Por Fidel Fourcade*
Era una apuesta jugada la de arrancar un show un domingo a las 20hs, y un piletazo total el Art Media como sede del encuentro. Pero no era otra noche más: el regreso del Turko a la guitarra —tras el parate obligado por su enfermedad— ya justificaba la peregrinación. Dos Nicetos perdidos en el año habían dejado una deuda emocional que se saldaría esta noche, amplificador mediante.
El lugar se llenó temprano, y bastaba con mirar las remeras para entender el linaje: Invisible, Grateful Dead, Militantes del Climax, Científicos del Palo, Virtual Frizz, y, claro, el merch de la banda, que voló apenas abrieron las puertas. Nota mental: comprar antes.
Pero había más. En la otra punta del escenario, el ¿nuevo? iniciado: Lulo de Virtual Frizz se sumaba oficialmente como segunda guitarra. La movida tenía sentido más allá de lo musical: dos mundos que siempre compartieron ADN ahora se entrelazaban en vivo, cerrando un círculo natural dentro del ecosistema rifferos de guitarra.
Uno puede haber visto a Mustafunk mil veces, haber gastado sus discos o haberlos visto crecer desde internet o haberlos bancado en el cuerpo en cada show. Pero verlos de nuevo, completos, es un golpe de realidad y un codazo gratis a la altura de la costilla en medio del pogo.
Si algo sigue definiendo a la banda es esa mezcla rara entre virtuosismo descontracturado y el caos ordenado que solo ellos manejan.

La aplanadora del funkandroll
La aplanadora del fuckandroll volvió a ponerse en marcha, y lo hizo sin mirar el reloj. Sonaron temas de todas las etapas, como si la noche estuviera pensada como un recordatorio en vivo, un repaso a los gritos entre nuevos curiosos y mustaferos viejos que todavía sienten el groove de Agustín, la batería salvaje de Camila y el histrionismo intacto de Martín.
Me encantaría recordar el nombre del resto de la banda itinerante, pero sepan, que lo hicieron INCREIBLE.
La noche avanzó firme y pareció casi esfumarse en varios pasajes. No dejaron canción sin desempolvar. Pasaron por; Salpica, Lados G, Laboro, Culo y el flamante Jardín de los Siguientes, en una quimera del mejor set para la ocasión. Spoiler alert: lo lograron.
Entre los momentos altos de la noche, vaya que los hubo, las cámaras, fotos y videos en todos los formatos posible (9:16, 4:3, 4:5 etc etc) habrá probablemente mucho material fílmico del gatito mimoso en “Prescindente” , el tándem “Ciudad Albinogólpica”, “Yogurt” y “Sapo Rey” y más adentrados en los zapatos del anochecer “Clonazepunk”, “Fever” y “Turbiolencia”.
Contará la leyenda que tocaron más de 30 canciones en las dos horas y media que duró el show, que volaron ojotas, que Lulo tuvo hinchada propia y que la gira los llevará a Córdoba el 21 y a Rosario el 22. Que si tocan con las manos atadas, tendremos la chance de verlos el 7/12 ¿junto a Científicos del Palo? en Mar del Plata.
Contará la leyenda, también, la gran banda que es Mustafunk.

(*) Columnista de Resistiendo con Ideas.










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