Entrevista por Úrsula Asta y Leonardo Martín*
“El Fondo Monetario vino a condicionarnos”, comenzó el sindicalista y agregó que, en tal sentido, “hay una insatisfacción de gran parte de la sociedad argentina, que después se termina expresando de la manera no mas conveniente”.
En una reflexión de la etapa histórica, evaluó que “la necesidad del ser humano de desarrollarse y mejorar su calidad de vida hace que eso choque contra el mundo capitalista que estamos viviendo, altamente consumista como nunca se dio en otra etapa de la humanidad, incentivado por los medios concentrados de comunicación que responden a los intereses de ese grupo de personas mas ricas del mundo, que es muy pequeño. Globalmente es el 1 por ciento de la población mundial”.
“Lo urgente hoy es renegociar ese acuerdo que tenemos con el FMI que nos condiciona completamente, lo dijimos en su momento con el anterior ministro de Economía cuando vino a CGT. Cuando salimos de allí nos quedamos preocupados, no la totalidad, pero muchos. Cuando ingresa el FMI a un país es para ajustar”, dijo.
“hay una insatisfacción de gran parte de la sociedad argentina”
Enumeró además otras situaciones a resolver: “Otros problemas centrales que tenemos tienen que ver con el bimonetarismo, los recursos naturales, una reforma tributaria progresiva, cómo se distribuye el ingreso, el control férreo del comercio exterior y todavía estamos con la ley de entidades financieras de Martínez de Hoz”.
Trazó una mirada sobre la situación de Confederación General del Trabajo y del movimiento obrero organizado en su conjunto al decir que “la CGT, que este año cumple 97 años, hace tiempo dejó de ser un un factor de poder, se ha transformado en un actor de presión. Y eso no nos alcanza, porque nosotros no podemos elaborar un programa, tenemos diferencias internas, no logramos -dentro de la propia CGT- haber establecido una mayoría que defina estratégicamente alguna de estas cuestiones de las que estamos hablando”.
“Pero eso tiene toda una historia, del ´83 para acá. Y cuando la clase trabajadora deja de ser un factor de poder para ser un vector de presión, acá tenés las dificultades, porque la dirigencia política evidentemente es la que termina tomando solamente las definiciones”, sumó.
“no podemos elaborar un programa, tenemos diferencias internas”
“Después del ´83, de aquella derrota con Alfonsín, vino la división de los ´90 en lo que es la CTA. La propia CTA que se termina dividiendo en dos también. Nosotros tenemos corrientes al interior de la CGT. Hay todo un mecanismo de crisis dentro de nuestras propias organizaciones que mas tarde o mas temprano lo tenemos que resolver”.
Y siguió: “Porque una cosa es el voluntarismo y otra muy distinta es la voluntad y la decisión política, porque si no modificas esas correlaciones de fuerza se hace muy complejo y complicado”.
“Ojalá que las generaciones que nos siguen a nosotros -compartiendo con Cristina que, como decía Néstor, somos parte de la generación diezmada- en un futuro próximo los jóvenes puedan ver esto y resolverlo”, sostuvo y auguró “no sólo ser la columna vertebral, yo sueño con que algún día surja de las entrañas del movimiento sindical alguien que pueda sentarse en Balcarce 50″.
“Hay todo un mecanismo de crisis dentro de nuestras propias organizaciones”
Sobre el 25, en el acto que se realizará en Plaza de Mayo a 20 años de la asunción de Néstor Kirchner en el Día de la Patria, planteó que espera que “sea un día épico, que haya una multitud como hace muchísimos años no ponemos en la Plaza de Mayo” y que Cristina Fernández de Kirchner “es la que va a dar la definición conceptual”.
“Ella es una estadista, tiene la mirada larga, ella no mira lo corto. Esperemos que sea una jornada épica y que nuestro pueblo de todos los rincones de la Patria este ahí y que la dirigencia esté a la altura de la situación”, marcó.
(*) Entrevista realizada en Feas, Sucias y Malas, sábados de 10 a 13 hs, por Radio Gráfica.
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