Por Leonardo Martín
Se comienza a sentir el filo del acero de la motosierra. Pese a que Javier Milei aún no asumió el desbarajuste económico va tomando cuerpo. Descontrolada suba de precios que deterioran salarios y jubilaciones, despidos en el sector de la construcción y un ajuste en el Estado por el cual serían despedidos miles de trabajadores hoy en situación precaria. Por otro lado, gobernadores e intendentes que dicen que no cuentan con recursos para pagar los aguinaldos. Total incertidumbre.
La semana comenzó con la noticia de un alza del 13% en la carne y un 12% en el pan, las combustibles también un par de días atrás. Los precios de listas de las empresas concentradas de la alimentación están desbocados ya sin ningún tipo de control por parte de una gestión que agoniza y una entrante que dejará que el libre mercado, es decir las empresas, remarquen como les parezca.
En este contexto en donde también se espera una fuerte devaluación, los asalariados ven como los aumentos logrados en paritarias se esfuman rápidamente. Más difícil es para los no registrados y economía popular donde la recomposición de ingresos es más compleja y no inmediata. El panorama para diciembre y los próximos meses es de empobrecimiento para las grandes mayorías, que ya vienen golpeadas desde hace ocho años.
En el saldo favorable para el gobierno del Frente de Todos es haber logrado recuperar empleos y la producción industrial. Para lo que viene, las deudas del FdT se van a agudizar, lo positivo va a dejar de serlo.
Desde la UOCRA Neuquén salieron este lunes a denunciar que empresas privadas que operan en Vaca Muerta enviaron 500 telegramas de despidos. Solo Techint, que logró colocar a uno de los propios a manejar YPF, a través de una filial suma 300. Los otros 200 se dividen entre contratistas del Estado como AESA y PECOM informó el secretario Adjunto de la UOCRA Neuquén Juan Carlos Levy.
Para peor, hay 10.000 más parados informó el referente de los trabajadores de la construcción. El futuro próximo para la obra pública es tenebroso a partir del ajuste que viene anunciando Milei. Desde la UOCRA nacional estiman que hay 220.000 puestos directos en riesgo. Otros tantos en forma indirecta.
En lo que parece que va a ser noticia habitual en los próximos días y semanas, desde la UOCRA San Juan también advirtieron que en los últimos 60 días se registran 3.000 bajas en el sector. En plena salida, desde el Ministerio de Obras Públicas apuran las certificaciones de obra demoradas previamente, pero lo cierto es que todo es incertidumbre y un panorama sombrío para los trabajadores de la construcción.
DESPIDOS EN EL ESTADO
En este comienzo de semana también trascendió la información de que el próximo 11 de diciembre, Javier Milei enviará al Congreso una ley Omnibus (con acoplado) para una profunda reforma del estado como parte del plan de pegarle un frenazo violento al presupuesto nacional del 5%. Esto incluye miles de despidos adelantan desde los gremios.
Rodolfo Aguiar, de ATE Nacional, expresó: “Hemos confirmado que habrá despidos en el Estado después del 10 de diciembre. Se van a focalizar en los que entraron en los últimos años y en los 74 mil trabajadores que no tiene estabilidad”. Es decir lo que están contratados en forma precaria, muchos de ellos con más de 10 años desempeñando tareas. Otra de las deudas que deja el Frente de Todos.
Este año, el Gobierno nacional avanzó en algunas áreas puntuales con la regularización, pero la deuda en ese sentido es enorme. “Existen 135 mil trabajadores que dependen directamente del Estado nacional, 70 mil tienen estabilidad como planta permanente o planta transitoria con estabilidad. 65 mil no tienen estabilidad”, indicó Aguiar. La motosierra avanzaría inicialmente por allí, aunque también se espera que haya una apertura a retiros voluntarios y jubilaciones.
ATE CABA, encabezada por el Tano Catalano, realizó este lunes por la mañana un plenario en las puertas de la sede del gremio con la participación de “más de 200 juntas internas” informan.
Allí Catalano expresó: “Es importante que articulemos con todo el movimiento obrero porque no es algo que nos va a suceder solo a los estatales, es algo que le va a suceder a todo el país. Debemos construir el frente más amplio que podamos rápidamente”. Incluye allí a la CGT y a ambas CTA.
Fue contado en estas crónicas días atrás. La semana pasada se reunieron las conducciones de ATE Nacional y ATE CABA, que vienen de años de un duro enfrentamiento y que al menos buscan unidad en la acción ante el difícil panorama. El próximo jueves a las 11 de la mañana habrá una conferencia de prensa conjunta en ATE Nacional.
Desde el gobierno electo ya avisaron que le pegarán el guadañazo a 11 ministerios de los 19 actuales. Solo quedarán nueve, algunos reconvertidos en secretarías, otros serán un recuerdo. Trabajo y Desarrollo Social serán parte del megaministerio de Capital Humano que comandará, al menos hasta ahora, la ignota Sandra Pettovello.
Ante este panorama, este lunes, desde ATE Nacional anunciaron que comenzarán las primeras medidas de fuerza preventivas. Será un paro de 72 horas en el SENASA.
“Cabe destacar que, una huelga de 3 días en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria podría frenar todas las exportaciones, a partir de la paralización de los controles en los puertos, aeropuertos internacionales, pasos de frontera y todas las aduanas, y no vamos a ser responsables nosotros. También, se levantarán las barreras de control zoofitosanitarios en la patagonia y otras regiones del país. Esto último pone en riesgo el status sanitario argentino”, indicaron desde ATE Nacional.
Por el lado de UPCN, como suele ocurrir, su postura dista de las estridencias privilegiando canales de diálogo sottovoce. Su titular Andrés Rodríguez dijo “vamos a esperar”, frente al escenario de despidos.
Como secretario Adjunto de la CGT también manifestó: “La CGT va a ayudar a la gobernabilidad en la medida que se dialogue con la CGT y se busquen políticas de consenso y negociación como institución que representa al trabajo. En la medida que eso ocurra vamos a fortalecer a la gobernabilidad. Si se nos viene a quitar derechos de prepo y atropellar va a haber conflictos, pero no es algo que queramos”.
1989 -2023, ¿VEO AL FUTURO REPETIR EL PASADO?
Carlos Menem asumió en 1989 en medio de la debacle del gobierno de Raúl Alfonsín con una inflación desbocada que solo en ese año arañó el 5.000%. Con un adelantamiento del traspaso, asumió el 9 de julio implementando un programa en las antípodas de la “revolución productiva” y “salariazo” prometida. También de las banderas históricas del peronismo por el cual llegó al cargo.
Año bisagra a nivel geopolítico en el cual comenzaban a derrumbarse los gobiernos comunistas de Europa del Este y la Unión Soviética entraba en la fase terminal. Años donde Estados Unidos se convierte en forma indiscutible la principal potencia global y con gobierno de países como la Argentina que empezaron a rezarles con fervor padres nuestros al Consenso de Washington.
A poco de asumir, Menem envía al Congreso dos leyes claves para la consolidación del proyecto neoliberal y la desgracia posterior de millones de argentinos. Uno es la ley de Emergencia Económica que habilitaba un fuerte ajuste fiscal y la otra la ley de Reforma del Estado que hacía lo suyo para avanzar en un acelerado y profundo proceso de privatizaciones.
Milei, que ahora está de gira por Estados Unidos con el “Messi de las Finanzas” y futuro ministro de Economía, Toto Caputo explicando su programa económico y buscando endeudarse más, presentará una ley para emular a Menem y a lo cual se prevé que sume una flexibilización laboral.
En aquellos años, paralelamente, Menem se encargó de desarticular la capacidad de resistencia de una CGT unida. Primero intentó sacarse de encima a Saúl Ubaldini ofreciéndole una embajada, ante la negativa, luego promovió la fractura de la CGT en el famoso congreso en el Teatro San Martín con personajes como Luis Barrionuevo a la cabeza.
Allí quedó la CGT San Martín encabezada por el mercantil, Guerino Andreoni, y la CGT Azopardo, disminuida en su representación por Ubaldini. Menem eligió como interlocutora a la primera. Allí había algunos nombres que se repiten en el presente en la conducción de sus gremios.
El gran interrogante para lo que viene es: ¿Habrá unidad y voluntad de pelea dentro del movimiento obrero del conjunto del movimiento obrero? La experiencia histórica apunta que no solo es necesaria, sino que allí radica las principales herramienta para evitar la profundización de las políticas planteadas por eje Milei-Macri e ir preparando el terreno para una alternativa política.
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