Brasil es el país de la región con más infectados y más muertos por el Coronavirus. Joaquín Piñero, integrante de la Coordinación nacional del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil, dialogó en Radio Gráfica sobre Bolsonaro y su legitimidad en el marco de la crisis por el Coronavirus. “Los movimientos estamos muy unidos, acordamos en que en este momento hay que cuidar a la gente”, dijo. Pero planteó que “después tenemos que hacer más fuerza para conseguir los cambios que necesitamos en nuestro país”.
El presidente Jair Bolsonaro cuestionó los datos recabados por su propio Ministerio de Salud. También se mostró en contra de las medidas adoptadas por los gobiernos de 27 estados brasileños y convocó a la gente a que vaya a trabajar. Cuál es el rol de los movimientos sociales en este marco.
Diálogo con Úrsula Asta en Feas, Sucias y Malas
¿Como está la situación en Brasil?
– Todos estamos siguiendo como aumentan los casos confirmados. Hoy salieron oficialmente nuevos números, ya paso un poco más de un mes y son 3417 los casos confirmados de coronavirus, con 92 fallecidos y un aumento significativo de personas que están en las unidades de terapia intensiva en los hospitales de todo el país. Se ha aumentado un poco la curva de los casos aquí, como muchos expertos ya habían previsto.
¿Cuál es la actitud de Bolsonaro? En los últimos días dio una conferencia, ¿qué dijo específicamente?
– Desde nuestra mirada como movimiento, la impresión es que hay una pelea política que está utilizando esta situación de la pandemia en Brasil. Bolsonaro está con una posición totalmente distinta de lo que orienta la OMS (Organización Mundial de la Salud). Los gobernadores, los alcaldes, incluso las organizaciones de salud públicas del país y el propio ministerio de Bolsonaro estaban siguiendo una línea de aislamiento social para disminuir la incidencia del coronavirus, pero Bolsonaro fue presionado por los grandes capitalistas. Los industriales, los que están en la bolsa de valores, dicen que no se puede crear otra crisis económica, que el país paralizado va provocar desempleo y que la economía no va a crecer. Entonces, esa es la pelea que tenemos acá. El parlamento, la base de Bolsonaro, ya lo abandonó, aprobando algunas medidas importantes para pasar este periodo.
¿Qué medidas aprobó el parlamento?
– Anteayer se aprobó una ayuda del estado para todas las familias que lo necesiten, serían más o menos 100 millones de personas. La beca que aprobó el parlamento es de unos 600 reales por persona, para familias que no alcancen el salario mínimo. Mientras que Bolsonaro, con su ministro de Economía, estaba proponiendo 200 reales. Ahí hubo una pelea importante, gracias a la presión de los movimientos populares, de la gente y así logramos algo. Era uno de los planteos que estábamos haciendo desde un bloque de movimientos-partidos y queremos que el estado deje de pagar deuda y pase esa plata a la población para soportar este momento de crisis, aislamiento social y cuarentena.
¿Cuál significativa es la suma de 600 reales?
-Es la mitad de un salario mínimo y es por persona. Incluso las madres que son jefas de familia pueden recibir doble beca.
Esto que fue aprobado por el parlamento, ¿lo llevaron los movimientos como propuesta?
– Si, había una presión importante porque nosotros tenemos tres propuestas principales: la primera era una beca social para los desempleados, los trabajadores de la economía popular, para los pequeños negocios, la segunda propuesta es que el parlamento apruebe un impuesto sobre las grandes fortunas y la tercera se relaciona con que, desde el golpe a Dilma, se pararon por 20 años las inversiones en educación, salud y áreas sociales. Entonces, estamos pidiendo que esta medida neoliberal sea derrumbada y que los recursos puedan ser invertidos principalmente en salud.
Dado que el presidente tiene otros intereses, ¿los movimientos y organizaciones funcionan como sostén y contención?
– Aunque estamos avanzado un poco con estas propuestas, Bolsonaro cuenta con un apoyo importantísimo de por lo menos el 30% de los brasileros. Tiene todavía una base de apoyo fuerte, incluso los negociantes salieron a pedir que la gente vuelva a trabajar porque dicen que el país no puede parar. Por otro lado, los gobernadores están muy firmes con la propuesta de que es importante, por lo menos en el próximo mes, aguantar para evitar que esto se agrave, porque no hay capacidad de atención en los hospitales y eso es un problema.
En Argentina circuló la información de que “narcos” habrían decretado toque queda en una favela, refiriéndose al funcionamiento de un paraestado. ¿Qué es lo que sucede en los barrios de emergencia? ¿Hay organizaciones criminales que están plateando una cuarentena propia?
– Es verdad, en Río hay dos territorios controlados principalmente por la milicia, como lo llamamos aquí y también por narcos. Allí hay una situación en la que la gente esta cada vez más preocupada con el avance de esta enfermedad y ahora por cuenta propia, los narcos y la propia milicia, anunciaron que la gente tiene que seguir con el aislamiento social. En esta parte más pobre de las ciudades hay necesidad de trabajo porque la gente no tiene ningún apoyo. Por eso nosotros proponemos que el estado es el que tiene que ayudar a la gente para que aunque sea tenga para comer. Pero es verdad que en algunas favelas de Rio de Janeiro se ha decretado este toque de queda, es una realidad, de hecho, son territorios controlados y el propio estado no está ahí.
¿Algo que agregarías del contexto que está viviendo Brasil?
– La economía brasilera está decreciendo con todas las medidas criminales de corte neoliberal que ha implementado Temer y ahora Bolsonaro. Hay una crisis económica que, sumada a esta situación de aislamiento con la pandemia, se va a agravar aún más y eso trae otras cuestiones, como una crisis política. Es el décimo día de cacerolazos contra Bolsonaro, ha aumentado entre la población el descontento hacia este gobierno. Los movimientos estamos muy unidos, acordamos en que en este momento hay que cuidar a la gente, seguir con la cuarentena, pero después tenemos que hacer más fuerza para conseguir los cambios que necesitamos en nuestro país.
JC/MM/RG
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