“Justicia y mundo del trabajo” fue disparador con la que se convocó a una mesa con actores de sobrada calificación para debatir esos temas en Radio Gráfica. Allí estuvieron Enrique Arias Gibert, juez de la Cámara Nacional de Apelaciones de Trabajo, Vanesa Siley, secretaria general del Sindicato de Trabajadores Judiciales de la Ciudad de Buenos Aires, referente de la Corriente Federal de Trabajadores, diputada nacional por el Frente para la Victoria y además abogada laboralista, y Héctor Recalde uno de los mayores especialistas en derecho laboral en el país con una vasta trayectoria también diputado nacional en tiempos recientes. Todos miradas desde diversos puntos de vista, con muchas coincidencias y también matices, pero con un punto en común: la defensa de los derechos de los trabajadores y en debatir sobre cómo ampliar el horizonte de derechos. Gabriel Fernández y Hernán Jaureguiber condujeron un nuevo espacio para el debate en La Señal.
Desde que asumió Mauricio Macri el 10 de diciembre de 2015 el embate contra el movimiento obrero ha sido sistemático: crecimiento del desempleo, deterioro salarial, persecución a dirigentes y organizaciones sindicales, intentos de recortar derechos. Avanzó desde todos los ángulos posibles sobre los trabajadores, pero hubo uno en el cual fracasó: sancionar una reforma laboral regresiva.
“A fines de 2017 el Gobierno planteó tres grandes reformas: la previsional, la tributaria y la laboral. De esas tres la único que no prosperó fue la reforma laboral y no es por casualidad. Realizamos una enorme movilización el 29 de noviembre de 2017 donde le dijimos basta a esa política de ajuste. Es por ello que no se pudo hacer una reforma laboral al estilo brasileño”, sintetizó Vanesa Siley.
“Hubo un segundo intento encubierto que fue el proyecto de Equidad de Géneros en el Área Laboral que le daba facultades extraordinarias al Ministerio de Trabajo para intervenir organizaciones sindicales sino se cumplía una cláusula genérica de que no haya discriminación de género. Eso atentaba contra la democracia interna en las organizaciones sindicales y generaba mucha discrecionalidad para intervenir”, agregó Siley. Esa intento fue denunciado por las Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal a poco de su lanzamiento.
Como juez laboral Enrique Arias Gibert tomó notoriedad pública cuando a comienzos de 2017 intervino en la paritaria bancaria. Allí ordenó al entonces ministerio de Trabajo encabezado por Jorge Triaca (h) homologar el acuerdo entre el gremio y las cámaras empresarias que el Gobierno insistía en rechazar. Esto le valió un pedido de juicio político por parte de Triaca por mal desempeño a Arias Gibert y a la camarista Graciela Marino y el reconocimiento del mundo gremial por tomar una decisión valiente en un contexto donde jueces que tuvieron fallos contrarios a los intereses del Gobierno fueron perseguidos y muchos de ellos destituidos.
“Es mentira que si bajan los salarios van a contratar más trabajadores. En un producto de consumo si me bajan el precio de los caramelos probablemente consuma más caramelos, pero ningún empresario contrata empleados como si fueran caramelos, los contrata porque los necesita para producir. Ahí está la falacia del planteo” subrayó.
Héctor Recalde agregó: “Hoy hablar de reforma laboral es hablar de flexibilización laboral por la conducción ideológica de Macri. Uno tiene que poder recuperar la capacidad de hablar de reforma laboral positivas y que las hubo en la historia argentina”.
El argumento para promover por parte del Gobierno la reforma laboral es que a partir de la baja de los costos laborales, por ejemplo despedir sin indemnización o con una sensiblemente menor a la actual, la polifuncionalidad, esas medidas generan las condiciones para que el sector empresario invierta y genere empleo.
“El derecho del trabajo no crea ni destruye empleo, lo que genera empleo es la política económica” concluyó Recalde. Vale recordar que con la actual legislación laboral en el período 2003/2015 se crearon seis millones de puestos de trabajo.
Recalde aportó: “se usa a las PyMES como excusas para quitar derechos a los trabajadores. A las PyMES hay que apoyarlas, pero no a expensas de los trabajadores. El círculo virtuoso se da cuando hay capacidad de consumo”.
Siley realizó una aclaración semántica: “A mí más que hablar del futuro del trabajo me gusta hablar del futuro con trabajo”.
“Los neoliberales creen que puede haber creación de riqueza sin producción, sin distribución, sin intercambio ni consumo. Lo que está en disputa es cómo vamos a determinar todos esos puntos. Planteado así el capitalismo es el juego de las sillas donde se van quitando sillas del juego”.
Sobre la tarea legislativa Siley relató: “Estamos esperando que se conforme la Comisión Bicameral sobre el futuro del trabajo. Mientras tanto queremos trabajar en una subcomisión sobre el futuro del trabajo desde Diputados donde nuestra idea es emular el pacto social. Invitar a todos los actores sociales involucrados en este tema a exponer y comenzar con una agenda de discusión”.
Un tema que comenzaron a plantear en la agenda pública desde las Mujeres Sindicalistas es “el trabajo de cuidados. Está realizado casi en un 80% por mujeres, es necesario reconocerlo como trabajo, calificarlo como tal u otorgarle derechos. Eso también es futuro. No sólo hablar de las plataformas, las tecnologías, la robótica y la inteligencia artificial. Lo importante es la persona humana, si pensamos políticas con eje en las personas vamos a tener un futuro próspero” sentenció Siley.
Por último, realizó una referencia a la tarea que un juez, en este caso laboral, debe llevar adelante. “La tarea del Juez es asegurar la libertad, la libertad sindical es la potencia que tiene el movimiento obrero y los trabajadores, el sujeto colectivo que está llamado a acabar o disminuir la desigualdades que tiene cualquier sistema de mercado”.
LM / GF / RG
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