Los 540 alumnos de las tres escuelas del Polo Educativo “Padre Mugica”, instaladas en la Villa 31 de Retiro, fueron trasladados a un galpón. Los padres de los estudiantes denunciaron que el lugar no reúne las condiciones que tiene que tener un colegio. Gabriela Vestel, abogada integrante de la asociación civil “Nace un Derecho”, quien asesoró a las familias en la presentación judicial, visitó Radio Gráfica y relató la sensible situación que afecta a la comunidad educativa del barrio.
Entrevistada en el programa Tejiendo Redes, la abogada consideró que “la meritocracia que propone este gobierno de Cambiemos es perverso” y aclaró “porque no todos salimos de la misma meta y no llegamos en las mismas condiciones a lo que se nos propone”. Resaltó que “no podemos considerar que un chico que no come todos los días, está en las mismas condiciones que aquel que si lo hace” además consideró que “no es lo mismo un chico acompañado por sus padres, que aquel que no tuvo la suerte de tenerlos”.
Consultada sobre el origen del nombre de la asociación civil que ella representa, respondió “porque donde hay una necesidad nace un derecho” haciendo alusión a la frase de Eva Perón. Luego agregó que “donde hay una necesidad nace un amparo, porque o accedemos a los derechos por la violencia o por la ayuda del poder judicial, que le pone límite al autoritarismo que ejerce el poder ejecutivo” y recordó el caso de la escuela primaria “La Banderita” (NdR: del polo educativo “Padre Mugica” de la Villa 31 de Retiro, en el cual el gobierno de la ciudad ordenó demoler las tres escuelas que funcionaban y mandó a los 600 estudiantes a un galpón, motivo del amparo presentado).
La periodista retomó el tema de acceder a los derechos por la violencia o por un amparo y la profesional manifestó que “la gente de la villa 31, los 14 valientes los llamo yo, decidieron hacer un amparo, porque iban a ser trasladados a un galpón” y especificó que “finalmente fueron trasladados a ese galpón, y estamos solicitando que sea puesto en las condiciones mínimas para que los estudiantes puedan transitar su escolaridad en condiciones admisibles”.
Gabriela Vestel especificó que “cuando me hablan de meritocracia, es una afrenta cuando uno ve que en los colegios de la zona norte de Buenos Aires no tienen ningún problema” y denunció que “en la zona sur deben convivir con las ratas, con las cucarachas, con estas alimañas que se comen el material didáctico” entonces resaltó que “de lo que se trata es que los chicos en la escuela vivan otra realidad”, además reclamó que “los alumnos de la villa en las escuelas puedan ‘mamar’ la misma realidad de las escuelas de la zona norte”, y resaltó que “el estudiante que vive en la zona sur no merece ser educado de manera diferente a otro de la zona norte, o este u oeste”.
La letrada explicó “que en los sitios donde hay una villa, conviven diferentes barrios dentro de la misma y no todos se llevan bien entre sí” aclarando”si hay problemas entre distintas familias, no se solucionan de la misma manera que en otros barrios” y remarcó que “claramente, por eso la enseñanza, la educación es la forma de cambiar conductas”.
La abogada hizo referencia a la necesidad de que las escuelas no estén dentro de las villas, y detalló “para que no tengan que ver a los drogadictos tirados en la puerta de la escuela, y considerarlo normal, como algo del paisaje” y remarcó que en ningún otro lado pasa que tengan que ver a una persona drogada cuando acceden al colegio”y se preguntó “¿por qué entiende el poder ejecutivo de la ciudad de Buenos Aires que esto es normal?” y denunció que “eso no es darle la misma oportunidad a todos los ciudadanos”.
En el galpón al que fueron trasladados no tienen veredas, tiene una alta contaminación auditiva, porque por allí pasa el tren Belgrano, circula mucho tránsito pesado y al estar cerca el aeroparque se suman los ruidos de los aviones.
Luego mencionó que algunos padres y madres denunciaron una merma en la ración de comida que reciben los estudiantes de las escuelas públicas de la ciudad, en el contexto del plan “Chau paneras” que implementó el gobierno capitalino y denunció que “le quitaron el pan a los chicos aduciendo que son obesos, aunque no sabemos en que estudio se basaron para determinarlo” y remarcando las palabras manifestó que “de quitarle el pan a los chicos, no se vuelve”. También especificó “que están recogiendo testimonios de padres y madres por la situación del achicamiento de las raciones” y destacó que están convocando a profesionales para que elaboren un plan nutricio para los niños”y agregó que ”llevaran a la justicia la denuncia por la comida que el gobierno destina para los colegios, pues no tiene el valor nutricio necesario, ni la cantidad adecuada”.
Manifestó la doctora Vestel que recibió denuncias de padres y madres que la alimentación se basa en polenta, fideos, arroz, con salsa sin carne ni pollo. Y concluyó que “luego de los estudios correspondientes se presentarán en la justicia”.
De la charla con la conductora, que es docente en una villa, se corroboró que no en todos los establecimientos de contextos vulnerados entregan los mismos contenidos nutricionales. A lo que la abogada con enojo recalcó que “si desde el gobierno de la ciudad hacen discriminación además entre las villas de una zona y otra en cuanto a los alimentos es algo muy bajo”.
La integrante de la organización “Nace un Derecho” expresó que “van a convocar a los asesores tutelares para que constaten la calidad de las viandas que entregan en los colegios de la ciudad” y que además destacó que “como la escuela está en medio de una construcción, las viandas llegan a cualquier hora y nadie lo supervisa”.
Consultada acerca de la inspección ocular que determinó la jueza Maria Rosa Cilurzi, sobre el lugar hacia donde fueron trasladados los estudiantes del Polo Educativo “Padre Mugica”, Gabriela Vestel, realizó una cronología de los últimos hechos., manifestó que “ en la audiencia de conciliación que se realizó el Viernes 6 en el juzgado fue tan disímil lo que escuchó la juez” y especificó “nosotros con fotos y testimonios demostramos cada punto que cuestionamos, incluso la asesora tutelar avaló nuestros dichos, pero los representantes del gobierno negaban todo, entonces la juez determinó para el Lunes 16 una inspección ocular”.
El día indicado a las 16.30 se realizó la inspección ocular, “fue en ese horario para no interrumpir la actividad de los estudiantes” relató la doctora y agregó “eramos un grupo de más o menos 15 personas, que recorrimos las instalaciones, su señoría, con tres secretarios, mientras uno tomaba notas, otro sacaba fotos”. Cuando terminó la recorrida se labró un acta en el galpón en presencia de los denunciantes.
Vestel destacó que “luego en el juzgado se labró otro acta donde se volcaron los testimonios de lo que observaron y se incorporaron las fotos” resaltó que “pudieron tener una visión completa de la situación” también aclaró que “vieron las cucarachas, el piso de cemento alisado que despide polvo, describió que los pulmones de la juez y los secretarios también se cerraban por la tos” y acotó “imaginen 540 chicos en ese lugar, también pudieron ver la falta de iluminación y de ventilación porque las ventanas están a más de dos metros de altura”.
El personal del juzgado junto con los representantes del gobierno, pudieron verificar que si se produce una situación en la que hay que desalojar, los estudiantes tienen que recorrer todo el galpón para llegar a unas puertas de salida que esta trabada de afuera con unas sillas que impiden abrirlas. En esa instancia la doctora Vestel se dirigió a los representantes del gobierno y expresó “esto ¿qué es? ‘cromañon 2’ ante el silencio de los funcionarios”.
Ese hecho pone en evidencia que no hay seguridad, porque adujeron que se mantiene cerrada la puerta para que no ingresen intrusos. Además la juez tomó fotos de una árbol que se hubo incendiado y carbonizó paredes y ventanas.
La profesional sintetizó así los hechos “sacaron a los chicos de una escuela y los llevaron a un galpón que no reúne las condiciones que tiene que tener un colegio”.
DM/GF/RG
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