: “Hacemos atención a un universo bastante amplio de gente que justamente está en los grupos de mayor riesgo de impacto del virus. Así que se hace bastante mas difícil poder hacerlo”.
Y continuó: “El Estado en general está en un desguace que vino con el periodo anterior de gestión. El organismo no está preparado para afrontar un teletrabajo, ni desde una aplicación mínima, porque justamente el direccionamiento que tenía la anterior gestión es de desguace, ajuste, despidos y de cambiar el rol social del organismo. Pasar de la seguridad social a tratar de convertirlo básicamente en una financiera, en donde nosotros solamente entregábamos créditos”.
“Y esto (la pandemia) llegó en un organismo que estamos tratando de reconstruir”, definió y auguró: “Ojalá que no lleguemos a entender la lógica del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, por eso nosotros eramos guardianes y guardianas de ese fondo, y lo seguimientos siendo. Porque si bien estamos trabajando todos los días para que no pase, en el caso de que en algún momento lo tengamos que utilizar, nos vamos a dar cuenta de que no era lo mismo vaciarlo que no vaciarlo”.
Aquí “no solamente vemos el rol del Estado en su máxima expresión, por la capacidad, por la rapidez y la celeridad” a la hora de actuar ante el Covid-19, sino que además, “nos va a encontrar a estatales abrazados y abrazadas para que esto siga funcionando de esta manera”.
Además, adicionó que están trabajando para dar la mayor “cobertura a las consultas” y señaló que sólo en el primer día de preinscipción al Ingreso Familiar de Emergencia dispuesto por el Gobierno por el aislamiento y la imposibilidad de trabajar, “un millón 500 mil personas” se anotaron. “Eso no nos pasa por al lado”, marcó.
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