El columnista de La Nación, Carlos Pagni, aseguró que desde el diario hubo aprietes y extorsiones hacia magistrados para que se avanzara en la detención de dirigentes kirchneristas , y abrió así un capítulo más del lawfare. “Los jueces de Comodoro Py empezaron a hacer un uso compulsivo, indiscriminado y violatorio de determinadas garantías de la prisión preventiva porque el diario La Nación, un domingo, estuvo por publicar la foto de los jueces federales de Comodoro Py que eran responsables de la impunidad del kirchnerismo”, contó.
“A raíz de ello, varios magistrados pensaron que debían producir una noticia para desplazar esa tapa, y metieron preso a Ricardo Jaime. La opinión pública y la prensa es lo que hizo que contrafóbicamente sobreactuaran los jueces con las prisiones preventivas, que ahora en muchos casos las vemos como aberrantes. Esto que llama Cristina Kirchner lawfare es la contracara de la impunidad que disfrutó su propio equipo cuando ellos estaban en el poder”, aseguró el periodista.
Gregorio Dalbón, abogado de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, dialogó en Radio Gráfica sobre los dichos de Pagni y aseguró que, si bien todavía falta sean corroborados “un poco más ajustados al derecho”, es lo que ya venía anunciando la ex mandataria desde que terminó su gestión.
“Entiendo que en estos días algún diputado o fiscal va a hacer la denuncia para que Pagni pueda dar razón de lo que dijo, de dónde lo sacó. De todas maneras, es lo que estamos bregando y diciendo nosotros desde el año 2016 con Cristina”, expresó Dalbón.
Y agregó: “Los golpes de efecto de Claudio Bonadio eran constantes a la par de lo que era, también, un dicho de Pagni ‘si no tienen pan, tendrán circo’. El payaso de este circo ahora descansa en paz. Fue Claudio Bonadio que, entre otras cosas, allanó tres domicilios de la ex presidenta de la Nación y echó a su abogado Carlos Belardi de adentro de un departamento en un acto muy arbitrario”.
“Si nos ganaban políticamente, el lawfare se adueñaba del cono sur”
Lawfare. El entramado entre el Poder Judicial y los medios masivos de comunicación no es nuevo ni ocurre solamente en Argentina. En 2009, José Manuel Zelaya fue derrocado en Honduras. Acusado de violar en reiteradas ocasiones la Constitución, el mandatario fue arrestado y expulsado a Costa Rica por fuerzas militares luego de que el Tribunal Supremo ordenara su detención. En 2012, Fernando Lugo fue destituido como presidente de Paraguay por “mal desempeño de las funciones” tras la masacre de Curuguaty. En 2016, Dilma Rousseff fue acusada de corrupción por el Senado y apartada de sus funciones como líder Ejecutiva en Brasil. Y, en una maniobra similar, también encarcelado y proscripto el ex presidente Lula da Silva.
“Si nos ganaban políticamente, el lawfare se adueñaba del cono sur. Me parece que Argentina es un aro de respiro para no estar inmersos en lo que es el pie del imperio”, afirmó el abogado de Cristina Kirchner.
“Con Cristina, desde el 2016 estamos atravesando situaciones increíblemente arbitrarias”
“La contracara de la impunidad”. Durante la gestión de Mauricio Macri, la persecución política se convirtió en una constante. Comenzó el 16 de enero de 2016, con el arresto de la dirigente de la Túpac Amaru, Milagro Sala. Luego, le siguieron las detenciones del ex vicepresidente Amado Boudou, el ex ministro de Planificación Julio De Vido y el dirigente social Luis D’Elía.
“Yo le preguntaría a Pagni de qué impunidad me habla, porque con Cristina desde el 2016 estamos atravesando situaciones increíblemente arbitrarias. Ocho indagatorias. Sacaron a Amado Boudou descalzo de la casa por la noche, algo que realmente no se hace. De más está decir que no tiene una condena firme y está preso”, declaró Dalbón.
Y continuó: “Las personas que están sospechadas fueron presas cuando en realidad podrían estar procesadas esperando su juicio en libertad. Es como corresponde a una sociedad civilizada. Yo no quiero que macri vaya preso, sino que se haga cargo de todas sus causas en libertad. Tampoco me gustaría que Laura Alonso vaya presa, me gustaría que con todos los delitos que pudo haber cometido, tenga principio de inocencia y se mantenga en libertad hasta que tenga una sentencia firme”.
Milagro Sala. A comienzos de febrero trascendieron una serie de audios que daban cuenta de la arbitrariedad con la que se maneja la justicia jujeña. El presidente del Superior Tribunal de Justicia, Pablo Baca, reconoció que la dirigente social no estaba presa “por sus delitos” sino porque significaba “un peligro para el Gobierno”. Por su parte, semanas más tarde, el gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, aseguró que no iba a permitir la libertad de Milagro Sala.
“La justicia es la que tiene que lavarse las manos porque las tiene llenas de mugre”
“Nuestra Constitución habla de la igualdad de la ley y la división de poderes. Gerardo Morales, diciendo que a Milagro no se la va a liberar, lo que está haciendo directamente dándonos a entender, tanto como lo hizo Pagni, que el Poder Ejecutivo de Jujuy se mete y se entromete en el Poder Judicial”, opinó el abogado.
“Alberto ya sabe cómo está presa Milagro Sala, lo tiene bien en claro. De todas maneras, me parece que no es el presidente que tiene que decidir cómo continuar con estas detenciones arbitrarias y con los presos políticos, sino que es la propia Justicia que va a tener que hacer una revisión de las personas que perdieron la libertad en forma espuria”, ratificó.
“La justicia es la que tiene que lavarse las manos porque las tiene llenas de mugre”, sentenció.
Causas a Cristina Kirchner. Durante el gobierno de Mauricio Macri fueron una constante – sobre todo en las portadas de los principales diarios – los procesamientos a la ex mandataria y actual vicepresidenta de la Nación.
“Estas causas están condenadas a fracasar porque son armadas. No me preocupan, al contrario, me preocupa la salud de Florencia, lo que hicieron. Y me preocuparía mucho no tener la posibilidad de darle el merecido que corresponde a todos aquellos que han armado las causas. Me parece que los jueces que han armado causas, los diputados, los abogados tienen que pasar por un proceso, siempre con su principio de inocencia, para que nosotros podamos llevarlos a la justicia y que la sociedad toda se de cuenta de que, obviamente, Cristina Fernández de Kirchner no tiene una sola prueba de cargo en su contra y que es inocente de todas las causas que se le han armado”.
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