Fútbol. Estrategia y táctica. Marcelo Gallardo, el gran estratega. Gustavo Alfaro, un zorro con experiencia. Dos dimensiones opuestas de comprender el juego. Dos camisetas enormes y una semifinal de Copa Libertadores. Oportunidad de oro para analizar un duelo de estilos.
Por Carlos Aira (*)
Todos los entrenadores abrazan el resultado. No existe ninguno que no ponga un equipo en búsqueda del espectáculo y no del resultado. No existe. Dicho esto, los dogmas son un problema para nuestro fútbol. A Gustavo Alfaro lo conocemos. Tiene su dogma de fútbol defensivo de profundo orden táctico. No está mal. No está prohibido. Como también Eduardo Coudet y Juan Pablo Vojvoda tienen su dogma de fútbol espectáculo. La realidad es que en el último tiempo recibieron diez goles (¡10 goles!) en sus casas enfrentando a River Plate. Claro, Marcelo Gallardo tiene una virtud: es un estratega que no asume dogmas. Arma y desarma.
A River no se lo puede enfrentar desde el dogma. Gustavo Alfaro jugó al truco con Marcelo Gallardo el 1 de septiembre en el estadio Monumental. 0 a 0 con gusto a cargada. Aquí dijimos: Alfaro le metió una duda a Marcelo Gallardo. Le ganó una jugada estratégica pensando en la semifinal. Pero a la hora de la verdad, Boca no tuvo sorpresa y River se sintió cómodo. Demasiado cómodo. River superó a Boca en velocidad, precisión y presencia física. Gallardo es un estratega del fútbol. sabe cambiar las fichas. Alfaro quiso jugar al truco y no cambió su estrategia a la hora de la verdad.
El VAR. La polémica del VAR. Algo polémico pero real: River Plate sabe del guiño cómplice de los arbitrajes CONMEBOL. Algo conocido por todos. Finalizado el partido, Gustavo Alfaro y Ramón Ábila hicieron hincapie en el arbitraje. Sin autocrítica. “Fue un partido raro. Sabíamos que Borré, Palacios y De la Cruz se entrenan para simular faltas. Siempre, en cada fase, hay un penal para River“, declaró el delantero cordobés. El entrenador xeneize fue más allá: “Wanchope dice lo que dice porque hoy le mostré a mis jugadores un video con la cantidad de faltas que buscan los de River. Siempre intentan generar un contacto para el penal, poniendo rápido el cuerpo delante del defensor, y se tiran permanentemente”, inició el entrenador. Y remató: “Hay jugadas que no se revisan y la de Capaldo sí. Al árbitro le dije que De la Cruz se tiró 4 veces, simuló en todas y no amonestó en ninguna. No quiero justificar algo que no es. Pero River trabaja muchos detalles y nosotros teníamos que estar alertas, por ejemplo, evitando lo del penal”.
El fútbol acepta jugadores sin demasiada calidad técnica, hasta algún patadura. Nunca jugadores tontos. Salieron a la cancha sugestionados por el árbitraje. ¿Por qué Emmanuel Mas se tiró en forma inapropiada, desde atrás, cuando Izquierdoz seguía la jugada? Penal, VAR mediante. Santos Borré y a cobrar. Con la derrota parcial se le quemaron los papeles a Gustavo Alfaro porque la estrategia falló y la táctica dijo ausente.
River tuvo un jugador inmenso en Nacho Fernández. Hizo todo bien. La presión física de River es admirable. Si el equipo local hubiera estado fino en el segundo tiempo, hubiera llegado a una goleada inesperada. Los millonarios tienen todo dado para llegar a la final de Copa Libertadores. Un sólo gol en la Bombonera obligaría a Boca Juniors a convertir cuatro.
El 22 de octubre, Gustavo Alfaro tendrá que mostrar un Plan B qué, por ahora, nunca lo expuso. No prodigarse por el espectáculo es una elección. El resultadismo no está prohibido. Pero las reglas son claras: si ganas sos un señor, si pierdes… Si pierdes ya sabés. Y si Boca juega igual de apichonado, como lo hizo anoche en el Monumental, necesitará el mismo milagro que Mauricio Macri cinco días después en las urnas nacionales.
(*) Conductor de Abrí la Cancha / Colectivo de Dirección de Radio Gráfica.
Discusión acerca de esta noticia