El 10 de octubre de 2009 el Congreso de la Nación derogaba la vieja ley 22.285 de la dictadura Cívico-Militar que normaba el espectro radio eléctrico e impedía que sectores sin fines de lucro pudieran administrar una licencia o gestionar un medio de comunicación. Lo concretó mediante la aprobación de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA). Por primera vez en la historia argentina, la comunicación pasó a ser entendida como un derecho humano fundamental, a la vez que daba entidad a los medios sociales, a los y comerciales y a los estatales, dividiendo el espectro en tres tercios.
Sin bien la plena vigencia de la LSCA, que, resistida judicialmente por los grupos de medios hegemónicos, se da a partir que la Corte Suprema de Justicia declara su constitucionalidad, el 29 de octubre del 2013, su aplicación no pudo ser plena. Tras la asunción de Mauricio Macri, en diciembre del 2015, la norma fue modificada en sus artículos más importantes mediante decreto de necesidad y urgencia, volcando nuevamente la balanza a favor de las empresas concentradas.
A 10 años de la promulgación, compartimos las reflexiones de compañeros y compañeras que de un modo u otro fueron participes activos de su elaboración. A continuación sus testimonios.
Pablo Antonini, de Radio Estación Sur, presidente de Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) e integrante de la Coalición por una Comunicación Democrática.
“Es un avance fundamental en muchos planos para las organizaciones populares, primero porque fue la oportunidad de poner en la agenda pública un debate que desde hace años se estaba intentando instalar y que era silenciado por los medios dominantes que estaban interesados en silenciarlos”.
“La ley significa y significó un punto de inflexión en el debate de la comunicación popular que es necesario fortalecer para lograr un nuevo modelo de país justo, libre y soberano y es el piso desde donde tenemos que pararnos para discutir las políticas de comunicación en una nueva etapa”
“Segundo porque la ley dejó como consecuencia muchísimos medios nuevos en manos de nuestras organizaciones, también medios universitarios, medios en manos de pueblos originarios. Un montón de avances que incluyen mecanismos de fomento, que si bien con el nuevo gobierno en un momento se interrumpió y luego a fuerza de la movilización logró restablecerlo parcialmente, porque sigue sub ejecutado, aunque sigue existiendo”.
“La ley significa y significó un punto de inflexión en el debate de la comunicación popular que es necesario fortalecer para lograr un nuevo modelo de país justo, libre y soberano y es el piso desde donde tenemos que pararnos para discutir las políticas de comunicación en una nueva etapa”.
Larisa Kejval, directora electa de la carrera de Ciencias de la Comunicación, doctora en Comunicación y Cultura e integrante de la Coalición por una Comunicación Democrática. Es además autora del libro “Libertad de Antena”.
“Para las organizaciones libres del pueblo la LSCA significó una conquista luego de muchos años de lucha por una ley que regulara democraticamente las comunicaciones. Significó también la posibilidad de empezar un proceso de democratización de las comunicaciones luego de la extensa década neoliberal y la profunda concentración que dejó en nuestro país. Pero fue un proceso inconcluso, porque lo primero que hizo al asumir el gobierno de Mauricio Macri fue desmantelar por decreto la ley”.
“El desafió que tenemos prontamente es recuperar los principios y gran parte de los derechos que se expresan en la letra de la ley”
“También tenemos el desafío, en un escenario tecnológico que ha cambiado mucho en los últimos años, en términos de cómo se construyen los negocios comunicacionales y sus lógicas de producción, creo que tenemos que extender el derecho a la comunicación a otros problemas que no veníamos abordando”.
“Por lo tanto creo que es necesario revitalizar el activismo comunicacional en el cual se articulen militantes, medios comunitarios, trabajadores de los gremios, organizaciones sociales, movimientos y quienes venimos trabajando en las universidades para poder darnos ésta tarea”.
Diego Jaimes, de Radio Encuentro FM 103.9 de Viedma, integrante de la CCD y miembro de FARCO. Recopilador en el libro “La Cocina de La Ley”.
“A diez años de la LSCA son muchos los avances que hemos podido hacer. Particularmente destaco el fortalecimiento del financiamiento de los medios del sector sin fines de lucro y de los pueblos originarios, que a través del FOMECA han podido generar contenidos, sostener equipos de trabajo, promover la compra de equipamientos y mejorar la gestión de sus medios”.
“Como deuda pendiente de los años en que se aplicó la ley, que fueron bastante pocos en la etapa 2009-2015, está la no realización del plan técnico de frecuencias y muchas licencias que no fueron otorgadas”.
“Espero que muchas de éstas deudas pendientes podamos impulsarlas en la nueva etapa política que se puede abrir a partir de diciembre”.
Luis Lázzaro, ex director general de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual.
“La LSCA se gestó desde las organizaciones del pueblo desde abajo, desde los sindicatos, los trabajadores de la cultura, las organismos de derechos humanos, las universidades. Todos atrás de un objetivo, que era terminar con una verguenza, la vigencia de una ley de la dictadura regulando nada más ni nada menos que un derecho social fundamental que es el derecho al acceso a la información”.
“A partir de la movilización y el debate, de las propuestas de participación que se generaron junto al gobierno de CFK, la Coalición para una Comunicación Democrática, a partir de los 21 puntos, generó las herramientas para una ley que restituyera el derecho de los actores sociales, de las personas jurídicas sin fines de lucro, cooperativas mutuales, sindicatos; para que pudieran ejercer un derecho que la dictadura les había negado y que la democracia les debía”.
“Con esa herramienta fue posible generar el reconocimiento para centenares de emisoras comunitarias y populares, medios PYMES de comunicación, que en muchos casos tenían permisos precarios”.
“Falta lo fundamental, que es restituir la soberanía federal y popular, sobre los organismos de control audiovisual, que fueron conculcados durante la actual gestión del gobierno de Macri, por Decreto de Necesidad y Urgencia”.
“Tenemos la expectativa que una próxima gestión democrática y consustanciada con los valores populares restablezca esa soberanía republicana y genere las condiciones políticas para que los medios de comunicación puedan afrontar la etapa que viene a partir de herramientas de sostenibilidad que permitan una amplia democratización de la comunicación como un derecho fundamental de los argentinos”.
Natalia Vinelli, fundadora y actual directora del canal Barricada TV, que obtuvo su licencia en noviembre del 2015 y actualmente brega para ser incluido en la grilla de Cablevisión y Telecentro.
“La LSCA vino a saldar una deuda de más de treinta años con la democratización de la comunicación, donde hubo una incidencia muy grande de las organizaciones de medios comunitarios, de especialistas, académicos, y personas interesadas en la comunicación, y trabajadores y trabajadoras de prensa en el texto de la ley. No obstante, la incidencia no fue la misma en su aplicación”.
“Es una ley de avanzada que reconoce al sector comunitario, que además establece dentro de la misma normativa formas de fomentar y sostener a los medios comunitarios a partir de la instalación de los Fondos de Fomento dentro de la propia ley”.
“Me parece muy importante que la democratización esté vinculada un combate contra la perjudicial concentración del sistema de medios”.
“La deuda más importante tiene que ver con que su aplicación: fue lenta y parcial. No obstante es una ley que generó un piso de reconocimiento muy grande, que instaló el debate en la sociedad y que permitió leer a la comunicación como un derecho”.
“Y dentro de eso, como han peleado contra ella los grupos concentrados de la comunicación y como se han comportado el gobierno de Cambiemos derogando sus artículos más importantes, es una muestra de todo lo que venía a traer como ruptura”.
“El desafío hacia adelante es recuperar los pasajes más progresistas de la LSCA, pensarla en términos de convergencia y profundizar la vía de democratización y de desconcentración del sistema de medios en nuestro país”.
OZ / GF / RG
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