La Asociación Bancaria anunció un paro nacional en la actividad para el próximo jueves 28 de abril. El mismo fue lanzado ante una “propuesta insuficiente” por parte de las cámaras empresariales del sector en la negociación paritaria. También por la falta de respuestas ante otras demandas del gremio como la regulación del teletrabajo, las tercerizaciones, el freno de cierre de sucursales y la vigencia de la normativa del Banco Central que permite dar servicios financieros a entidades por fuera del sistema bancario, tema que tomó mayor temperatura días atrás por el acuerdo del Ministerio de Desarrollo Productivo con UALÁ.
La medida de fuerza fue lanzada este miércoles tras la reunión del Consejo Directivo del gremio en la que fue analizada la postura empresarial de la reunión paritaria que se desarrolló en la tarde del martes. Tras avanzar con sumas fijas variables de acuerdo al nivel de ingresos en el primer trimestre, el gremio reclamó un incremento salarial de acuerdo a lo que las propias entidades bancarias declaran al Banco Central en el Relevamiento de Expectivas del Mercado (REM) que para marzo arañó el 60%.
“Las cámaras empresariales mantuvieron su misma postura en el Ministerio de Trabajo de la Nación al ofrecer una propuesta insuficiente y dilatar de esta manera el acuerdo salarial“, expresaron desde la organización que lidera Sergio Palazzo. “Pretenden dar migajas a los trabajadores”, agregaron. Vale recordar que esta es la tercera reunión que mantuvieron en esta fase de la negociación.
“Tampoco dan respuesta a los restantes puntos presentados y planteados por la Asociación Bancaria, como por ejemplo la regulación de la ley de teletrabajo, guardería universal, tercerizaciones, desarticulación del trabajo bancario, reconversión de los puestos laborales respecto del avance tecnológico, frenar los cierres de sucursales, derogar las circulares del BCRA que permiten brindar servicios financieros por fuera del sistema bancario, entre otros”, añadieron en un comunicado de prensa.
“No tienen en cuenta el esfuerzo que realizan a diario los trabajadores y trabajadoras, la situación del país y las graves consecuencias económicas derivadas de la pandemia; ignoran que el tiempo pasa y las necesidades aumentan, lo hacen mirando para otro lado, pués solo les interesa su rentabilidad y seguir ganando más y más a costa de cada uno de nosotros”, argumentaron.
La medida de fuerza fue planificada para el jueves 28 de abril con la “suficiente antelación” para “prever y organizar todo lo referido al pago de jubilaciones, como así también las distintas asignaciones sociales”.
El gremio llega a esta instancia en la tercera fase de la negociación con las cámaras del sector. Ante la incertidumbre de los niveles inflacionarios, acordaron en enero el pago de una suma fija variable de acuerdo al nivel de ingresos para enero y febrero con incrementos entre ambos meses como puente hasta que haya mayores certezas de la evolución de la inflación. En la segunda parte de la negociación se repitió la modalidad con sumas fijas para marzo con el objetivo de alcanzar un acuerdo más amplio en abril que aún no se pudo alcanzar.
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