Cristian Montaño, secretario de prensa y capacitación de la Federación de Trabajadores Aceiteros y Desmontadores, conversó en el aire de Radio Gráfica acerca de la situación en la empresa Vicentín, protagonista de un escándalo financiero con una cesación de pagos que se estima en 1.300 millones de dólares. Entre ellos, 300 millones fueron de un crédito del Banco Nación al mando de Javier González Fraga.
En diálogo con Radio Gráfica, Montaño indicó que “la fábrica que tiene en Avellaneda (norte de Santa Fe)por ahora está en marcha, aunque a un 50% de su capacidad desde el año pasado. Ya tuvimos un conflicto cuando cerraron el sector de envasado y refinamiento. Logramos salvar 60 puestos de trabajo de un total de 80, el resto obtuvo el retiro voluntario o se fue a trabajar al frigorífico de la misma empresa. El problema más grande es la paralización del cordón industrial de San Lorenzo“. Allí se estima que entre puestos directos e indirectos alcanza a 2.500 trabajadores.
El dirigente gremial describió asimismo las ramificaciones de la la empresa, la cual “es difícil de caracterizar porque, por ejemplo, yo trabajo en Oleaginosa Moreno, que nace como empresa familiar de los Vicentín. Después comenzó a expandirse y se encontró con los grandes holdings, como Glencore, que tienen otro tipo de manejos. Las empresas locales crecen y se entrelazan con empresas del exterior y paraísos fiscales. Ahí es donde empiezan a tener problemas. Se asocian conscientemente, pero cuando les va mal terminan absorbidas, compradas. Glencore no está solo en el negocio del aceite, sino también de la minería y el petróleo”.
Finalmente, Montaño se refirió al escándalo financiero y a las posibles medidas que podrían tomarse con la empresa. Al respecto señaló que “la empresa tiene tres subsidiarias en Uruguay, que se crearon en un año, nunca movieron nada, y de repente tuvieron una facturación monstruosa en 2019, cuando sucede el desfalco al Banco Nación. Ante el conflicto actual no tenemos muchas herramientas para intervenir. Tiene que haber una investigación judicial y de la AFIP. Sí podemos plantarnos en el sentido de defender las fuentes laborales. Si los empresarios del sector no dan una mano podemos presionar con el paro para que nuestros compañeros no pierdan su trabajo. Es una situación compleja que hasta el gobierno mira de lejos, porque parece decir que no va a comprarla o estatizarla”.
MG/GF/RG














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