“Trabajadores: únanse; sean hoy más hermanos que nunca. Sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse en esta hermosa tierra la unidad de todos los argentinos. “
Juan Domingo Perón, 17 de octubre de 1945.
Por Prof. Fernando Aníbal Protto*
En estos momentos, muchos compañeros y compañeras, se están preguntando y lo seguirán haciendo, sobre si es conveniente o no, la reunificación del movimiento obrero en una sola Central Sindical. Tanto por izquierda como derecha se escuchan voces en contra, algunos que hablan de la derechización de la CTA de los Trabajadores y el acatamiento a una política de aceptación a los cambios que piden los empresarios para seguir flexibilizando a los trabajadores. Por el otro lado, lo planteos giran en torno a la mano negra de Hugo Moyano sobre esta unidad o el corrimiento hacia una lógica de confrontación por parte de varios sectores de la CGT al permitir el ingreso de la CTA.
Hay un poco de todo, que la CTA de los Trabajadores, junto a los movimientos sociales, vuelvan o integren la CGT según sea el caso, lo pone en situación de estar en una mesa de trabajo con los sindicatos más dialoguistas o de fácil convencimiento para aceptar ser flexibilizados, pero también le habilitaría a los sectores que integran el Frente Sindical por el Modelo Nacional, contar con los votos necesarios en las resoluciones de un Confederal de la CGT, donde se cuentan los porotos de cuántos congresales tiene cada sindicato y para que esto quede claro, esto pondría en disputa el rol de los gremios estatales más conservadores que tendrían que volver a aceptar a ATE (donde gran parte de este sindicato integra la CTA Autónoma) o que CTERA tiene más afiliados que Comercio y pondría más en pie de igualdad la pelea en las reuniones de mesa chica o de los confederales. Pero la verdad, los que nos hemos dedicado a leer, a analizar o estar presentes en movilizaciones o acciones de visibilización política de los conflictos, sabemos que esto no es una decisión de la coyuntura o que solo le interesa a las cúpulas sindicales, está posible unidad, tiene una historicidad reciente y antigua que merece ser tenida en cuenta.
En los últimos años de gobierno macrista y en el contexto de la crisis social que se fue viviendo y agravando el movimiento obrero y social fue construyendo un espacio político que nadie ya tenía en cuenta, porque había triunfado la Big Data y la publicidad segmentada, que era la calle. Primero de forma individual, después en forma colectiva. Algunas veces con incidentes otras sin que pasara nada. A veces siendo solo unos cientos o miles, otras siendo millones. Los diversos sindicatos y movimientos sociales que decidieron ponerse de pie, entendieron que en una etapa de retroceso, muy parecida a los años de la dictadura o el menemismo, lo único que quedaba era resistir para obtener pequeñas victorias o derrotas no tan notorias. Pero mientras eso sucedía, también se fue hablando en qué hacer si el gobierno no se sostenía, perdía las elecciones o seguía gobernando cuatro años más y eso era construir poder y para tener poder hay que generar unidad, trasladar la calle al palacio. No era el contexto de la toma del poder por la vía armada o insurreccional pero si de volver a tener una presencia política que el movimiento obrero había perdido y que los movimientos sociales no habían terminado de consolidar.
Debo admitir que consideraba que la Corriente Federal debía romper con la CGT cuando se impuso el triunvirato, pero la lectura superadora de los compañeros y compañeras fue mejor, seguir en ella para no fragmentar y construir la unidad para el futuro inmediato. Muchos dicen por qué este planteo no se hizo antes y se unieron al comienzo de Macri, porque las condiciones no estaban dadas y una muestra de eso fue el colchón económico que había dejado el gobierno anterior y que supo utilizar el gobierno en las elecciones de 2017 para evitar perder. Pero eso no quito seguir construyendo unidad, a veces con la iglesia católica presente y otras veces sin ella. Algunas veces con los partidos políticos y otras sin ellos. Algunas veces con los movimientos de género y otras sin ellos. Pero siempre construyendo, con todos y con todas. Entonces esto que se fue gestando, encontró una unidad en la calle y desde abajo que se tenía que empezar a dar arriba. Que hay miserias e intereses de por medio, obvio, pero también hay coherencia y análisis de la hora que se vive. No era lo mismo la unidad con un gobierno en contra, con la posibilidad de un gobierno a favor. Entonces ahí hay que construir mirando hacia el porvenir, sin perder los pies en el presente.
En este nuevo contexto, el punto más importante es: pensamos tomar las acciones que se tomaron en los 90 y derivaron en la separación de la CGT y la formación de la CTA y el MTA o tomar el toro por los cuernos y tomar la decisión del movimiento obrero en 1946 con Perón en el poder. Ser COLUMNA VERTEBRAL y disputar poder en todos los lugares posibles o dejarle el lugar a toda una camada de dirigentes entreguistas dentro del movimiento obrero. Que el movimiento obrero siempre tuvo líneas internas, muchas veces con varias centrales obreras y pocas veces unidos es verdad. Pero cuando estuvo unido, como entre los años 1946 y 1955 logró conseguir lo más cercano a tomar el poder. Pensar la UNIDAD del movimiento obrero junto a las organizaciones sociales hoy, también es pensar que hay que disputar poder con otros actores que también esperaron este contexto de ejército en desbandada que está dejando el actual gobierno para flexibilizar y uberizar al país. ¿Y cómo se logra eso? ¿Solo resistiendo y con unidad en la calle pero siendo muchos en la pelea de las mesas paritarias o siendo muchos en la calle y unidos en la mesas paritaria? Entiendo a los compañeros y las compañeras que plantean las dudas, pero si el momento de disputarle al capital UNIDOS como una central, no es ahora, ¿entonces cuándo? A veces las condiciones subjetivas se imponen a las objetivas, alguna vez planteo y actúo en consecuencia Lenin, entonces este es el momento y está en nosotros, como trabajadores y trabajadoras pelear no solo por la UNIDAD DEL MOVIMIENTO OBRERO, sino para que esto se traduzca en un país con menos pobres, con niños y niñas felices, con juventud con ganas de seguir desarrollándose, con jubilados y jubiladas protegidos y disfrutando no trabajar, con trabajadores y trabajadoras con derechos plenos. En nosotros está realmente hacer que el porvenir, sea nuestro PORVENIR. No dejemos pasar el momento una vez más, la UNIDAD tiene que ser la capacidad de CONSTRUIR un verdadero PODER POPULAR.
(*) Profesor de historia y delegado de UTE-CTERA
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