Por María Laura Morales
El miércoles antes de las 15 horas se realizó una quema de neumáticos en La Tablada, en la previa de la concentración convocada por familiares, vecinas, vecinos y amistades. Pidieron justicia por Morena Verri, Brenda Loreley Del Castillo y Lara Morena Gutiérrez. A las 19, sindicatos y organizaciones de los feminismos se concentraron en Plaza Flores. La prima de Morena y Brenda pidió ante las cámaras de televisión: “Necesitamos que la gente se solidarice, nos apoye, pedimos justicia, no queremos que sea una más de las tantas, que pase como con Loan, a ellas las encontraron muertas, es horrible y desesperante no saber qué pasó”. La mamá de Brenda, entre llantos, expresó: “Lo único que les pido es que me ayuden a hacer justicia porque fue horrible ver así a mi hija”.
En Radio Gráfica, Luci Cavallero, de Ni una Menos, y Georgina Orellano, de la Asociación de Meretrices AMMAR, reflexionaron sobre el contexto social, la organización popular y cómo fue la cobertura mediática del triple femicidio. Sobre este último aspecto, coincidieron en el enorme retroceso en relación al abordaje que se le dio al tema.

El contexto social
Luci Cavallero sostuvo que estamos en un laboratorio y que, en una economía desregulada en la cual el capital ilegal entra y sale sin declarar, en los barrios no hay liquidez. “Estamos en una recesión espantosa, hay emisión cero para poner en circulación en las economías de los sectores populares, entonces los que tienen guita son los narcos; no hay changas, hay un sector profundamente disputado por las ultraderechas: los varones y mujeres jóvenes. Ellas se transforman en el modo de mostrar que es posible el descarte y la crueldad para sostener esta economía de la violencia”.
La militante e investigadora explicó que este triple femicidio funciona como síntoma de la degradación y descomposición social, que si bien no empezó con el gobierno de Javier Milei, “hay que tomarse muy en serio el nivel de violencia y la intensidad del ajuste estructural que se está implementando en nuestro país, que está cambiando radicalmente nuestra vida cotidiana”.
Por su parte, Georgina Orellano afirmó que es evidente cómo crecen cada vez más las economías rentables que tienen que ver con el narcomenudeo y con la venta de estupefacientes en el espacio social: “Hay un entrecruzamiento con el trabajo sexual, porque hay un entrecruce que tiene que ver con la clase, esto no le pasa a cualquiera, les pasa a las pobres, mientras sigamos este contexto de crisis y precarización esto se va a agravar”.
Además, analizó que estamos en este conflicto porque hay un retiro de ciertas instituciones que no resuelven o, cuando lo hacen, es con más control punitivo. “Hay que repensar qué Estado queremos, qué proyecto de país, qué tenemos para ofrecer desde la institucionalidad a estas demandas de compañeras y compañeros que dejaron la secundaria, que están en otra, que tampoco les interesa la discusión política, que están desmovilizados, desmotivados, despolitizados. Ese es el sujeto social actual”.
La organización y la movilización social
La secretaria de AMMAR reflexionó sobre si estamos dispuestos a habitar los conflictos y a escuchar a las que no quieren ir a la universidad y quieren tener only fans, a los pibes que no les importa terminar el secundario, que están apostando, que están atravesados por consumos problemáticos y afirmó que es importante “dejar de hacer análisis y poner la escucha, dejar la mirada moralizante”.
En línea, para la militante de Ni Una Menos, una vez más, “se impone armar movimientos que desborden la quietud de las dirigencias en relación a la gravedad de la situación que estamos atravesando”.
También, remarcó la importancia de la reacción inmediata no solo en Capital Federal, sino en distintos puntos del país. “Es importante ver el carácter federal, nos cuentan que en Neuquén aumentan los femicidios ligados a las economías extractivas, se están reconfigurando esos lugares, hay enclaves extractivos que primero suben el precio de las propiedades y luego echan gente, hay un circuito de crueldad”, dijo.

Los medios de comunicación
“Prefieren hurgar en la vida de las víctimas para culpabilizarlas o encontrar elementos que les puedan dar de comer a la moral”, remarcó Cavallero. Señaló que hay un retroceso en el tratamiento mediático, porque además hubo compañeros cuestionando algo que ya ha sido trabajado con anterioridad al 2015: “Hubo quienes dijeron, ¿cómo le vamos a decir femicidio a esto?”.
Orellano coincidió: “Se reproducen estereotipos y hay una banalización y terrorización de la vida de las personas de los sectores populares, una morbosidad. Esta es la sociedad que tenemos, éstos son los conflictos que nos llevan a nosotras a la organización”.
Frente a los móviles de canales de noticias, la tía de una de las chicas contó: “Mi sobrina era un amor. Nunca la vi en cosas raras como dicen. Me duelen las cosas que dicen en el noticiero, Lara tenía 15 años” . El día que se conocieron las muertes, los canales de noticias transmitían casi en cadena nacional el minuto a minuto en relación a lo que ni siquiera se sabía de la vida de estas jóvenes de 20 y 15 años. El rostro de las víctimas, cómo fueron encontrados los cuerpos, zócalos se preguntaban “¿qué pasó?”. Un show sobre nuestras vidas en modo ON. En la parte inferior de alguna pantalla, en letra muy pequeña se leía “contenido no apto para niños”.
Cavallero señaló la importancia de saber qué pasa en todo el país con este experimento libertario: “Los medios se encargan de hurgar en la vida de las chicas porque no quieren que pensemos qué pasa con la desregulación, la deuda, eso es lo que tratan de ocultar”.

Muy paradójicamente, días atrás se conoció a través de redes sociales la campaña de publicidad de una estación de servicio de Entre Ríos. En un video se veía que dos trabajadores varones simulan el secuestro y desaparición de una clienta mujer por considerarla “pesada”. Los playeros dicen: “Otra vez la piba esta, loco. ¿Cuándo va a ser el día en que la metamos en algo y la mandemos por ahí?”. Un transportista les comenta que se dirige hacia Formosa, entonces la introducen en una bolsa de consorcio y la tiran en la parte trasera del camión. Cuando el vehículo se va, afirman: “Qué paz, eh”; “Esta piba no va a joder más. Era hora, loca”.
El repudio por apología de la violencia no tardó en llegar, por lo que Shell tuvo que dar de baja esa “publicidad” y emitir un comunicado: “Desde Shell Crespo – Erich Wagner y Cía SRL queremos expresar públicamente nuestras más sinceras disculpas por el contenido difundido en un reciente video publicado en nuestras redes sociales. Reconocemos que el material compartido fue totalmente inapropiado y puede interpretarse como una apología de la violencia de género. De ninguna manera esa fue nuestra intención. Somos conscientes de la gravedad de esta problemática en nuestra sociedad y lamentamos profundamente haber generado dolor, enojo o malestar en la comunidad, especialmente en mujeres y diversidades…”.
¡A la calle!
Este sábado 27 de septiembre, una nueva convocatoria aclama que “no hay víctimas buenas ni malas, hay femicidios”. La movilización, convocada a las 16 hs. bajo el lema NINGUNA VIDA ES DESCARTABLE, irá desde la Plaza de Mayo hasta el Congreso. Se replicará en distintos puntos del país.














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